Mientras las acusaciones contra el senador blanco Gustavo Penadés por explotación sexual de menores se encarrilan en la Justicia, luego que Fiscalía decidiera actuar de oficio por las declaraciones de la militante nacionalista Romina Celeste, el tema al mismo tiempo se encamina por el lado político, directamente, en el Parlamento. El último hecho tiene relación con los fueros que ostentan todos los legisladores.

El martes, la prensa del herrerismo dio a conocer una carta que Penadés le envió a la presidenta de la Cámara de Senadores, Beatriz Argimón, en la que le pide que, “en atención a las circunstancias de público conocimiento, si el Poder Judicial solicitase el levantamiento de los fueros parlamentarios correspondientes” a su investidura, “se proceda a dar trámite a dicho pedido de forma inmediata”, y agrega: “Adelantando a usted desde ya que no formularé al mismo oposición de tipo alguna”.

Luego, por si no había quedado claro, desde la prensa del senador se comunicó que lo que solicita Penadés es que, si la Justicia pide el levantamiento de los fueros –es la única que tiene esa potestad–, la Cámara de Senadores lo apruebe en forma “inmediata, sin pasar por la Comisión de Constitución y Códigos”.

Los fueros parlamentarios se establecen en los artículos 112, 113 y 114 de la Constitución de la República, aunque en ninguna parte se denominan así. El artículo 114 dice que “ningún Senador o Representante, desde el día de su elección hasta el de su cese, podrá ser acusado criminalmente, ni aún por delitos comunes que no sean de los detallados en el artículo 93, sino ante su respectiva Cámara, la cual, por dos tercios de votos del total de sus componentes, resolverá si hay lugar a la formación de causa, y, en caso afirmativo, lo declarará suspendido en sus funciones y quedará a disposición del Tribunal competente”.

El abogado Daniel Ochs, especialista en derecho constitucional, subrayó a la diaria que los fueros pertenecen a la cámara, “no al legislador aforado”, por lo tanto, siempre es ese cuerpo el que determina si corresponde el levantamiento de fueros que solicite la Justicia. Agregó que la Cámara de Senadores puede tomar en cuenta o no que el legislador involucrado pida que se levanten “en forma inmediata”, como es este caso, pero “lo va a considerar como un elemento importante”.

El especialista señaló que no recuerda que haya existido un caso similar a este, en el que un legislador se adelanta al posible pedido de desafuero de la Justicia y solicita de manera formal que, eventualmente, se lo tramite en forma inmediata. Agregó que sí existen “malos antecedentes”, de gente que pretendió “renunciar al fuero y quedar como legislador, cosa que no se puede”, porque “para ser legislador hay que tener fueros, la Constitución no admite que se pueda ser legislador sin fueros”. Subrayó que hay un antecedente histórico del caudillo blanco Luis Alberto de Herrera, que, siendo senador, pidió que le levanten los fueros para ir a la Justicia, pero siguió siendo senador, y fue “un grave error”. “Eso no se puede hacer: si se levantan los fueros, automáticamente queda suspendido en su función de legislador”, explicó.

La última vez que la Justicia pidió el desafuero para un legislador fue en noviembre de 2019, para el entonces senador electo Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto (CA). Lo solicitó el fiscal Rodrigo Morosoli para imputarlo de un delito de omisión de denuncia por no comunicar a la Justicia que el represor José Nino Gavazzo confesó ante un Tribunal de Honor militar que durante la dictadura, en 1973, se encargó de hacer desaparecer el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro, arrojándolo al río Negro. En ese momento, Manini Ríos dijo públicamente que no se iba a amparar en los fueros, pero luego cambió de opinión, y finalmente, un año después, el desafuero fue rechazado en la Cámara de Senadores, y sólo contó con los votos de la oposición y de los dos senadores del sector colorado Ciudadanos.

Legislador nacionalista dijo que, llegado el caso, votaría el desafuero “con las dos manos”

En el Partido Nacional (PN) reina el silencio sobre este tema, y prácticamente ningún dirigente se aventura a dar declaraciones con nombre y apellido. De cualquier manera, un legislador blanco señaló a la diaria que el pedido de Penadés lo toma como “un buen gesto” de su parte, porque le saca “problemas y presiones” a los demás legisladores, y además significa que responderá ante la Justicia, si esta lo requiere. A su vez, otro legislador blanco subrayó que si la Justicia llegara a pedir el desafuero es porque “hay elementos contundentes”, ya que la Fiscalía “es muy seria con estos temas”, por lo tanto, llegado el caso, votaría el desafuero “con las dos manos”.

Dentro de CA, el senador Guillermo Domenech dijo a la diaria que si Penadés ”lo quiere así, probablemente” votaría su desafuero, en caso de que lo pida la Justicia. Por su parte, el también senador cabildante Raúl Lozano fue más cauto, y subrayó a la diaria que va a esperar “cómo se resuelve este caso”, porque “recién está saliendo”. “Esto fue demasiado rápido como para tener todavía una resolución como partido”, acotó.

En tanto, el senador colorado Raúl Batlle dijo a la diaria que ve “bien” el pedido de Penadés, porque es “lo lógico”, y agregó que, si la Justicia llegara a pedir el desafuero, “sobre todo por un tema de estos”, le parece que “todo el mundo lo votaría”. Por último, subrayó que la solicitud que hizo ante Argimón, “viniendo de Penadés, es más que un gesto político, es una forma de actuar”.

En filas de la oposición, el senador del Frente Amplio Enrique Rubio, integrante de la Comisión de Constitución y Legislación de la cámara alta, subrayó a la diaria que es posible que el pedido de un desafuero entre directo al Plenario del Senado, sin pasar por la comisión, y sostuvo que ese proceso es “independiente” de lo que opine el legislador para el que se pide el desafuero.

Ante la eventual solicitud, Rubio dijo que “si viene bien fundada desde el punto de vista judicial, se procede a levantar los fueros, es lo que corresponde”. Por último, dijo que, políticamente, ve la carta de Penadés como “un gesto personal”, que es común, ya que “muchas veces los legisladores manifiestan ese tipo de cosas, que están dispuestos a concurrir a la Justicia y todo lo demás, pero el tema es que los fueros son del órgano, y el que tiene la potestad para levantarlos o no, con independencia de la voluntad del legislador, es el órgano como tal”, finalizó.