Un cortejo fúnebre es lo primero que interrumpe la mañana en Villa Ansina; 12 autos acompañan el recorrido por la calle principal de la localidad. No hay casi nadie afuera, pero, sin embargo, alrededor del municipio hay ambiente de expectativa. Cerca de 4.500 personas viven en Ansina ‒a secas, como le dicen los lugareños‒, pero a primera vista hay un factor que hace sospechar que la localidad es más grande de lo que parece: con sólo diez cuadras, la calle principal aglutina cuatro iglesias. Incluso, una rápida recorrida por el resto de la localidad permite localizar dos más, pero nada garantiza que ese sea el límite.
Sólo los carteles celestes del No sobre el referéndum contra la ley de urgente consideración (LUC) compiten con la presencia de las cruces. Su presencia es una pista del resultado de esas elecciones: la mayoría de la población se decantó por la opción de los carteles. Con ese escenario se encuentra el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, en su segundo día de gira por Tacuarembó. Al igual que el miércoles, la lluvia fue una constante durante las actividades. Pereira no recorre solo, lo acompaña una comitiva del FA integrada por el exdirector de Convivencia y Seguridad Ciudadana Gustavo Leal, la presidenta de la Comisión Nacional de Cultura del FA, Gabriela Iribarren, y el exdiputado Edgardo Rodríguez. También estaban la vicepresidenta de la departamental, Ana Vignaux, la secretaria de la departamental, Zully Padilla, y Ariel Casco, integrante de la departamental.
Al llegar se detienen en un almacén y hablan con militantes del FA y vecinos de la zona. La comitiva pone en práctica la consigna de la gira: pocas preguntas y mucha escucha. Los locales cuentan que de 300 votos que tenía el FA en el lugar bajaron a 80 en las elecciones municipales y mencionan que una de las principales causas de la derrota del FA en las elecciones nacionales es la falta de habilidad para comunicar los logros. Dicen que en el caso particular de Ansina la fuerza política no tiene casi presencia. Como respuesta, Pereira dice que la intención es visitar Tacuarembó tres veces más en el marco de la gira que están desarrollando y afirma que hay lugares en donde “llega más rápido una iglesia que una política social”.
Acto seguido, la comitiva se dirigió al municipio para tener las primeras reuniones del día. Los primeros en hablar fueron dos representantes de la liga de fútbol de Ansina, la asociación civil más longeva del lugar. Compuesta por seis equipos que se disputan el campeonato, el fútbol que ofrece la liga es uno de los entretenimientos principales de la población. Los representantes de la organización explican que tienen grandes dificultades económicas y que necesitan nuevas luces para la cancha. El punto que sigue es el saneamiento, los lugareños cuentan que el barrio Las Grutas, el más grande de Ansina, no tiene un buen sistema y que todas las aguas servidas van a la calle. Una vecina afirma que hace 39 años vive en el lugar y que no ve ningún avance en esa materia.
La última reunión en el municipio tiene una particularidad: dos alcaldes asisten al encuentro de las visitas. En primer lugar, llega Javier Martínez, que está oficiando como alcalde durante esta semana debido a un pedido de licencia de la titular. Pocos minutos después, llega Ana Camejo, la alcaldesa electa por el Partido Nacional (PN). Durante el encuentro hablaron sobre los recursos destinados al municipio, la falta de funcionarios y los problemas con el acceso a cursos y capacitaciones para la población.
En conversación con la diaria, Martínez afirmó que la visita del FA le pareció interesante porque pudieron plantear algunas inquietudes, como la falta de infraestructura del municipio, de maquinaria y de personal: “Es el municipio más grande de Tacuarembó y el que recauda más fondos, ya sea a nivel de la agricultura como de la ganadería. Es el municipio que genera más lucro para la intendencia y el que menos apoyo tiene”. “Los felicito, vale la pena que salgan a apoyar a los pueblos, porque no hay descentralización. Estoy agradecida de que haya podido venir”, dice Camejo en referencia a la visita de la delegación del FA. Destaca que se “llevan todo anotado para hacer los deberes” y que valora estas reuniones porque siempre sacan cosas para “seguir adelante”.
El doctor
Sólo bastan un par de preguntas a los vecinos de la zona para saber dónde vive Raúl Melgar. Conocido como el doctor de la localidad, su casa es la prueba de que las indicaciones de los locales fueron buenas; al lado de la puerta, un cartel anuncia “Raúl Melgar Orga – Médico”. Pero no se lo conoce únicamente por su profesión, es una referencia política del PN en Villa Ansina.
Su hogar es la sede de la reunión con la delegación del FA. Para comenzar, los visitantes destacan la influencia de Melgar en la localidad y explican que ese es uno de los motivos por el que quieren hablar con él. Además, la intención de la gira es escuchar todas las voces posibles, sin importar ideas ni partidos. Melgar se levanta de su asiento y le muestra a todos su matera para que vean que tiene grabada una foto de Aparicio Saravia con la bandera del PN de fondo, el rostro del Che Guevara y un escudo de Nacional. No se puede romper mejor el hielo.
La conversación se basa en los principales problemas de Villa Ansina para el doctor: la falta de trabajo para las mujeres, el bajo salario para los hombres y el fuerte impacto de la pandemia, que derivó en que alrededor de 200 habitantes de la localidad sólo pudieran alimentarse en ollas populares. En diálogo con la diaria, Melgar dijo que es fundamental que el FA vuelva a ganar las próximas elecciones nacionales y para hacerlo debe llegarle a la gente del interior.
