La obra del intercambiador en la ruta Interbalnearia, a la altura de Parque del Plata, fue inaugurada este viernes con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, y el subsecretario de la cartera, Juan José Olaizola.

Entre gritos de apoyo y también cánticos y carteles de protesta, con pedidos de explicaciones por casos de corrupción, Lacalle Pou habló en la inauguración. “Si nos sacáramos cada uno la camiseta ideológica de las ideas y de la batalla política, creo que todos estaríamos de acuerdo con que esto es una gran obra, es una obra necesaria”, expresó.

La ruta, cuya obra empezó en junio de este año, está elevada y la avenida Argentina, que va de norte a sur, quedó por debajo, lo que generó la creación de calles laterales y rotondas. Además, incluye un puente de casi 100 metros de largo y se eliminaron los semáforos. La obra, que se espera que permita una mayor fluidez en el tránsito, costó alrededor de 12,8 millones de dólares, segun el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

El presidente resaltó que “va a ser una obra que tenga un antes y un después en la circulación”, y dijo que esa localidad de Canelones es cada vez “más ciudad”, debido a que las personas la eligen para radicarse.

“Me parece que hoy estamos cumpliendo” tras escuchar a la gente, dijo el mandatario, e hizo hincapié en que “a la gente no se la escucha porque grite más alto o más bajo, se la escucha [para] ver si tiene razón o no, por más que hable bajito”.

“Es muy difícil ser justo, y no siempre los recursos alcanzan”, planteó, y agregó que el gobierno “ha tratado con profundo respeto los recursos de los uruguayos”. Destacó que no dejan “obras sin terminar” ni “funden” empresas públicas.

Por su parte, Falero subrayó que estas “son obras que se piensan, se elaboran”, y destacó que este es un proyecto “muy complejo” por la escasez de espacio. “Es un proyecto que estamos acá disfrutando y vemos lo lindo que queda terminado; debajo de esto hay más de 1.500 metros de cable a tres metros bajo tierra, que permiten que todos los fluviales circulen con tranquilidad y seguridad para que no se vea afectado el entorno”, explicó.