En medio de un debate político partidario sobre el pasaporte otorgado a Sebastián Marset y luego de varios episodios de tráfico de drogas en contenedores que salieron o pasaron por el puerto de Montevideo en los últimos años, especialistas se reunieron en el seminario “Tráfico marítimo de estupefacientes e impacto en la imagen país”, organizado por Terminal Cuenca del Plata (TCP), cuyo principal accionista es la empresa belga Katoen Natie, y debatieron sobre la temática.
El primero en tomar la palabra fue el director de la Secretaría de Inteligencia Estratégica de Estado, Álvaro Garcé, quien aseguró que “el crimen organizado nos interpela hoy como Estado de derecho” y “nos desafía de un modo creciente”. Según dijo, “está presente en la región y a estas redes no les importan la ley ni las personas”, y por tanto “imponen al sector público la obligación de dar una respuesta eficaz”.
“Ante este desafío creciente, como Estado debemos mejorar las tres dimensiones que hacen a nuestra actividad: prevención, disuasión y represión”, expresó Garcé, y agregó que “la clave” para “aterrizar estas premisas” es incrementar la inversión tanto en recursos humanos como en capacitación y tecnología. Además, afirmó que “se requiere una sinergia” con el sector privado, ya que, entre otros factores, las empresas que operan en el puerto son privadas.
Garcé aseguró que “Uruguay está trabajando no sólo a nivel estratégico”, sino “en el plano táctico” hacia “una mayor prevención del crimen organizado”, ya que debe “mejorar sus recursos disuasivos por tierra, por mar y por aire”. En este sentido, lamentó que “la situación de nuestros recursos desde el punto de vista disuasivo ha llegado a ser crítica”, pero apuntó que “se está en proceso de recuperación”.
Durante el seminario se conoció, a raíz de un comentario del gerente general de TCP, Vincent Vandecauter, que el gobierno lanzó una licitación para adquirir tres nuevos escáneres para el puerto de Montevideo, donde actualmente hay sólo uno. Esto también surge a raíz de que Katoen Natie hará una inversión en su terminal especializada de contenedores luego del acuerdo al que arribó con el gobierno en 2021, a través de la cual prevé incrementar sus operaciones de carga y descarga, con lo que se incrementarían los riesgos vinculados al narcotráfico.
En una conferencia de prensa, Vandecauter dijo que como se busca “transformar en un puerto hub” al de Montevideo es preciso “tomar diferentes acciones” que no implican sólo “incrementar la infraestructura para así mejorar la calidad de servicios” y poder recibir barcos más grandes que los que atracan actualmente, sino que hay “un tema de imagen como país que tenemos que cuidar”, en referencia al narcotráfico. “Tenemos hoy en día en el mundo una buena imagen, somos un país estable con una buena reputación, pero tenemos que cuidarla y tenemos que mejorarla”, apuntó.
Consultado acerca de los últimos episodios asociados al narcotráfico que involucran al puerto en su cadena, reconoció que “son cosas que uno no quiere ver” pero que están ligadas al “incremento de volumen de contenedores” en el puerto, lo cual significa un “riesgo más alto” de “encontrar cosas”. Incluso dentro del puerto se han registrado cambios desde que se incorporó el protocolo del nuevo reglamento de atraque, que implica el pasaje de servicios de Montecon –empresa que opera en los muelles públicos– a la terminal especializada. A su entender, esto requiere “buscar una mejora continua”.
Vandecauter expresó que “el gobierno está tomando muy bien el tema para mejorar” el control del tráfico de estupefacientes y por ese motivo se hace la compra de nuevos escáneres. Afirmó que, como “la droga viene de otros países”, es necesario “asegurar que los delincuentes de afuera se den cuenta de que los controles están” y así disminuir “el tráfico por Montevideo”.
Las obras del acuerdo
Durante su presentación en el seminario, el gerente general de TCP dijo que en los primeros 20 años la empresa invirtió 250 millones de dólares, pero que “gracias al acuerdo” cerrado en 2021 se irá a “la siguiente etapa de expansión”, que incluye la construcción de un segundo muelle y una inversión total de 500 millones de dólares. Comentó que la obra demorará tres años, que “una primera expansión se va a inaugurar en el segundo semestre de 2024” y que “en el segundo semestre de 2025 finalizará el proyecto de expansión”.
Vandecauter explicó que con la infraestructura actual el puerto está preparado para recibir barcos con un calado de 14 metros, mientras que el segundo muelle “está diseñado para soportar un posible calado de 17 metros”, lo cual sería importante debido a “la tendencia” de las navieras a utilizar barcos más grandes.