En la teoría, el exsenador y excandidato colorado Pedro Bordaberry está retirado de la política. Pero en la práctica, ya sea desde su cuenta de Twitter o en las páginas de opinión del diario El País, suele marcar su postura sobre algún tema del tapete político. En los últimos días, Bordaberry ha venido in crescendo en su defensa de la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores Carolina Ache (también exintegrante del sector colorado Ciudadanos, al que renunció), a partir de que se conociera que el subsecretario del Ministerio del Interior (MI), Guillermo Maciel, le advirtió sobre la peligrosidad del narcotraficante Sebastián Marset antes de que se le tramitara el pasaporte uruguayo, lo que contradijo la versión que presentó el titular de la cancillería, Francisco Bustillo, cuando fue interpelado en el Parlamento por ese tema.
El 19 de diciembre, cuando Ache renunció a su cargo, Bordaberry escribió un corto tuit: “Un abrazo grande a Carolina Ache y toda mi solidaridad”. El 30 de diciembre, fue por más y escribió en la misma red social: “Qué cama le hicieron a Carolina Ache”, ya que “un mes y medio antes de que le comentaran sobre Marset, muchos en cancillería sabían sobre él (incluyendo el Ministro que un año después en el Senado afirmó que nadie sabía)”.
Ayer la defensa de Bordaberry sumó un capítulo más. El País publicó una columna de opinión del exsenador titulada “¿Cherchez la femme?”, en la que señala que “la novela de la expedición del pasaporte de Marset pareció llegar a su fin con la renuncia de Ache”, que “presentó la dimisión con altura luego de recibir el respaldo del Presidente de la República [Luis Lacalle Pou] y del Secretario General de su partido” (Julio María Sanguinetti). Agregó que la búsqueda de responsables le recordó el pasaje de la novela Los mohicanos de París, de Alexandre Dumas, en el que el protagonista dice: “Il y a une femme dans toutes les affaires; aussitôt qu’on me fait un rapport, je dis: Cherchez la femme!” (“Hay una mujer en todos los asuntos, apenas me lo informaron dije: ¡busquen a la mujer!”).
Más adelante, Bordaberry sostuvo que “afloró la verdad al conocerse la investigación administrativa en Cancillería, surgió otra femme”, la exdirectora de Asuntos Consulares Pauline Davies, quien junto a dos funcionarios “sabían que Marset era narco un mes y medio antes de que desde el MI se lo comentaran a la subsecretaria”. “No era una cuestión sólo de mujeres. Un hombre, el propio Ministro de Relaciones Exteriores, fue informado también de esto. La Directora de Asuntos Consulares se lo comunicó por mail a su Secretaría”, agregó el exsenador.
Por lo tanto, para Bordaberry, “el análisis temporal de los hechos muestra al verdadero responsable”, y subrayó que en la interpelación del año pasado Bustillo afirmó que nadie sabía quién era Marset, “cuando él sabía” porque “se le había comunicado a su Secretaría y además conocía los chats de los subsecretarios”. “¿Quién tenía la capacidad de denegar el pasaporte? Carolina Ache no. ¿Quién supo en primer lugar quién era Marset? Carolina Ache no. ¿Quién afirmó en el Senado que nadie sabía quién era Marset y por ende mintió? Carolina Ache no. ¿Quién fue el responsable y permanece en su cargo como si nada?”, se preguntó Bordaberry al final de la columna, y la remató con otra referencia literaria: “Elemental, Watson”.
Reacciones
Ayer de tarde, esa columna de opinión se paseó por varios whatsapps de dirigentes colorados. Uno de ellos subrayó a la diaria que Bordaberry pasó “del amor al odio” con el gobierno, porque si se repasan las columnas del exsenador de hace unos meses, “era el más leal al gobierno”, pero ahora “está pidiendo públicamente la renuncia de ministros”, y lo notan “muy belicoso”. Agregó que “debe estar enojado por algo” y por eso “arremete, ataca” con una columna que está “plagada de medias verdades”.
Otro dirigente colorado también subrayó el cambio de postura de Bordaberry en relación al gobierno, que pasó de “adularlo” al silencio, y ahora “se mete con alguien del riñón” de Lacalle Pou, como lo es Bustillo. Puso como ejemplo una columna de Bordaberry de hace un año y medio, también publicada en El País, cuando el exsenador colorado criticó a los oficialistas que “se empiezan a desmarcar del gobierno”.
La fuente colorada agregó que el razonamiento de Bordaberry es “contradictorio”, ya que, en todo caso, siguiendo su pensamiento, “había que echar a los dos”, tanto a Ache como a Bustillo, porque ambos “sabían, con mayor o menor grado”, quién era Marset. Por lo tanto, para los dirigentes colorados consultados, lo que plantea Bordaberry sobre la responsabilidad de Bustillo “no exime a Ache”. A todo esto, entre los colorados también señalaron una respuesta de Bordaberry a un usuario de Twitter el 30 de diciembre, cuando comentó que en realidad no defiende a Ache y que la exsubsecretaria “hizo lo correcto ante el error: renunció”.
Además, los colorados subrayaron que si, para Lacalle Pou, Ache actuó acorde a las normas y la respaldó, cabría esperar la misma postura del mandatario en cuanto a la responsabilidad de Bustillo en el tema Marset.
Por esta última línea caminó el diputado nacionalista Juan Martín Rodríguez, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara baja, quien señaló a la diaria que el accionar “tanto del Ministerio de Relaciones Exteriores como del MI” en el asunto Marset fue “acorde y sujeto a derecho”, por ende, entiende que “no corresponde renuncia alguna, ni la de Ache ni la de Bustillo”.