En la sesión de este miércoles el Senado de la República votó de forma unánime una declaración en la que se expresa “su más enérgico rechazo a la amenaza y uso de la fuerza como medio de resolución de controversias” y “su repudio a la invasión militar llevada a cabo por Rusia contra Ucrania, violatoria de los principios consagrados en la carta de las Naciones Unidas”.

En la declaración se reivindica “la diplomacia, el diálogo y los mecanismos de derecho internacional vigente como únicos medios legítimos para resolver disputas”, al mismo tiempo que se hace “un llamado al respeto de la integridad territorial de los Estados como principio contenido en la carta de las Naciones Unidas, norma imperativa de derecho internacional general que todos los Estados deben respetar”.

Asimismo, se exhorta “a que las partes retomen las negociaciones mediante canales diplomáticos neutrales y hagan los esfuerzo necesarios para poner fin a las hostilidades” y se expresa su “solidaridad con las víctimas del conflicto y su compromiso humanitario con los refugiados, entendiendo que los organismos internacionales pertinentes deben reaccionar de manera expeditiva para brindar asistencia tanto a los civiles afectados como a lo refugiados que abandonan Ucrania en ese contexto”. Los senadores finalizan remarcando su “anhelo de que se alcance rápidamente la paz”.

Uno de los redactores de esta resolución fue el senador nacionalista Sebastián da Silva, quien luego desarrolló su postura al respecto. “El Senado de la República tiene que hacer una condena enfática. Parece mentira que en pleno siglo XXI la humanidad esté asistiendo a esta barbarie. La guerra nunca es la solución, no tiene la menor justificación, están arrasando a personas civiles sin ningún sentido, generando cualquier tipo de distorsión y trastorno a nivel internacional”.

Según el senador, “las consecuencias de esta guerra van más allá de lo que pasa en Ucrania, distorsionan el normal relacionamiento de la humanidad entera, distorsionando hasta la capacidad de alimentación de los humanos más desvalidos”. Además, opinó que la guerra provocará “una crisis humanitaria con los refugiados de dimensiones desconocidas, va a existir un incremento en los valores de los alimentos que no sabemos hasta cuándo se va a poder sostener”.

Por su parte, el senador Óscar Andrade, del Frente Amplio, puntualizó que su fuerza política acompaña la declaración, especialmente el tercer punto, que “rechaza la invasión militar porque nunca puede resolver las controversias”. Andrade enfatizó que la invasión “nunca” es la solución: “Ni en este caso, ni en la intervención de OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] a Yugoslavia, que se tragó cientos de miles de vidas, ni en la invasión a Irak, que costó un millón y medios de vidas humanas y sobre las que en su momento hubo muchísimo silencio, ni en la intervención en Siria, en Libia, ni en Afganistán”.

Para Andrade, “esta circunstancia actual que pone en tensión a Europa y al mundo, porque lo coloca al borde de un conflicto nuclear, tiene también un trasfondo que es la expansión de la OTAN, que no cumple sus acuerdos, que se expandió y rodeó militarmente a Rusia, y también tiene un contexto que es la guerra del Donbás, donde murieron 12.000 personas”.

En representación de la bancada del Frente Amplio, Andrade dijo que es necesario “ubicar el trasfondo de este conflicto, que nos lleva a todos unánimemente a condenar la intervención militar, mirar con esa misma perspectiva todas las injerencias en el mundo, que en el fondo están los intereses económicos”.

Asimismo, el senador Daniel Caggiani, en su primer día asumiendo la banca del recientemente fallecido Eduardo Bonomi, pidió intervenir para aclarar que este proyecto de declaración es más equilibrado que lo que han emitido algunos organismos internacionales, que condena el uso de la fuerza y hace un llamado al respeto de la integralidad territorial, “que es uno de los principios cuestionados”. Sin embargo, aclaró que “nos hubiera gustado incluir un llamado a los países de la OTAN para evitar acciones que alimenten la tensión y la inestabilidad en la región”.