El Movimiento de Participación Popular (MPP) está transitando un congreso particular, ya que no se limita a una instancia de debate en una fecha determinada, sino que hace meses el sector liderado por José Mujica lleva a cabo fogones, instancias de debate y diversas actividades, todo un camino que concluirá el fin de semana del 18 y 19 de marzo en un plenario. En el marco de ese congreso se redactó un borrador de documento con el resumen de la discusión generada para ser analizado internamente y pulirlo en el encuentro final.
En ese documento, al que accedió la diaria, el MPP hace autocrítica de diversos asuntos, como su funcionamiento interno y su incidencia en el Frente Amplio (FA), y llama a ampliar la base social de la coalición de izquierda de cara a las próximas elecciones, que se desarrollarán en 2024, similar a lo que ocurrió en 2004, cuando se conformó la Nueva Mayoría, algo que también han propuesto otros sectores.
El texto indica que “muchos fueron los avances en los cambios a favor de las mayorías populares en los gobiernos del FA”. “Profundizamos la democracia, enfrentamos crisis internacionales, mejoramos las instituciones y todos los servicios públicos. Uruguay se hizo más justo y transparente, vivió 15 años que dejaron una sociedad con mejor nivel de vida, mayores derechos y mejores instituciones”, aunque también “falta cambiar muchas cosas que deberán realizarse en gobiernos futuros”.
“Las elecciones de 2019 mostraron que una mitad del país apoya el camino de seguir con las transformaciones que comenzó el FA, y la otra mitad se mostró disconforme con ello”. En el MPP consideran que “el subjetivo de las mayorías no marchó en forma paralela a los hechos objetivos de la situación nacional”, y se preguntan el porqué. Entre otros motivos, encuentran que “no hubo un acompañamiento ideológico en general con los cambios”, que “no hubo una participación popular junto al gobierno”, que “hubo carencias en temas importantes como la vivienda” o que “la convivencia ciudadana fue afectada por factores nuevos, potentes y peligrosos”. Estos y otros factores “se dieron al mismo tiempo, y no es fácil medir cuál es la importancia relativa de cada uno de ellos”.
Pero “el regreso al gobierno de los sectores oligárquicos y sus aliados fue posible por medio de una coalición conservadora claramente identificada con una concepción por la negativa”, ya que “su eje central fue y es ser anti-Frente Amplio, sin un proyecto explícito de su programa político de gobierno”, y en cuya visión “el Estado es un obstáculo a la libertad económica, que representa un problema”.
Salir de los debates “muy metropolitanos”
Para el MPP, en sus gobiernos el FA “no siempre actuó como intérprete de las necesidades de vastos sectores del pueblo, y eso hay que recuperarlo”. “Debemos poner atención a los rincones del país donde los compañeros tienen una lucha difícil, donde debe pensarse con una perspectiva de desarrollo nacional. A veces en los debates políticos somos muy metropolitanos”, apuntaron.
Por otro lado, señalaron que “la izquierda no puede cometer el error político de abroquelarse en torno al núcleo más duro que trabaja luchando por el socialismo, y debe trabajar para ampliar el bloque social con el que trabaja”. Pero “ello no significa perder identidad” ni “desdibujar los objetivos socializantes”. Entienden que “ampliar las alianzas y la base de sustentación política sin lucha de ideas puede conducir a debilitar el programa de cambios”, y al mismo tiempo “es importante tener en cuenta el riesgo de radicalizar el discurso y achicar el marco de alianza que lleva a debilitar la viabilidad del proyecto”.
En cuanto a la unidad del FA, el sector entiende que esta “no puede entenderse como el cultivo de la autocomplacencia ni la falta de autocrítica”, sino que, por el contrario, se debe “discutir fraternalmente, explicitar nuestras diferencias sin miedo, respetar todas las opiniones y, en última instancia, apostar a construir una síntesis”. “Nosotros tenemos que seguir avanzando en nuestras definiciones hacia el socialismo, pero sin romper la unidad y los equilibrios del FA, impulsando nuestras ideas sin que sea un obstáculo para ampliar y ensanchar la unidad”, indicaron en el escrito.
Autocrítica y estrategia
El sector hizo énfasis en su caudal electoral, que se refleja tanto en las elecciones nacionales como en las internas. Por ejemplo, en la instancia de diciembre de 2021, que dio la victoria como presidente del FA a Fernando Pereira, el MPP terminó segundo detrás de la lista 1001, del Partido Comunista y sus aliados. Pero en una autocrítica se indica que “es un tema delicado y de difícil tratamiento [el de] los conflictos personales derivados de la integración de las listas de candidatos a cargos electivos, así como la pérdida de compañeros que no aceptaron las decisiones colectivas”.
“Hemos definido que los sueldos de los cargos electivos son de la organización y no del compañero legislador o edil, pero hubo casos en que no se razonó de la misma manera para los cargos. Tanto el cargo como el salario corresponden al MPP, pero se han dado casos mal resueltos en que no se razonó así, o tuvimos dificultades para discutir fraternalmente como compañeros y aceptar luego lo decidido”, indica el documento. Además se apunta que “en el MPP la militancia no es una carrera política o una profesión” ni está hecha para “satisfacer fines personales”.
Por otro lado, para el MPP “es claro y absolutamente determinante en esta etapa alcanzar la victoria en las elecciones de 2024 y acceder al Gobierno Nacional”. Pero a la vez entiende que “hoy se necesita una forma de acumulación política nueva en la sociedad”. Por lo tanto, “es imperativo pensar en una unidad más grande que el FA, nucleada en torno a una unidad programática que responda a las visiones de las organizaciones sindicales, del empresariado nacional, cooperativas, organizaciones sociales, que han integrado la base social de los cambios antes y que ahora hay que ampliar”, y que “esa deberá ser la base del nuevo gobierno electo”.
El borrador indica que el FA debe “fortalecer los lazos” con diversos sectores sociales, “mucho más allá de lo que son nuestras alianzas naturales con el movimiento social, sindical y estudiantil”, lo que lleve a “tejer nuevamente acuerdos y programas”. “Debemos ser los ‘Constructores del Nuevo Encuentro’, que vaya más allá del FA y del núcleo más duro de la izquierda. No nos olvidemos de nuestra historia, cómo llegamos al gobierno, que fue convocando a otros grupos y sectores sociales que nos acompañaron en el año 2004”, añade el documento.
El MPP también entiende que debe fortalecerse a sí mismo. “Con frecuencia no sabemos cómo enfrentar un problema derivado de tener distintos puntos de vista sobre un tema, y al no poder discutirlo y llegar a una síntesis, optamos por permitir que un compañero o compañeros formen otra agrupación, o simplemente se vayan para su casa”, dice el borrador, que añade que “con frecuencia prima la opinión individual sobre la colectiva en las decisiones de militancia”.