Casi aterrizado de Madrid, España, donde participó en la Feria Internacional de Turismo, Tabaré Viera se apresta a decir que la temporada, por el momento, es “buena”, y sostiene que aguardarán hasta abril para conocer si las perspectivas que tenían fueron las correctas, una vez que lleguen los datos estadísticos.

Esas “tendencias” -en base a datos primarios de operadores privados y Migraciones- fueron cuestionadas por el Frente Amplio (FA), que incluso analizó llamarlo a sala del Parlamento. Para el ministro de Turismo, Fernando Pereira, presidente de la colectividad que hoy es oposición, “salió con un tono y una forma de poner en duda que, en el fondo, revela que es casi como un deseo que le vaya mal al país”.

Por otra parte, Viera aseguró que el Partido Colorado (PC) es el socio más fiel de la administración, a diferencia de Cabildo Abierto. En ese marco, dijo que el histórico partido “marca un perfil siendo consecuente, pero no obsecuente”.

Asimismo, se refirió a las distintas salidas del gabinete de distintos dirigentes colorados, pero prefirió no referirse a la situación que hoy atañe al líder del sector mayoritario de la colectividad política, Adrián Peña, con respecto a su título universitario.

A poco de que cierre el primer mes del año, ¿se exageró al decir que fue el “mejor inicio” de temporada en cuatro décadas, como planteó Remo Monzeglio?

No puedo decir que se exageró porque la experiencia que tiene Remo en turismo es innegable, por más que se pueda o no estar de acuerdo. Habló sí de récords, por ejemplo, en llegada de cruceros, que se acaba de restituir y eso es muy importante por el movimiento que generan hasta abril. Ha habido récord en amarras en puertos deportivos en general, particularmente en Punta del Este, donde hay lista de espera.

¿Eso es síntoma de que puede llegar a haber una buena temporada, más allá de que no estén las cifras oficiales?

Eso quiero aclarar. El ministerio da datos estadísticos, técnicos, a trimestre cerrado. Nosotros no podemos hablar actualmente de una temporada, podemos hablar de una tendencia que se confirma. Desde que abrimos fronteras trimestre a trimestre en 2022 fue en una línea en ascenso, en proceso de recuperación de lo que sufrió el turismo en la pandemia. Tanto que el tercer trimestre del año pasado ya tuvimos cifras de cantidad de turistas y de gastos similares al del mismo período de 2019, que fue el año anterior a la pandemia. Y el cuarto trimestre de 2022 ya tuvimos más turistas que el cuarto trimestre de 2019. El inicio de temporada ha sido bueno, tenemos algunos datos en crudo que no están todavía depurados, que no son datos estadísticos.
El otro dato clave, indicio de que ha empezado bien la temporada, son los niveles de ocupación; nos comentan los operadores privados que hubo 90% en promedio desde fines de diciembre hasta mediados de enero en todos los destinos.

Los hoteleros han planteado que desde el 16 de enero ya se nota la falta de turistas.

Históricamente, baja. Por suerte empezamos muy bien. El gran desafío es febrero. Toda la vida se ha hablado y seguimos planteándonos el desafío de la desestacionalización, que no tengamos un turismo sólo de estación de verano y de los primeros días del año. De cualquier manera, siguen hoy con niveles de ocupación muy altos. Se ha hablado de la gran competencia desleal, de alguna manera, de los apartamentos, de las viviendas que se alquilan informalmente. Este es un tema pendiente que estamos trabajando. Todo lo que es informal que se alquila quita muchos clientes y no pagan impuestos, no tienen controles, no están registrados en el ministerio, no dan garantías, no generan empleo. En ese sentido estamos trabajando en un proyecto de ley que va a regular la vivienda de uso turístico comercial.

¿Cuándo se prevé presentar ante el Parlamento?

Ya está pronto, está para la firma de los ministros y el presidente. En marzo ya debería estar tratándose en el Parlamento.

¿Cómo ha visto los cuestionamientos que se hicieron desde el FA en este comienzo de temporada?

Me parecieron un poco exagerados y un poco absurdos. Negar que ha sido un buen inicio de temporada es imposible, yo ya lo califiqué como querer tapar el sol con un dedo. Realmente, todos vimos y todos coinciden en que fue un inicio muy bueno.

Hubo dirigentes del oficialismo que dijeron que el FA quería que le fuera mal al gobierno, en especial con esta temporada turística. ¿Coincidís?

