La reunión en La Huella de Seregni entre el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, y el líder de Cabildo Abierto (CA), el senador Guido Manini Ríos, causó sensaciones diversas en la interna de la fuerza de izquierda: a algunos les sorprendió la instancia y a otros directamente les molestó, por tratarse de una contraparte con la que se han tenido varias diferencias en temas cruciales, como los derechos humanos. Sin embargo, también hay quienes entienden que, al haber sido una junta solicitada por el partido de la coalición de gobierno, “correspondía recibirlos”.

El Partido Socialista (PS) es uno de los sectores en los que esta reunión “no cayó bien”, según indicaron las fuentes, que incluso manifestaron que el jueves se iba a realizar una reunión del Comité Ejecutivo para analizar la situación, que “sin duda sorprendió”.

También la reunión del martes 13 de setiembre, cuando Pereira convocó a todos los líderes de la coalición de gobierno en el Parlamento para incentivar un “diálogo democrático”, molestó al ala mayoritaria del PS; no así a los denominados “renovadores”, actualmente minoría. De hecho, la dirigente Daniela Brandon, que asiste a la Mesa Política en representación del sector, según pudo saber la diaria, manifestó en una reunión del lunes 12 que, si bien el PS “entiende imprescindible mejorar el nivel del debate político y no personalizar las discusiones, no comparte la convocatoria en este contexto, al que se han sumado en estos días otros mensajes que generan confusión”.

En este sentido, señaló discrepancias del PS “por razones de fondo, dado que no considera que la democracia esté en riesgo y entiende que reunirse con los líderes de los partidos de derecha no contribuirá a los objetivos planteados”, y apuntó que “el foco debe estar puesto en la desigualdad, la violencia estatal y sus repercusiones negativas sobre la convivencia”.

Dirigentes de otros sectores también comentaron que, tras conocerse la reunión entre Pereira y Manini Ríos, quedó “un mar de fondo”, porque “a varios sorprendió”. Uno de los consultados señaló que circuló una foto en la que se ve al líder de CA con un retrato de Zelmar Michelini colgado en la pared detrás de él, imagen que “no le gustó a nadie”. “Una cosa es convocar al ámbito multipartidario, otra cosa es recibir a Manini en la sede del FA”, dijo este dirigente.

Por otro lado, otra fuente consultada dijo que, “más allá de la sorpresa que generan este tipo de reuniones”, “el FA hace bien en recibir a los representantes de CA”, a pesar de “las diferencias ideológicas”. También manifestó que CA “debería convencer al resto de los socios del gobierno” sobre las propuestas que le hace al FA, y dijo que si estas instancias sirven para “cosas concretas, que mejoren la calidad de vida de la gente, valdrán la pena, si no es pura bulla”.

La reunión de Pereira con Manini Ríos, quien también se reunió con otros líderes partidarios, fue en el despacho del presidente del FA de la sede partidaria. En este sentido, algunos dirigentes que conversaron con la diaria indicaron que Pereira avisó de esta reunión en la Mesa Política y que, además, “él se reúne con quien quiere” y su línea de conducción es la “aceptada” por amplia mayoría.

Fuentes de la presidencia del FA indicaron a este medio que Pereira se limitó a “tomar nota” de las propuestas de CA y que, a partir de ahora, “se analizará colectivamente” en la interna de la coalición de izquierdas. También indicó que hasta el momento no había llegado ningún planteo de molestia por la reunión, pero que este tipo de quejas siempre “son una posibilidad”. “Sobre cada decisión que se adopta puede haber siempre distintas miradas”, apuntaron.

Además, señalaron que “podrán gustar más o menos las posiciones de CA”, y de hecho “hay aspectos en los que hay distancias muy profundas” con el FA, pero eso no quita “reconocerlo como un interlocutor que forma parte del sistema político”.