El presidente de Antel, Gabriel Gurméndez, celebró en las últimas horas como un “resultado extraordinario” lo que arrojó el balance anual de la telefónica estatal. En una nota del diario El País se explicó que en 2022 hubo una ganancia neta de 246,1 millones de dólares, 1,5 millones inferior a la de 2021, y el dirigente colorado señaló que ambos números “son los mejores resultados de la historia”, en un contexto en el que “Antel había decidido no realizar ningún tipo de aumentos de tarifas” y con “mayor marco de competencia”, al instalarse la portabilidad numérica.
Gurméndez explicó que los ingresos operativos aumentaron 4% el año pasado principalmente porque “crece el número de clientes y el número de actividad”, aunque fue “por debajo de la inflación porque Antel no hizo ajustes de precio”. Entre otros logros destacados por el presidente de Antel, están la disminución del precio del gigabyte, la reducción de la deuda de la empresa estatal, el mayor aporte a Rentas Generales en comparación con otros años y la reducción de la plantilla laboral.
Este discurso fue rebatido por el director en representación del Frente Amplio (FA) en Antel, Daniel Larrosa, quien en un informe al que accedió la diaria afirmó que los ingresos operativos en 2022 sufrieron “una caída en términos reales de 3,9% en comparación con 2021”, al tomar en cuenta la inflación. Y además indicó que, “analizando las principales líneas de negocios (que constituyen en su conjunto el 98% de sus ingresos), todas se han contraído, sin excepción”. Esto porque la telefonía móvil, que representa 46% del porcentaje de los ingresos totales de la compañía, tuvo una disminución de ingresos en términos reales del 8,4%, similar a lo que ocurrió con los servicios fijos de acceso a internet, que representan el 39% y cuyos ingresos cayeron 5,6%. También cayeron 15,8% los ingresos por telefonía de voz fija y 1% los de data center.
El informe además señala que en cuanto a la “evolución de las ganancias medias por usuario entre los años 2021 y 2022, también el panorama es alarmante”. En telefonía móvil cayó 16%, en servicios fijos de acceso a internet 9% y 16% en telefonía de voz fija.
Servicios “de inferior calidad”
Por otro lado, el informe refiere a un “índice de reclamos” por los servicios que brinda la empresa estatal, y “también la situación del 2022 empeora”, “un claro índice de que los servicios brindados son de inferior calidad, lo que en un escenario competitivo resulta muy negativo y alarmante para un futuro cercano”. Dice el escrito que los reclamos por telefonía móvil aumentaron 38%, 11% por servicios fijos de acceso a internet y 9% por telefonía de voz fija.
Otro de los ítems en que hace hincapié el vocal del FA es el de las inversiones, y allí señala que si bien en 2022 “crecieron aproximadamente un 27% respecto a las del 2021, esto es debido a que estos últimos años las inversiones estuvieron muy deprimidas”. “De hecho”, añade el texto, “comparando el promedio de inversiones del trienio inicial de la gestión anterior (2015-2017) con el trienio inicial de esta gestión, en este gobierno las inversiones bajaron un 38%”.
Entre las conclusiones finales del informe de Larrosa se indica que las autoridades “siguen miopes hacia el mediano y el largo plazo y continúan comprometiendo el futuro del ente en aras de maximizar las ganancias inmediatas, basadas en la infraestructura construida en los gobiernos anteriores como la fibra óptica y la red celular”. Cuestionó que “existe un éxodo importante de personal capacitado en las áreas más especializadas” que “se van a diferentes ofertas del sector privado”.
“Quienes gestionan actualmente la empresa se niegan a apostar a un plan estratégico que compense la retracción del negocio”, dijo y agregó que “este plan estratégico debería apuntar al desarrollo de los diferentes servicios que se dan sobre las redes de comunicaciones tales como contenidos, servicios residenciales, servicios empresariales, agrícolas, industriales, etcétera”. En cambio, dijo que la empresa opta por “retraerse y entregar a los privados todas las líneas de negocios que significarían la supervivencia”.
En diálogo con la diaria, Larrosa indicó que “el mercado de comunicaciones clásico, de telefonía fija, está estancado, en crisis”, el de telefonía móvil “viene cayendo también”, y “este año tenemos la novedad de que empezó a caer la venta de datos”, por lo que “la estructura del negocio está en caída”. Esto “no es una novedad a nivel mundial pero sí es una novedad que todas las líneas de negocio principales de Antel están en franca caída de ingresos”.
En esa línea, Larrosa consideró que “no hay un plan de Antel para contrarrestar esa caída” y eso “es lo que enciende las luces amarillas”. “¿Qué nuevo negocio hay? Ninguno”, se respondió, y enumeró que “la quinta generación está parada”, al igual que “todos los negocios” vinculados a servicios digitales en el hogar “que deberían haberse desarrollado”, como el denominado internet de las cosas.
“Así Antel se achica. Dentro de dos años o tres, cuando asuma el nuevo gobierno, va a tener una Antel mucho más chica y con menos posibilidades porque todos los negocios de futuro no se desarrollaron”, apuntó, y criticó a Gurméndez porque está “festejando balances pero las perspectivas no son buenas para los próximos años”.