Toda la Verdad (TLV) es el nombre de la asociación “de víctimas y familiares de víctimas del terrorismo sedicioso que actuó en la República Oriental del Uruguay” durante la década del 60; así se presentan en su página web, acompañados de una foto con el nombre de la asociación y un pabellón nacional. El grupo busca, de acuerdo a su sitio web, “cuestionar el relato hegemónico que se ha instalado en las últimas décadas, tanto a nivel oficial como extraoficial, invisibilizando las víctimas del terrorismo e idealizando a los alzados en armas contra la República”, en referencia, sobre todo, al accionar del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T).
Diego Burgueño, secretario general de la asociación e hijo de un hombre asesinado durante la Toma de Pando, es además uno de los nombres propuestos por el oficialismo para integrar el consejo directivo de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, y está -junto a los demás candidatos- siendo evaluado por la comisión especial bicameral para que el 1° de agosto la Asamblea General disgne a los cinco directores.
Durante su participación en el programa Polémica en el bar este domingo, Burgueño, durante una discusión sobre cómo se escribe del pasado reciente, aseguró que tanto el MLN como el Partido Comunista del Uruguay (PCU) “tienen grupos armados”, lo que calificó como un “dato objetivo”.
Burgueño explicó que el dato lo obtuvo luego de reunirse con el extupamaro Jorge Zabalza, en 2019. “Yo le pregunté -a sabiendas de que existen-: 'En este momento el Partido Comunista del Uruguay, el MLN, tienen grupos armados, ¿verdad?'. Se rio y me dijo ‘no, son muchos más’”, contó.
Al mismo tiempo, recordó un informe hecho por el canal español Antena 3 “sobre la selva venezolana, donde estaban entrenando a diferentes grupos terroristas; nombraba a todos y decía que estaba el MLN-Tupamaros en Uruguay”.
Asimismo, aseguró que en su momento tanto él como su familia recibieron “todo tipo de amenazas”, y que “la coacción y las amenazas fueron moneda corriente para nuestras familias, para no hablar, para no contar lo que había sucedido”, y que si bien estas personas “no se presentaban, evidentemente eran gente de izquierda a la que no le convenía que nosotros habláramos”.
“Lo increíble de haber formado la asociación”, señaló, es enterarse “de todo tipo de amenazas y coacciones que en su momento recibieron [las familias]”, y citó “casos de hijos de policías asesinados que en su vida de adultos fueron policías y en estos períodos pasados la pasaron mal por parte de las autoridades”.
Aunque dijo no hacer “consultas” sobre si hay amenazas, entiende que “evidentemente el miedo quedó”, y que “posterior a la dictadura el accionar de esta gente no terminó”. Sostuvo que “hay pruebas” pero “la narrativa popular mira hacia otro lado”.
Reunión con el presidente
En el programa, Burgueño también fue consultado por la reunión de la asociación con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, al que le presentaron “ocho puntos”. En primera instancia, pidieron ser recibidos por el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, para “tratar la temática de los libros de texto” que se dan en escuelas y liceos, por entender que “tienen alevosamente una narrativa más que ideológica”.
“La laicidad, con esos libros, se puede decir que está muerta y enterrada”, sentenció, y planteó su discrepancia con que “en períodos pasados” haya habido “terroristas tupamaros” que “fueron a dar charlas a liceos públicos”.
A modo de ejemplo, Burgueño citó libros del escritor Rolando Sasso, en los que se dice, aseguró, que su madre “poco más que justificó [el asesinato] porque eran partidarios [del MLN]”. Para el integrante de TLV no es aceptable “que digan ese tipo de mentiras”, y marcó al exministro de Defensa Nacional Eleuterio Fernández Huidobro como “uno de los que creó la narrativa de justificación sobre los actos aberrantes”. El problema, para Burgueño, “es que hace unos años lo plasmaron en libros del Codicen”, en los que “por ejemplo en el caso de mi padre dicen que era un agente secreto, que por eso murió”. Por otra parte, pidieron “el apoyo institucional, dado que queremos hacer un memorial justamente de nuestros familiares muertos”.
Consultado por si han buscado reunirse con otros actores del sistema político, Burgueño explicó que pidieron una “audiencia en el Frente Amplio”, ser recibidos por el PIT-CNT y Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, pero no pudieron concretarla.