Los comités de base tienen un planteo “de toda la vida” de que el Frente Amplio (FA) debe rever la cantidad de sectores y listas con las que se presenta en las elecciones. Ese reclamo “histórico” es porque entienden que ese esquema no sólo lleva a la confusión de los votantes en el cuarto secreto sino que son los militantes los que trabajan organizando y fiscalizando el día de los comicios en los distintos circuitos, y tienen una labor más ardua cuantas más expresiones electorales haya. Pero, a su vez, responde a que en realidad no hay “70 visiones distintas de lo que es la izquierda”, y algunas se deben a personalismos.

Muchas veces “los desprendimientos de los sectores se transforman en sectorcitos” y otras meramente en “la presentación de una lista”, dijo una fuente de las bases con participación en la Mesa Política del FA, órgano en el cual, hace pocos días, volvió a ponerse el tema arriba de la mesa. Según supo la diaria, las bases de Montevideo plantearon que, en el marco del grupo de trabajo que se conformará para redactar reglas de juego mínimas para las precandidaturas y la conformación de la fórmula, también se trabaje allí en torno a cuántas “expresiones electorales” va a tener la fuerza política, “cuántas hojas de votación” y “qué criterios se van a utilizar” en este sentido, y señalaron que esta discusión “hay que darla lo más lejano posible del propio proceso de elecciones”.

De todas formas, hay quienes entienden que no hay otra forma que “incentivar” a que haya más acuerdos electorales y así reducir la atomización, en vez de optar por la limitación. Otra fuente de la Mesa Política señaló que la idea es “rever lo que pasó en la última elección”, donde “todo el mundo presentó una lista”. “Lo que se busca ahora es simplificar”, dijo. Y otra fuente advirtió que es necesario mantener la puerta abierta a la presentación de listas de dirigentes o militantes que provengan de otros partidos políticos, con el objetivo de agrandar el paraguas del FA.

El documento de balance y autocrítica del Congreso del FA en 2021 ya recogió este análisis y señaló que “en su propuesta político-electoral el FA necesita mantener su amplitud evitando la microfragmentación, que corre el riesgo de desnaturalizarlo como fuerza política”. Y se planteó que en parte se debe a “la aparición, cada vez con más fuerza, de proyectos personales”. Entonces se indicó que “es importante generar condiciones para la construcción de grandes espacios para no seguir reproduciendo esta fragmentación política”.

Varios líderes se han referido a este tema en diversas apariciones. Uno de los que lo hicieron con mayor fuerza fue el exministro de Economía y Finanzas Danilo Astori, que, en una entrevista con Desayunos informales al mismo tiempo que se hacía la autocrítica en 2021, dijo que “ha sido tan evidente el desvío del FA hacia temas puramente electorales y no auténticamente políticos”, que veía “una especie de atomización de sectores en el FA”. “El FA no puede tener 30 o más proyectos de cambio de país, porque ninguna fuerza política tiene eso y sin embargo el número de grupos no deja de aumentar, y el FA se diluye en una perspectiva de aumento de grupos y oportunidades electorales solamente al servicio de obtener cargos en el futuro en el marco del sistema político”, apuntó en aquella instancia.