El exjefe de seguridad de Presidencia Alejandro Astesiano rastreó mediante cámaras el recorrido del presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, antes del accidente de tránsito que tuvo en Punta Carretas, en febrero del año pasado. Compartió la información con el secretario personal del presidente Luis Lacalle Pou, Nicolás Martínez, y con el subdirector de Policía, Jorge Berriel. Ayer, apenas se conoció la noticia, las reacciones en las distintas filas políticas no tardaron en llegar.

El senador del Partido Nacional Jorge Gandini dijo a la diaria que el hecho es “una barbaridad” y subrayó que no defenderá cosas que considera que “objetivamente están mal, salgan de donde salgan y afecten a quien afecten”. Agregó que es “lamentable la utilización de una posición de privilegio para violentar los protocolos y las normas con que deben usarse los mecanismos de vigilancia” y que esto revela que Astesiano “obviamente tenía influencias sobre mandos medios para obtener información y utilizarla a su antojo, más allá de que fuera efectiva o no”.

“A mí me confirma que Astesiano utilizaba su posición para obtener resultados en su gestión y usarla a su favor, tanto sea hacia las autoridades como para mostrar que era un fenómeno que llegaba antes que los demás, como en su beneficio económico y personal. Creo que no era la cabeza de una organización ni estaba combinado con nadie de la Torre Ejecutiva, pero desde ese lugar abría puertas a quienes le pedían favores por fuera de la norma”, sostuvo Gandini.

Por último, el senador dijo que se deben blindar “las garantías individuales de los ciudadanos”, porque “si hay quien puede vulnerar estas cosas, no debe volver a pasar”. “No me importa que haya sido al presidente del PIT-CNT o a un ciudadano cualquiera. Abdala hizo un acto condenable, pero sus actos condenables tienen que ser sancionados por las autoridades competentes, en este caso, por la Justicia penal y eventualmente por la departamental, pero no pueden saltearse los protocolos y los procedimientos que otorgan garantías”, finalizó.

El también senador blanco Sebastián da Silva le bajó el perfil al hecho. En una rueda de prensa dijo que “están queriendo relatar una persecución inexistente”, ya que “el gobierno no persiguió a nadie”. “El que se dedicó a tomar whisky y a andar chocando autos fue el presidente del PIT-CNT. Eso tuvo una causa judicial, el hombre pagó sus culpas y santas pascuas. Hablar de ‘persecución’ y ‘hostigamiento’ es faltar a la verdad”, consideró. A su entender, se trata de “una maniobra del Frente Amplio [FA] para volver a traer el tema de Astesiano”, y sólo falta que mañana aparezca un audio del exjefe de seguridad de Presidencia “hablando con el papa Francisco para tratar de agarrar la Guardia Suiza del Vaticano”.

En tanto, el senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech dijo a la diaria que la conducta de Astesiano “es reprobable”, pero a esta altura “las medidas las debe adoptar la Justicia en su ámbito de competencia”. En cuanto al hecho concreto, relacionado con Abdala, Domenech dijo que de Astesiano ya no le “sorprende nada”.

Para el FA es “gravísimo” y “una perla más de un collar que parece no terminar”

En tanto, en filas de la oposición, el senador del FA Charles Carrera, que fue uno de los políticos a los que la empresa Vertical Skies solicitó a Astesiano investigar, dijo a la diaria que es “gravísimo” que se “realice [actividad de] inteligencia sobre dirigentes sociales y opositores en una democracia, y más desde uno de los principales poderes, que es el Ejecutivo”.

Asimismo, si bien dijo que “ya estaba confirmado” el espionaje contra él y el senador Mario Bergara, opinó que esto lo termina de demostrar. “La infraestructura de seguridad pública debe estar al servicio general de todos los habitantes y no se puede utilizar para perseguir a los que puedan disentir con el gobierno”, agregó Carrera, quien señaló que el audio de Astesiano dirigido a Martínez, en el que dice “hay que matarlo a este hijo de puta”, transmite “el odio” que tiene hacia el FA y la dirigencia sindical.

Resaltó que de esta manera se “desmiente totalmente” al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, quien a fines del año pasado dijo que era “imposible que la infraestructura de seguridad pública se use para realizar tareas de inteligencia”.

A su vez, el senador del FA Sebastián Sabini dijo a la diaria que es “una perla más de un collar que parece no terminar”. En ese sentido, llamó la atención sobre el hecho de que se utilizó el sistema de vigilancia del Ministerio del Interior (MI) para “perseguir y espiar” a un dirigente sindical, “nada menos que al presidente de la central”.

“Si eso le ocurrió al presidente del PIT-CNT, no quiero saber en qué queda el resto de los ciudadanos. Esto se suma a la gestión de Astesiano en relación con el espionaje a dos senadores [Bergara y Carrera]. Creo que tiene que haber responsables y nos preguntamos si alguien del MI o de Presidencia sabía esto, y sin duda que nos pone en alerta”, apuntó. Además, adelantó que tomarán acciones parlamentarias, de las que prefirió no ahondar porque el FA debe discutirlo internamente. “Amerita todas las posibilidades legislativas”, adelantó.