Ya no es por la pandemia de covid-19 pero podría decirse que el gobierno apela ahora al mismo concepto que en 2020: el de la libertad responsable. La situación acuciante en este inicio de 2023 es producto de una sequía de magnitudes de escasos precedentes. El viernes, ante la bajante de ríos, arroyos y lagunas que se utilizan para el abastecimiento, OSE exhortó a la población a “consumir responsablemente el agua potable, con el objetivo de minimizar usos no prioritarios”.

Pero se apela principalmente a la responsabilidad, entre otros motivos, porque es poco probable que la empresa pública pueda salir a fiscalizar las denuncias que lleguen o a recorrer los barrios para chequear el cumplimiento de las restricciones, como la prohibición de regar o lavar autos y veredas. Así lo reconoció a la diaria el presidente de OSE, Raúl Montero, quien durante la conversación hizo énfasis en que el punto clave de este llamado a la solidaridad es que la gente tome conciencia de la situación y no sean necesarias las sanciones.

Las reservas de agua son escasas en comparación con otros períodos de mayores precipitaciones, pero hay dos zonas del país en donde “las luces están más cerca de estar rojas”. Se trata de localidades y balnearios de Canelones comprendidos entre los arroyos Pando y Solís Chico, como Salinas, Atlántida y Parque del Plata, entre otros, que se abastecen de la Laguna del Cisne, y se estima que allí no hay más agua que la suficiente para garantizar el servicio durante los próximos 15 días, si sigue sin llover. Apenas mejor es la situación en Minas, Lavalleja, que se abastece principalmente del arroyo San Francisco -cuyo embalse “está mermando demasiado”, según Montero- y que tiene una “ayuda extra” del río Santa Lucía.

Para agravar la situación, este fin de semana se registraron temperaturas cercanas a los 40° C en distintas zonas del país, lo que provoca en la población una mayor necesidad de agua, es decir, hay baja en la oferta y un aumento en la demanda. El viernes, de hecho, en Montevideo y el área metropolitana se registró el pico máximo de consumo en lo que va del año, que es cercano al récord histórico. “Uno espera que se consuma menos agua pero era muy esperable [el aumento] por las temperaturas”, dijo Montero. “Vamos a ver si podemos ir convenciendo un poco de la necesidad que tenemos de ir administrando el agua el mayor tiempo posible”, agregó.

Comentó que este lunes habrá reuniones de trabajo para organizar las tareas de fiscalización, pero no está previsto contratar más personal y se irá analizando “sobre la marcha”. Tampoco está del todo definido qué tipo de sanciones pueden aplicarse en caso de constatarse un mal uso, ya que “la OSE no tiene vocación de fiscalizar porque no es su rol”. En última instancia, no se descarta aplicar cortes de servicio para los infractores porque la empresa tiene “derecho a restringir el uso de agua” si la persona “está incumpliendo el contrato que firmó”.

Montero reiteró que la idea es que la gente sea responsable en función de cuidar un bien común como el agua potable, y reconoció que “fiscalizar es un concepto muy duro”, además de que teme que “las denuncias de la gente puedan producir divisiones entre vecinos”.

En el peor escenario, que sería que el país siga sin recibir lluvias durante varios días más, Montero dijo que se haría algo ya aplicado en otras partes del mundo, que es “dar agua por zonas”. “Donde más cerca estamos de esa situación” de cortes de agua es “en la zona de Laguna del Cisne”, aunque como se trata de una zona de balnearios es posible que, por un factor estacional, en los próximos días empiece a bajar la cantidad de usuarios de agua potable, excepto en los feriados de Carnaval. 

Sindicato denuncia que faltan funcionarios

Por su parte, la Federación de Funcionarios de OSE (FFOSE) emitió un comunicado en las últimas horas donde manifestaron que las autoridades de la empresa pública “toman estas medidas en el marco de una política de fuertes recortes que ellos mismos aplican en la empresa, siguiendo los lineamientos que impone el Poder Ejecutivo”, y que la falta de personal “hoy rompe los ojos como consecuencia de la eliminación de los cargos vacantes”.

