En paralelo a la negociación interna de la coalición de gobierno, la oposición política y sindical continúa su campaña en rechazo a la reforma jubilatoria. El miércoles, aprovechando el público de la Semana Criolla, integrantes de la Federación Ancap (Fancap) y de la Lista 502-Izquierda en marcha del Frente Amplio (FA) repartieron propaganda en contra del proyecto. Aunque separados, cada uno en su respectiva carpa, los militantes coinciden en que el gobierno finalmente aprobará la reforma en el Parlamento luego de la Semana de Turismo y que, de una forma u otra, la oposición intentará deshacer la ley.

Según Eduardo Díaz, militante de Fancap, la gente “se está empezando a enterar y a preocupar” por el contenido de la reforma. “Cuando le decís que es una reforma de las jubilaciones y no una reforma de la seguridad social lo sienten más propio y preguntan, pero lo hacemos de a poco, mano a mano”, dice a la diaria mientras reparte folletos. “Sinceramente no tengo datos de encuestas como para reflejártelo, pero la percepción es que la gente viene, pregunta y te lo sacan de la mano”. Díaz sostiene que el gobierno está siguiendo la misma estrategia que con la ley de urgente consideración (LUC); a su entender, aprobarla sin diálogo. La única discusión, sostiene, “es si unos votan una cosa para que los aliados de la coalición voten otra”. No tiene esperanzas de que el proyecto fracase en el Parlamento: “Siempre han tratado de demostrar que discuten, pero después salen todos juntos”.

Ante la pregunta sobre el día después de la aprobación de la reforma, Díaz menciona la convocatoria a un Congreso del Pueblo, previsto para mitad de año. “Si vamos a ir a un plebiscito, tenemos que ir todos; si vamos por una ley nueva, también tenemos que ir todos. Lo que sea que vayamos a hacer tiene que ser discutido, porque si no, nos pasa como con la LUC, que cuando empezamos éramos unos poquitos. Si podemos ser un montón desde el principio, mejor”.

Mauro Costa, militante de la Lista 502 del FA, tampoco es tajante respecto de la próxima estrategia contra la reforma: “Evaluaremos si es un plebiscito o cuál otro mecanismo tomamos”, dijo. De todos modos, advirtió en diálogo con la diaria: “No podemos dejar pasar esta reforma, eso es un hecho ineludible”. Al igual que Díaz, que milita a escasos metros de distancia, cree que “el gobierno la va a sacar adelante sea como sea”.

“La reforma es mala. Todas las medidas atañen a cargar a los trabajadores y los jubilados y no tocan el problema real, que son los aportes patronales; hay exoneraciones por millones de dólares a un montón de empresas y quieren abatir el déficit recargando a los trabajadores”, asegura; y añade que “en la calle se ve que la gente no está de acuerdo con la reforma, por lo menos, es lo que palpamos acá, y algo de las encuestas que dicen por ahí”.