Tal como se esperaba, este martes el Senado votó por unanimidad el proyecto de ley que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento para exonerar del impuesto al valor agregado (IVA) al pan blanco común, las galletas de campaña, los fideos y las pastas por un mes, algo similar a lo ocurrido con el asado hace dos semanas.

El proyecto habilita por 30 días a partir de la promulgación de la ley que estos productos puedan ser comercializados en el mercado minorista sin IVA y agrega la posibilidad de que el gobierno decida extender la exoneración por 30 días más.

El senador nacionalista Sergio Botana dijo en rueda de prensa tras la votación que se trata de “una rebaja del IVA de los panificados y los fideos obvia, necesaria, un sacrificio fiscal del orden del millón de dólares mensuales”. El senador remarcó que con esto se busca ayudar a controlar la suba de precios en productos derivados de la harina, luego de que los mayores oferentes de trigo del mundo, Rusia y Ucrania, entraran en guerra y produjeran que varios países comenzaran a stockear su producción para el abastecimiento interno.

“Se trata de poner sobre la mesa esta medida urgente. Obviamente, no es una medida que le vaya a solucionar la vida a nadie, pero el gobierno ha tratado de rápidamente dar alguna respuesta con la carne y con el pan y los fideos mientras trabaja en medidas de fondo, en una política de precios que se desarrolla en un contexto internacional de altísima inflación, con encarecimiento total”, afirmó Botana.

El senador aseguró que se trata de una rebaja en todos los panificados, y al ser consultado por la prensa sobre por qué menciona todos los productos cuando el proyecto de ley sólo menciona el pan blanco y la galleta de campaña respondió: “Bueno… Eso es que los comprende todos, entiendo yo”.

Botana admitió que el Parlamento debería haber empezado a “combatir” la suba de precios antes, pero dijo que eso no sucedió “porque estábamos abocados a un referéndum que nos había impuesto el Frente Amplio; en cuanto lo terminamos, empezamos con estas medidas, y vendrán más”.

Por su parte, el senador frenteamplista Daniel Olesker dijo que se trata de una iniciativa “tardía e insuficiente”. “Existe un momento para hacer una política de precios, y este momento, igual que lo dijimos cuando se exoneró de IVA al asado, es un mal momento, en el sentido de que la disparada de precios ya se hizo. En el mejor de los casos congela un poquito la situación económica”.

Para el senador, “un acuerdo de precios requiere más tiempo, a nadie se le puede ocurrir que el conflicto bélico en un mes va a terminar y los precios del trigo y el petróleo se van a desfondar, es un absurdo, aun dos meses, porque el proyecto es un mes previendo dos”.

Olesker subrayó que “son muy pocos productos, no incluye la canasta integral de bienes y servicios; si un hogar gana 50.000 pesos se ahorra por un mes 190 pesos, entonces [la medida] parece absolutamente tardía e insuficiente”.

En este sentido, Olesker agregó que “los trabajadores públicos ajustaron 7%, los jubilados, 6,16% por todo un año, los privados ajustaron por un semestre, pero mayoritariamente no tienen correctivos en julio, entonces ¿cómo van a esperar hasta el 1º de enero de 2023 para volver a tener un ajuste salarial?”. El senador se respondió diciendo que la solución es que “el gobierno tenga otra iniciativa, que en julio haya un ajuste diferencial de salarios públicos y de jubilaciones y se convoque a los Consejos de Salarios donde no hay correctivo en julio para que se corrija esta disparada inflacionaria”.