En la tarde de este lunes se reunieron el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, y los intendentes de los departamentos más afectados por la crisis hídrica: Canelones, Montevideo y Lavalleja. Durante la instancia, la Intendencia de Montevideo presentó 20 medidas para mitigar la situación, que fueron resultado del intercambio en una reunión del Comité Departamental de Emergencia que tuvo lugar el sábado. “Hoy [por ayer] recibimos propuestas, nosotros tenemos otras propuestas en carpeta también. El miércoles de tarde va a haber una reunión del Poder Ejecutivo y quizás haya alguna novedad”, sentenció el jerarca de la cartera ambiental en una conferencia de prensa, horas después de que finalizó la reunión. Sumó que se está en “una etapa de preocupación” y que su prioridad es “garantizar el suministro de agua a la población”.
Raúl Montero, presidente de OSE, también participó en el intercambio. Señaló que la represa de Paso Severino -que actualmente es una de las fuentes que abastecen la planta potabilizadora de Aguas Corrientes- cuenta con “seis millones y medio de metros cúbicos” y están “tratando de sacarle menos de 300.000”. Calificó la situación de “un nivel mínimo histórico” y puso sobre la mesa que queda abastecimiento para 18 días en la zona metropolitana. “Entramos en una etapa un poco complicada de terminar este mes de mayo y adentrarnos en junio. Vemos con gran preocupación esto porque, a medida que baja [la cantidad disponible de agua dulce], pueden aparecer algunos problemas en cuanto a poder gestionar bien el agua que salga por las válvulas”, planteó. Enseguida, acotó que el panorama “es bastante duro”.
También se refirió a la represa “provisoria” que tiene como objetivo “gestionar mejor” el agua que toman aguas abajo de Aguas Corrientes. Dijo que “no es nada definitivo” y que “puede durar lo que dure un repunte del río Santa Lucía”. “Es una represa de tierra, nos va a permitir frenar la salinidad cuando avanza. Esperamos poder encararla la semana que viene, se nos han complicado algunas cositas”, comentó. Consultado sobre la posibilidad de que no llueva hasta junio, respondió: “Entramos en un terreno bastante complicado. Tenemos algunos escenarios. Si mantenemos un agua corriente, en este caso no sería potable, pero que permita tener una disponibilidad de agua para descargar las cisternas y, paralelamente, encarar un suministro de agua potable por fuera, sobre todo a los lugares más sensibles... Pensamos que podemos tomar alguna medida, que estamos estudiando”, declaró. Manifestó que una de las posibilidades para llevar adelante el suministro es con una planta desalinizadora.
Las medidas de la Intendencia de Montevideo
La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, relató que, a partir de que pusieron a disposición la medida que tiene por objetivo registrar dueños particulares de pozos para poder tomar agua y sobrellevar la crisis, recibieron 80 inscripciones. A su vez, uno de los pedidos que llevó la comuna a la reunión fue declarar situación de “alerta” para que la población tome conciencia de la situación real y “adopte las acciones recomendadas por las autoridades”. Entiende que, en el marco del Sistema Nacional de Emergencias, se debería designar un “comité de crisis”, conformado por “todos los actores relevantes del gobierno, para un seguimiento de la situación y coordinación de acciones”.
“Hubo una larga discusión [en la reunión de jerarcas] sobre si la situación ameritaba ser declarada de alerta o no. Nosotros creemos que sí. No se nos negó la conclusión técnica a la que se llegó el sábado: si todo sigue como está, tenemos un horizonte de 20 días de agua en estas condiciones. Yo creo que ya no es potable, pero sería muy difícil tener agua potable”, remarcó Cosse. Enseguida, opinó que “no ha habido un buen manejo de la crisis, que se veía venir”, y que la postura del gobierno nacional ha sido “un tanto negacionista”. Por esta razón, considera que las autoridades del gobierno nacional deberían publicar “todos los datos relevantes en formato abierto” vinculados al agua, de forma diaria, “además de visualizaciones realizadas por técnicos especializados, que contribuyan a entender las variables más relevantes”. Aun así, a pesar de las diferencias, dijo que no va a “entrar en la chiquita” porque el centro es “el agua y cómo esto va a afectar a una enorme cantidad de personas”.
Otra de las medidas que presentó la comuna fue prohibir el uso de agua de OSE para actividades como lavado de veredas, riego y lavado de autos. A su vez, para las personas que vivan de este tipo de actividades -como los lavaderos- se debe generar “un protocolo de acción” para protegerlas. En las propuestas también se aborda la tarifa que cobra la empresa pública. “Propusimos un esquema en el cual se establezca un mínimo. Cuando se esté por debajo de ese mínimo, queremos que la tarifa se reduzca, capaz que a cero. Incluso, que se exonere a determinadas áreas sociales”, expresó Cosse. Sin embargo, cuando el mínimo sea sobrepasado, entienden que la tarifa debería aumentar para “lograr un mejor aprovechamiento del agua”.
Actualmente, OSE pierde 50% del agua potable que eleva. En este contexto, la intendencia puso a disposición su equipo inspectivo, tecnología y call center para que “vecinos y vecinas nos avisen donde hay una pérdida, rápidamente detectarla, mapearla y ayudar en el relevamiento”. Suma que simplificarán las reparaciones de la empresa estatal mediante un protocolo. Un ejemplo es “liberar” a OSE de su obligación de reponer el pavimento en el momento. Al no ser suficiente, dada la inmediatez de la problemática, sostiene que debería distribuirse agua en camiones cisterna. “Ya nos pusimos de acuerdo en la logística. Estamos hablando de 56 camiones de entre 20 y 30 metros cúbicos circulando dos o tres veces por día en la ciudad. Estamos sugiriendo también que tengan GPS y haya un monitoreo centralizado de dónde están para que sea transparente”, añadió la jerarca.
Por otra parte, Cosse observa que es pertinente “reducir impuestos” y “controlar los precios” del agua embotellada para que “el aumento en la demanda no genere una escalada de precios”. Sin embargo, una medida también incluye proporcionar este recurso a grupos de riesgo, como embarazadas, bebés de menos de seis meses y pacientes renales e hipertensos, hasta que haya agua potable. En la misma línea, concibe que deberían realizarse guías de acción para instituciones sensibles a la falta de agua corriente, como los hospitales, centros educativos y la industria de la alimentación.
Otra de las 20 medidas consiste en “optimizar el uso del agua por parte de grandes consumidores”. Para lograrlo, propone “generar ámbitos con grandes consumidores de agua para coordinar acciones voluntarias de ahorro de agua”. Como un primer paso, una reunión podría ser con la Cámara de Industrias y la Cámara de Comercio.
“El sábado, el comité departamental de emergencia nos dijo que puede llover, pero lo importante es que la lluvia sea en el lugar correcto y en el volumen adecuado. Esa lluvia necesaria, según lo que nos dijeron nuestros técnicos, no estaría hasta una primavera tardía”, contó la intendenta. Informó que uno de sus pedidos fue “tener una respuesta” que sea “rápida” para saber qué medidas sí se pueden aplicar y cuáles no. “Estamos en una crisis, no podemos gestionarla en base a que todo va a salir bien”, acotó.