La exvicepresidenta Lucía Topolansky opinó este martes sobre la situación de inseguridad en el país, cuando el saldo desde el martes al domingo fueron 12 muertes violentas. A su entender, la situación actual es “bien compleja” y opinó que “el actual gobierno cuando inició su mandato subestimó o venía con una receta para el tema de la seguridad demasiado simple y no midió las complejidades del tema, y la realidad le dio en la cara”.
En diálogo con M24, la exsenadora comentó que la complejidad de la realidad nacional “se pudo haber visto atenuada porque los dos años de pandemia tuvieron a la gente encerrada en las casas, pero a lo que la situación volvió a la normalidad, apareció”, y eso incluye entender que el puerto de Montevideo, junto a otros de la región, son vistos a nivel mundial como puerta de entrada y salida de cargamentos de narcotráfico.
Además, remarcó dos aristas de la inseguridad que no deberían dejarse de lado. Por un lado, el nivel de violencia que se maneja, que deja muertos y otros problemas graves en la sociedad. Por otro lado, la “enorme presión a nivel carcelario”, que también se relaciona con que “hay una cantidad de gente que está saliendo de las cárceles y el Patronato del Liberado está casi inactivo, por lo que va a parar a la calle”.
Para Topolansky, la solución no puede llegar “insultando ni señalando, sino armando propuestas para el futuro”, y entiende que “esa es la gran debilidad que tienen” en el gobierno. En esta línea, aseguró que “la lucha contra el narcotráfico es difícil, lo sabemos todos”, pero apuntó que una de las políticas que venían del gobierno del Partido Colorado y se mantuvieron durante los gobiernos del Frente AMplio fueron los equipos antidrogas y antilavado: “Cuando llega este gobierno se cortan abruptamente y toda la experiencia acumulada, la memoria institucional se corta de un tajo, y eso es partir de cero”.
Sobre la estrategia empleada hasta ahora, la exlegisladora dijo que no se puede “aumentar la presencia policial porque hubo tres o cuatro homicidios en Peñarol, debe ser todos los días. Hay un software de los puntos de calor; si saturo una zona tres días, esos días probablemente no pasa nada, porque los chorros se corren, pero si dejo por dos semanas el terreno despejado, vuelven”.
Interpelación: “Quedaron una cantidad de interrogantes sin responder”
Topolansky también se refirió a la interpelación a los ministros Luis Alberto Heber y Francisco Bustillo por la entrega del pasaporte nacional al narcotraficante Sebastián Marset.
“Quedaron una cantidad de interrogantes sin responder, hay toda una banda oscura. Qué conversaron la subsecretaria [Carolina] Ache y el subsecretario [Guillermo] Maciel, cuáles fueron los mails entre la Dirección Nacional de Identificación Civil y la Secretaría de Drogas, cómo fue la participación del abogado [Alejandro] Balbi”, lanzó.
“Acá hay una cantidad de cosas que se hicieron muy livianamente, por ponerle un adjetivo benigno. Esto compromete la imagen país”, resumió.
Para la exsenadora, el saldo de la interpelación fue positivo, en tanto “la población entendió que se actuó mal en el caso Marset”. Destacó que ya se sabía de antemano que el resultado iba a ser el respaldo de la coalición: “Era evidente que son dos ministros del riñón del presidente y [contaban] con los votos de la mayoría. Podés hablar en checoslovaco y no se mueven; no es por los resultados que se hace la interpelación, es para poner blanco sobre negro y sobre la mesa, para que no pase desapercibido”.
Asimismo, con 22 años en el Palacio Legislativo en su haber, Topolansky opinó que “esta legislatura” la tiene “sorprendida” porque “había una larguísima tradición de tener discusiones duras, por lo alto, sin meterse en las cosas familiares, y largas conversaciones en los despachos, en el ambulatorio o en algún boliche para tratar de consensuar cosas que precisaban mayorías especiales o que era bueno que salieran como política de Estado. Acá dicen que varias cosas tienen que ser política de Estado, pero no hacen ningún gesto”.