La falta de funcionarios provoca que “hoy se estén cortando licencias de los trabajadores, argumentando razones de servicio”, además de que “se atrasan los arreglos de roturas de caños en las calles, perdiéndose agua justamente en medio de una sequía”.

Y finalmente, el sindicato expresó en el comunicado que “las causas de fondo de la falta de agua disponible para potabilizar, así como de la calidad de la existente, se hallan en el modelo productivo que se aplica en nuestro país desde hace décadas”, que implica “un uso del suelo y cursos de agua que prioriza el lucro del capital por encima de las necesidades de nuestro pueblo”.

El presidente de FFOSE, Federico Kreimerman, declaró a la diaria que la sequía representa “una realidad preocupante” y el sindicato comparte “cualquier exhortación a cuidar el agua potable”, pero expresó que esta situación de falta de agua “viene a poner de manifiesto una realidad” que vienen denunciando los funcionarios.

“A día de hoy, por la sequía, se han cortado las licencias de personal operativo, sobre todo el personal de calle y de las plantas de agua potable, y esto es porque no hay suficiente personal”, dijo y agregó que, incluso, “a pesar de tener todo el personal disponible, no se está logrando cubrir la demanda actual” de los usuarios para reparación de caños y demás.

Kreimerman también denunció una “pérdida sistémica” de agua, que se denomina “agua no contabilizada”, es decir, que sale de las plantas pero no llega a las casas y empresas. Según dijo, es casi la mitad el agua que “se pierde en la red, en tanques que se desbordan, en caños viejos”, debido a “la disminución de la inversión en infraestructura”.

Vocal del FA hace “fuerte llamado a la población para respetar las restricciones”

El director de OSE en representación del Frente Amplio (FA), Edgardo Ortuño, conversó con la diaria e hizo énfasis en la gravedad de la situación. En base a un informe de Inumet, dijo: “Tuvimos el enero más seco de los últimos 40 años y en algunos puntos del país el menor índice de precipitaciones de los últimos 60 años”. Y otro dato es que, “a diferencia de sequías anteriores, esta tiene una extensión territorial más amplia, generalizada”.

En ese contexto, “hacemos un fuerte llamado a la población para respetar las restricciones”, dijo, y apuntó a “la solidaridad que siempre ha caracterizado a la población” de Uruguay. El objetivo es “no tener usos excesivos y no prioritarios del agua”, porque eso podría afectar “las posibilidades de acceso al agua de quienes están teniendo más dificultades”.

Pero también hizo un planteo en torno a la “política pública” de este gobierno. “Si le pedimos este esfuerzo a la población también tenemos que pedirle al gobierno amplitud de miras”, expresó, y pidió una “convocatoria” a todos los partidos “para hacer un acuerdo nacional por el agua que establezca nuevas prioridades” en torno a “obras que permitan atender esta situación para que no se repita en el futuro”.

En este sentido, cuestionó que “de estar construida la represa de Casupá”, que “debió encararse porque estaba pronta para licitar la obra en 2020”, habría “reserva de agua” suficiente. Y así repasó otras obras que, según dijo, estaban previstas y la actual administración decidió postergar.

Según dijo, el financiamiento para esas otras “debe obtenerse de un replanteo del gobierno en relación al proyecto Neptuno”, que consiste en instalar una planta potabilizadora en Arazatí. Es que, de “optarse por el financiamiento público y la propiedad pública, se obtendría un ahorro de 300 millones de dólares, que es el sobrecosto que tiene el modelo de negocios de propiedad, mantenimiento y financiamiento privado que ha elegido el gobierno”.

Ortuño expresó que “la sequía llegó para quedarse”, porque es un fenómeno con influencia del “cambio climático”, por lo que se estará “padeciendo cíclicamente”. Por eso, llamó a “tener la responsabilidad” de “disponer los recursos económicos para concretar soluciones de fondo”.