En la noche del miércoles anunciaron su salida del Nuevo Espacio dos dirigentes integrantes de la Mesa Ejecutiva Nacional del sector: Gimena Urta y Gastón Castillo. La primera, exedila y ahora secretaria de la bancada de diputados del Frente Amplio (FA), emitió un comunicado en el que dijo que su “visión de sostener una militancia activa” ya “no tenía posibilidades de expresarse de forma cabal” en la agrupación. El segundo, secretario general de la Juventud del Nuevo Espacio -hasta su renuncia-, expresó “diferencias ideológicas y políticas con el rumbo que ha tomado el espacio” liderado por Rafael Michelini.

La decisión de ambos, que incluye la salida de una treintena de militantes, causó molestia en la interna del Nuevo Espacio porque, según las fuentes del sector consultadas por la diaria, no habían manifestado diferencias en la orgánica, pese a pertenecer a la directiva.

Darío Mendiondo, secretario de Organización del sector frenteamplista, manifestó a la diaria que “el Nuevo Espacio realizó [en noviembre] un Congreso con una concurrencia extraordinaria”, aprobó “un documento extenso de actualización ideológica y de perspectivas estratégicas por unanimidad después de discusiones en diferentes talleres y unidades temáticas”, lo que “implicó que muchos y muchas se fueran acercando al partido, tanto en lo previo al Congreso como a posteriori”.

En este sentido, expresó que “el sector está fuerte” y que algunos militantes “han reingresado al partido”, y que la salida de Urta y Castillo “son procesos naturales de compañeros y compañeras que sienten que pueden ser afectadas sus expectativas personales y naturalmente buscan otros horizontes”. Así las cosas, lanzó una crítica: “Hay dos tipos de personas que hacen política: las que militan por intereses personales y las que militan por ideas”. 

Más allá de esta situación, ratificó que el Nuevo Espacio ha “crecido cuantitativa y cualitativamente” en los últimos meses, luego de una mala votación en 2019, en línea con el descenso de sufragios en favor del FA.

Mendiondo aclaró que con estas salidas “no hay una afectación en el funcionamiento orgánico del partido”, porque se trata de una organización colectiva que “no está sustentada en el accionar individual de una persona”, y que el objetivo sigue siendo “acumular fuerzas para el triunfo de la izquierda en 2024”.

Carlos Calvo, otro integrante de la Mesa Ejecutiva Nacional del sector, declaró a la diaria que “llamó mucho la atención” la salida de ambos dirigentes, porque estuvieron “meses charlando sobre el plan” de lo que viene, hubo un Congreso “y de repente esto”. “Fue un poco abrupto; cuando uno en la interna de un sector político tiene alguna diferencia se supone que debería plantearla, más cuando hace años trabajamos juntos”, cuestionó.

Calvo criticó que “no hubo una señal previa” y señaló que “cualquiera puede irse de cualquier sector, pasa sistemáticamente”, pero quienes se fueron “tenían lugares donde plantear discrepancias o diferencias”, y no lo hicieron, por lo que “no gustó la forma”. De todos modos, señaló que “todos somos importantes y todos somos reemplazables”, y que por tanto “habrá que llenar los espacios” que ocupaban.

Mirta Serena, también integrante de la Mesa Ejecutiva Nacional, dijo que “cuando uno no se siente cómodo por su forma de pensar o la de los demás, tiende a retirarse del lugar” en el que está, y lamentó que a pesar de que son “compañeros excelentes”, “el que no se siente cómodo se va; de pronto en otro lugar le ofrecen algo mejor o se siente más estimulada o mejor conceptuada”.

“Así como esos compañeros que se retiraron, en este momento está ingresando mucha gente al Nuevo Espacio”, apuntó. En referencia explícita al reclamo de los dirigentes salientes, dijo que “sí se les da valor” a quienes trabajan en territorio y que “ellos no plantearon en ningún momento que tenían discordancia con algo”.

Las razones de la salida

Por su parte, tanto Urta como Castillo fueron consultados por la diaria y descartaron haber tomado la decisión para irse a otro sector, y que por ahora se encuentran como militantes independientes. Urta señaló que su salida “tiene que ver con una metodología de trabajo en territorio”, ya que “la política local” y a quienes la llevan adelante “hay que valorarlos y darles el lugar que corresponde”. Sin embargo, declaró que “el sector no valora ese trabajo, no da espacio”.

Con esa lógica, dijo que su salida no se debe a “meras aspiraciones políticas”, sino que “es mucho más profundo”. “No nos parecía que hubiera espacio para construir a futuro, esa es la verdad”, sentenció.

Castillo, en tanto, dijo que la renuncia fue el final de “un proceso” que venían “canalizando hace un par de meses junto a compañeros y compañeras que estamos frecuentemente en el territorio con concejales vecinales, municipales, dirigentes barriales de a pie”. Y en contraposición a lo que declararon los dirigentes del Nuevo Espacio, dijo que debatieron “durante mucho tiempo en los órganos internos” sus “diferencias con la visión territorial”.

De todas formas, dijo sentirse “más frenteamplista y zelmarista [por Zelmar Michelini, padre de Rafael Michelini] que nunca”. “Por ahora somos frenteamplistas independientes, pero la construcción del FA se basa en la construcción de la militancia de a pie. Sería muy raro decirte que no construimos ningún tipo de ambición política, pero irnos, en este caso del Nuevo Espacio, no fue por ningún tipo de ambición política, fue por diferencias que a mi parecer eran irreconciliables con la cúpula y la dirección”.