Afirma que siempre le gustaron las ideas de izquierda porque “es lo mejor que le puede pasar al trabajador, a la gente de abajo, al peón. Esa gente se ve beneficiada en un gobierno de izquierda, en un gobierno de derecha está mal. Todos los servicios para la gente son mejores en un gobierno de izquierda. Hoy en día la gente no está bien por el aumento de los precios”. De hecho, en el referéndum de la LUC, hizo campaña por el Sí.
Su adhesión al PN se debe a la tradición, a su admiración por la figura de Saravia y porque cree que a nivel departamental la situación es otra. Cuenta que tiene una relación muy estrecha con el intendente Wilson Ezquerra, que trabajó para que él ganara, y seguramente lo volverá a hacer si se “tira para la reelección”: “Es un tipo que gestiona muy bien, un empresario que ha logrado obras importantísimas. Cuando fui encargado de la Junta y él era intendente, Villa Ansina pudo hacer plazas, piscinas, renovar el estadio, hacer mejoras en el camping. Ahí era gobierno central el FA y el gobierno departamental era blanco, y se logró mucha cosa”. Para una intendencia prefiere un empresario, alguien que tenga manejo práctico y ejecutivo, dice Melgar.
“Los horneritos”
Pueblo del Barro se encuentra relativamente a poco kilómetros de Ansina, pero la falta de medios de transporte hace que parezcan localidades lejanas. A diferencia de la primera parada del día de la comitiva, el pueblo es considerablemente más pequeño y rural que la villa vecina. La escasa población ‒cerca de 130 personas‒ y la ausencia de diferentes servicios hacen que la localidad dependa de otras poblaciones para sobrevivir, sobre todo de Villa Ansina.
Pese a todas las dificultades, existe una organización civil que se preocupa por ayudar a los residentes más pequeños desde hace más de 30 años. Su nombre es Chiquillada. El edificio que está a su cargo es la construcción más llamativa de Pueblo del Barro y su nombre, Los Horneritos, hace juego con el de la localidad y con la misión de la organización. Antonielly Pereira, trabajadora de Chiquillada, contó a la diaria que cuidan a niños de entre 45 días a tres años. “La realidad es bastante difícil, pero se ha logrado trabajar en forma dinámica y constante”, dice Pereira. En la actualidad, concurren 12 niños y están inscribiendo a una nueva niña esta semana.
Pereira señala que la necesidad más grande que tienen es la nutrición: “Se buscó que les dieran la merienda, el desayuno y el almuerzo a los niños que concurren, pero no se logró. Se le pidió al INAU [Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay] y no se logró por la cantidad de niños. Al tener pocos, se necesita de una cocinera y una partida diferente, la cual no viene. Es un lugar de extrema pobreza, hay niños que traen los alimentos y otros que no”. Ella, al igual que sus otras dos compañeras, viven en Villa Ansina y van todos los días hasta ahí.
Asimismo, afirma que en Pueblo del Barro el traslado es muy importante porque no hay un doctor y el pediatra va una vez por semana sólo a Ansina. La situación tiene como consecuencia que haya varios niños que tienen vacunas vencidas ya que solamente hay vacunas en la capital de Tacuarembó. Esos fueron algunos de los planteos que le hicieron las trabajadoras de Chiquillada a la delegación del FA. También sumaron la falta de espacios de recreación para los niños y la casi nula posibilidad de hacer el liceo viviendo en el pueblo, porque por un problema con la organización del transporte, los habitantes sólo tienen la posibilidad de hacer el liceo en Caraguatá, un poblado que queda a más de 60 kilómetros.
El fin de la visita
En la tarde, la delegación se dirigió a Caraguatá a reunirse con un grupo de mujeres hortícolas que gestiona una huerta comunitaria gestionada, con Arlando Correa, exintegrante de la Mesa de Desarrollo Rural y con militantes del FA. Luego, fueron a Las Arenas para reunirse con Leticia Fernández, otra integrante de la Mesa de Desarrollo Rural. El día finalizó donde comenzó, en Villa Ansina, con un encuentro con militantes de la fuerza política.
Además, debido a que la intención era recorrer la mayor cantidad de lugares en el menor tiempo posible, una segunda delegación asistió a reuniones en otras partes del departamento. El exintendente de Rocha Aníbal Pereyra, la expresidenta del Instituto Nacional de Colonización Jacqueline Gómez y la diputada Martina Casás fueron los encargados de visitar la localidad de Tambores, donde mantuvieron encuentros con la Asociación de Discapacitados de Tambores, el alcalde Ricardo Soares y la Escuela de Formación en Agro Oficios de Tambores.
El recorrido también incluyó una visita a la localidad de La Pedrera para hablar con integrantes del movimiento hortícola y a La Aldea para conversar con sus colonos. Más tarde, fueron por Paso Bonilla para hablar con representantes de la empresa La Yunta, que se dedica al cultivo y la comercialización de hierbas y hortalizas. Su recorrido, al igual que el de la otra comitiva, terminó donde comenzó, en La Pedrera, con la visita a la planta de cerveza artesanal de Cabesas Bier. Hoy, el último día de la gira por el departamento, las dos delegaciones visitarán Paso de los Toros, Curtina, Achar y San Gregorio de Polanco.