En marzo el presidente Luis Lacalle Pou anunció que recibió una propuesta de la iniciativa conocida como waste to fuel, que busca instalarse en la zona metropolitana para convertir el “residuo en combustible”, y dijo que necesitaba la aprobación de los gobiernos departamentales de Montevideo y Canelones. Tras un estudio de prefactibilidad de equipos técnicos, ese visto bueno llegó este viernes, según anunciaron en una conferencia conjunta Carolina Cosse y Yamandú Orsi.

En marzo, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, había explicado que el proyecto transformaría “prácticamente la mitad de la basura que se genera en Montevideo y Canelones en metanol, que es un combustible de la transición en lo que tiene que ver con algunos motores, fundamentalmente los que utilizan los buques de navegación”. “Hay una naviera importante que está construyendo ocho buques de este tipo y este combustible sería adquirido por la naviera”, agregó en aquel momento.

Los jefes departamentales dijeron este viernes que respaldan el proyecto con base em el borrador al que tuvieron acceso, siempre y cuando se analicen algunos puntos a reconsiderar. Cosse marcó que no alcanza con la planta de reconversión que la empresa propone instalar en la zona del vertedero municipal Felipe Cardoso. “Esto debería ser acompañado también por inversiones adecuadas para la mejora ambiental, social y logística de la zona”, planteó la jerarca, y agregó: “Debería incluir mejoras logísticas para lograr un parque ambiental metropolitano que se convierta en un espacio de referencia ambiental para Montevideo, Uruguay y el mundo”.

“Creemos que también se debe tener en cuenta que haya generación de oportunidades de empleo digno directo e indirecto, con inclusión social de clasificadores durante las fases de construcción y operación de la planta”, continuó la intendenta de Montevideo.

Otro de los puntos que plantearán como condición para aprobar el proyecto es que ambas intendencias paguen por el servicio que va a prestar la empresa privada una tarifa uniforme, sin diferenciación, “para lo cual se deberán tener en cuenta los costos y las previsiones de ambos departamentos en el manejo de los residuos correspondientes”. Además, subrayaron que para avanzar esperan que haya un compromiso del gobierno nacional de hacerse cargo en caso de que haya costos adicionales que surjan de la planta.

Asimismo, entienden que otra condición tiene que ser que esté asegurada la sustentabilidad económica del proyecto, y para eso plantean que el período de contrato debería coincidir con el período de contrato que tiene la empresa para la venta de energía. La intendenta ejemplificó: “Si se nos planteara un contrato por 15 años, sería un alto riesgo que el contrato de venta de energía fuera por cinco. Lo que estamos planteando es que deberá asegurarse la sustentabilidad económica”.

Desde Canelones

A su turno, el intendente canario dijo que, además de los puntos planteados por Cosse, hay que resolver un problema legal en su departamento, porque “cuando asumió este nuevo gobierno nos encontramos con que decidió suspender una adjudicación que habíamos hecho para una disposición final”, por lo tanto, esa empresa que ganó la licitación tiene que tener una respuesta.

Orsi dijo que se acompañó al gobierno nacional “en encontrar soluciones mejores, porque la clave está en combinar esto de ecología, trabajo, desarrollo, encontrar las mejores soluciones para que los residuos se minimicen en volumen y se valorice lo que queda”.

“Más allá del tema jurídico, siempre vamos a estar acompañando las mejores soluciones para que el tema ambiental sea una bandera de nuestro país; tenemos equipo para eso”, resumió el intendente.

En cuanto a la inversión que implicaría una planta con estas características, los jerarcas fueron reticentes a dar cifras. Cosse explicó que en el documento borrador con el que trabajaron había estimaciones de costos, pero con los planteos que le están haciendo a la empresa esas cifras tienen que volver a ser estudiadas, por lo que de momento no se hablará de montos de dinero.