Confieso que me disgustaron mucho las declaraciones que hizo el presidente del FA, Fernando Pereira. Me llamaron la atención, porque salió a criticar en un momento clave que todo el mundo lo veía: playas llenas, hoteles con 90% de ocupación, restaurantes... Salió con un tono y una forma de poner en duda eso que, en el fondo, revela que es casi como un deseo que le vaya mal al país. Revela una actitud de oponerse a todo en forma sistemática y donde todo se critica, se desmiente, o se dice que “no es suficiente”. No creo que fuera feliz la declaración de Pereira.

¿El PC es el socio más fiel del gobierno?

Creo que sí, pero del gobierno no. Nosotros somos el gobierno, nos sentimos el gobierno, formamos parte porque es de coalición. No es un gobierno de un partido; lo que también sentimos es que, con la mayoría encabezada por el presidente, evidentemente, creo que el PC ha sido el socio más consecuente, no obsecuente. Además de colaborativo. Tenemos vocación y formación de gobierno que nos hace ver que después de ponernos de acuerdo en alguna cosa seguimos hasta el final. En ese sentido hacemos aportes en el lugar que tenemos que hacerlo, donde participamos como responsables del área en la gestión o en el área parlamentaria, pero una vez acordado seguimos hasta al final.

¿Cree que no pasa eso con Cabildo Abierto?

A veces no ha pasado. Después de llegar a un acuerdo se vuelve a tener “peros”, pero son situaciones que tenemos que mejorar. Son desafíos. Hace tiempo que vengo opinando que nuestra tarea ahora -que creo que no son tiempos de candidaturas, y no es retórica, porque a veces todos dicen esto, pero hacen otra cosa- es avanzar, hacer crecer a la coalición republicana. ¿Esto es avanzar hacia un partido único? No, porque claramente no lo somos ni lo vamos a ser. Tenemos nuestros matices. Sí se debe avanzar en lo institucional.

Ustedes insistieron con la mesa de coordinación, pero el presidente ha optado por el “pico a pico”.

Hay diálogo, hay ámbitos de coordinación como el parlamentario y el Ejecutivo.

¿Hubiesen preferido que el Consejo de Ministros se reúna una vez a la semana y no una vez al mes como ocurre?

Es un órgano institucional del país. No es un ámbito político, que es lo que está faltando. Un Secretariado, un Ejecutivo o una mesa de coordinación, llámese como se quiera, pero tiene que haber un ámbito político fuera de la coordinación parlamentaria, del Ejecutivo y en la que periódicamente el presidente convoca a los líderes partidarios. Tiene que haber una forma de trabajo sistematizada y con órganos donde allí se expresen las diferencias, las opiniones, las propuestas y se coordine.

¿Cómo hace para marcar perfil el PC teniendo en cuenta que es el socio más fiel hoy de un líder del Partido Nacional?

El PC marca un perfil siendo consecuente, pero no obsecuente. No es que no hayamos tenido nuestras diferencias o no hayamos planteado nuestros puntos de vista y se hayan incluso aceptado muchos de ellos. Pasó en la LUC [ley de urgente consideración], en las instancias presupuestales... Es innegable que el PC lidera algunas transformaciones que son insalvables, absolutamente necesarias, dicho por todos los partidos políticos, pero que después no actuaron igual.
Somos el partido de la socialdemocracia en la coalición, no hay duda. El batllismo ha sido eso en la historia del país y seguimos siéndolo. Tendremos que hacer tal vez un esfuerzo de comunicación mayor, porque a veces son problemas de comunicación, para mostrar ese perfil socialdemócrata, y ese espacio que yo creo que es bien importante porque en el mundo ha quedado demostrado que los extremos han fracasado.

Entonces, ¿hoy el PC es de centro?

Sí, lo es, claramente. Eso representa el batllismo, a veces más centroizquierda, a veces más centroderecha. Hoy habría que discutir lo que es izquierda y lo que es derecha. Habría que discutir quiénes son conservadores y quiénes son progresistas en este país, y probablemente descubramos que hay un corte transversal en varios partidos.

Durante el transcurso del gobierno se dio la salida de distintas autoridades coloradas, como Ernesto Talvi, Carlos María Uriarte, Germán Cardoso y, por último, Carolina Ache. ¿Cuánto afectó a la interna del partido?

Tal vez lo que más afectó fue la salida de Talvi. Más que del ministerio, su retirada de la política siendo en aquel momento el líder del sector mayoritario. Ganó las internas y tuvo que haber asumido un liderazgo. Creo que es uno de los problemas que ha tenido el partido. Todos los partidos en Uruguay sufren mucho en los procesos de renovación, pues no es fácil.

¿Le pasa más al PC que a otros partidos?

