Con comparaciones ilustrativas entre distintos productos ultraprocesados altos en sodio con vasos agua en cantidades proporcionales al contenido de sodio, para probar que la mayor ingesta de sal se produce a través de los alimentos y no del agua, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, llevó adelante su defensa de la decisión de permitir que se eleven los parámetros de sodio y cloruro en el agua que sale de la canilla, en el marco de la interpelación en el Senado.

En un principio, Rando señaló que el déficit hídrico es “un evento sin precedentes” en Uruguay y que es consecuencia del cambio climático que impacta a nivel global, y se refirió al concepto de “agua potable”, algo cuestionado por la oposición luego de que el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, dijera que el agua que sale de la canilla “no es potable pero sí bebible”.

Según expuso en sesión, la RAE define agua potable como “agua apta para consumo humano”. “Desde una mirada poblacional y de enfoque de la salud pública el MSP trabaja teniendo siempre presente la necesidad de cumplir y preservar las necesidades de la población asegurando el recurso hídrico y la higiene”, añadió.

Por otro lado, sostuvo que las concentraciones de cloruro son las que “dan el sabor salado al agua” y expresó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) “no establece valores de referencia basados en efectos sobre la salud para el cloruro de sodio en el agua para uso y consumo humano”, sino que los valores máximos permitidos “se basan en umbrales sensoriales, no de salud”.

“La OMS establece que no es posible plantear conclusiones definitivas con respecto a la asociación entre la presencia de sodio en el agua de consumo humano y la hipertensión”, añadió luego.

Asimismo, dijo que lo recomendado por la OMS es que una persona tome dos litros de agua por día -lo que supondría que ingiera a su organismo 2 gramos de sodio-. Sin embargo, resaltó que en promedio el consumo de agua en Uruguay es de 0,65 litro por día; por lo tanto, se consumen 3,8 miligramos por día.

Por último, apuntó a las medidas que tomaron desde el Poder Ejecutivo para hacer frente a la crisis hídrica, que según entiende la oposición son tardías. A modo de resumen, la ministra expresó que la “necesidad de mantener la disponibilidad de agua obligó a tomar acciones que como consecuencia incrementaron los niveles de iones en el agua de OSE”.

A su vez, señaló que los niveles de sodio “no sobrepasaron la normativa nacional hasta fines del mes de abril y en forma sostenida a inicios de mayo”. Sostuvo que ante este aumento, el MSP otorgó la “excepcionalidad” a OSE y comunicó a la población la “situación de incremento de iones”.

Su plan de contingencia

Rando explicó que elaboraron un plan de contingencia interno ante el déficit hídrico. En un pasaje de su exposición, sostuvo que OSE informó a la secretaría de Estado la “mayoría” de los cursos y principales reservas de agua utilizadas por el ente para abastecer a la población, “se han visto severamente afectados, en particular, en el sistema metropolitano”, y que desde ese organismo han actuado evitando generar cortes porque “esta opción podría afectar parámetros microbiológicos”.

Rando indicó que mantuvieron una serie de reuniones con distintos organismos para evaluar la situación. A modo de ejemplo, citó que se coordinó con el Ministerio de Desarrollo Social, MA, OSE y ASSE, una serie de medidas para población vulnerable con base en dos criterios: “Fuerte restricción en consumo de sodio y vulnerabilidad económica para acceder a la compra de agua”.