El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó este jueves los datos sobre pobreza e indigencia en Uruguay relativos al primer semestre de 2022. Según el informe del INE, la pobreza se ubicó en 10,7%, poco menos que en el segundo semestre de 2021, cuando se ubicó en torno a 11%, aunque en el cálculo interanual hubo una suba, ya que en el primer semestre del año pasado la pobreza llegó a 10,2%. En definitiva, a mitad de este año, son unos 380.000 uruguayos los que no alcanzan a reunir los ingresos necesarios para cubrir una canasta básica de alimentos.
Consultado al respecto, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, entendió que esa es una “lectura”, puesto que “depende del semestre que se calcule”, aunque, “obviamente, la pandemia generó un golpe muy duro en el tema de la pobreza”, algo que “pasó en el mundo”, según el mandatario, aunque admitió que “no sirve de excusa”.
“Lo que estaba claro es que había mucha gente antes de la pandemia que estaba en una situación de fragilidad” y que durante la pandemia hubo un “empuje” cuando “se cerraron los comercios, se cerró la economía, hubo pérdida de trabajo”. Ahora, señaló, “se está recuperando el trabajo”, y reiteró que “depende del semestre que tú compares: el último semestre hay una baja de algún decimal en el tema de la pobreza”.
Consultado por el aumento de la pobreza infantil de 16,1% en el primer semestre de 2021 a 22,5% en esta primera mitad del año, Lacalle recordó que “en la Rendición de Cuentas pasada más de 50 millones de dólares” se destinaron a “esta situación de desequilibrio más grande” que se da “en los niños”.
Para Abdala, “no es un fenómeno nuevo”
Sobre la pobreza infantil, el presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, Pablo Abdala, entendió que “este no es un fenómeno nuevo” en nuestro país y que se debe asumir que hay “una característica” a la que se debe “prestar mucha atención” y poner la “dosis de preocupación que corresponde”, por tratarse de “un problema estructural”, en vista de que “el índice de pobreza infantil históricamente es sensiblemente más amplio que el índice de pobreza general”.
Abdala aseguró que existe “un esfuerzo que se viene haciendo en cuanto a reforzar los planes de atención [y] las prestaciones del Ministerio de Desarrollo Social con relación a la primera infancia”, y destacó que desde el INAU se han llevado a cabo políticas que apuntan a “la ampliación de coberturas [y] la ampliación de cupos en cuanto a la atención en los centros CAIF”, lo que “sin duda es el camino que tenemos que transitar”.