Al PC le ha costado mucho porque tenía líderes muy fuertes, muy pesados hasta los principios del 2000. Me estoy refiriendo al doctor [Julio María] Sanguinetti y al doctor Jorge Batlle. Cuando tenés líderes tan fuertes y tan pesados no es fácil sustituirlos, entonces la renovación costó. Luego apareció un [Pedro] Bordaberry, pero lamentablemente también se retiró de una manera, creo yo, más seria, más elegante, anunciando con anticipación, cumpliendo hasta el último día con el mandato en una gran gestión parlamentaria en el Senado, pero se retiró.
Luego apareció Talvi como figura renovadora en el partido y a los tres meses renunció a la política, no solamente a su cargo.

¿No fue de “forma seria” la salida de él en comparación a la de Bordaberry?

Por lo menos a mí no me gustó, yo no lo voy a calificar de seria o no. Creo que podía haber renunciado por los problemas que esgrimió o que pensó en la cancillería cuando era un ministro muy bien calificado en aquel momento. O por diferencias con el presidente de la República. No sé, por la razón que fuera podría haber renunciado a la cancillería pero vuelto a su cargo para el cual lo eligió la gente, que era en el Senado. Eso, al proceso de renovación del liderazgo en la interna del partido, no fue bueno.
Sobre los otros cambios ministeriales, creo que están dentro de lo que normalmente ocurre en un período de gobierno. Siempre se dice que los ministros somos fusibles.

Lo curioso es que la mayoría de los que han cambiado son del PC.

Fue por distintas razones.

En su mayoría, por cuestionamientos. A Ache, por el caso Marset, a Cardoso, por el caso Kirma...

Ache renunció por una razón de sensibilidad política porque entendió que no tenía más el apoyo de su sector. Está claro que en el caso Marset la cancillería no era la responsable de la expedición del pasaporte.

¿Tendría que haber continuado en el cargo, entonces?

Sí, pero ella decidió renunciar por sensibilidad política y también es comprensible. Hay distintas circunstancias, unas más felices que otras. Las otras también fueron decisiones políticas de sustituir a un ministro por pérdida de confianza política o por las razones que fuere. Cada partido define a sus representantes en un gobierno como este de coalición.

¿Tiene que volver Pedro Bordaberry?

Sí, tienen que volver todos.

¿Talvi incluido?

Todos. Todos los que quieran tienen un lugar bajo el sobretodo de Batlle.

Usted ha dicho que no son tiempos electorales, pero el PC debe ir sondeando quién puede ser la cara visible de cara a la campaña electoral. ¿Hay alguien en Batllistas que pueda tomar esa posta hoy en día?

Hay muchos.

¿Quiénes?

No tenemos hoy un candidato, no porque no lo tengamos. Es porque hay una decisión expresa de no candidatear a nadie. Nadie se ha candidateado, ni Batllistas ha candidateado a nadie. Resta mucho del gobierno, hay mucha gente que está en gestión y es fundamental. Falta un año de gestión, donde puede hacer una buena administración y descollar; o al revés, puede salir muy mal de la gestión y podría haber sido candidato pero ya no será. Manosear nombres a esta altura me parece muy malo y así lo hemos decidido. Lo importante es que el precandidato que va a llevar Batllistas es el que esté mejor llegado el momento.

Raúl Batlle dijo a Búsqueda que usted en el Foro es la persona que más votos y más representación tiene. ¿Sobrevuela la idea de ser candidato?

Soy un hombre de partido, es decir, voy a estar donde tenga que estar.

El partido es el que tiene que definir si usted puede ser candidato.

En el peor momento, en 2004, que yo era intendente de Rivera y tenía que ir a una reelección, me llamaron y me impusieron ser compañero de fórmula faltando dos meses para la elección del candidato Guillermo Stirling. Puse en riesgo mi propia reelección a nivel departamental y fui, así que yo voy a estar de verdad donde tenga que estar. Hoy no me voy a candidatear.

¿Qué opinión le merece la candidatura de Guzmán Acosta y Lara? Ya la largó.

Me parece un poco apresurada, prematura. Lamentamos que fuera una decisión personal que lo llevó a alejarse de Batllistas. Por los fundamentos de que no queremos ahora tener candidato, creo que ha sido demasiado apresurado. Que se hable de nombres...

Como de Gabriel Gurméndez y Robert Silva, que ambos están constitucionalmente inhibidos de hacer política por sus cargos actuales.

Que se hable me parece bien. Son de las tantas figuras buenas que tiene el PC, es innegable que están haciendo una buena gestión, por eso hablamos de esperar a que la terminen. Son de distintos sectores, quizás puedan concurrir todos a una elección interna que definirá el candidato del partido.