El Frente Amplio (FA) conformó tiempo atrás una comisión interna, a espejo de la Mesa Política en su integración por sectores, que se encargaría de diagramar reglas mínimas para los precandidatos –que por ahora son Yamandú Orsi, Carolina Cosse, Mario Bergara y Andrés Lima– y pensar posibles acuerdos electorales a los que podría llegar la fuerza política en 2024. Es que en la coalición de izquierda hay una opinión bastante extendida de que el FA, sólo con sus votos de núcleo, no alcanzaría la mayoría necesaria para vencer y, por lo tanto, necesita alianzas, algo similar a lo que hizo en 1999 y 2004.
En 1999 se conformó el Encuentro Progresista Frente Amplio, con el que se dio una alianza formal con Rodolfo Nin Novoa, exintendente de Cerro Largo por el Partido Nacional y quien completó la fórmula presidencial con Tabaré Vázquez. En 2004 se conformó la Nueva Mayoría, sumando al Nuevo Espacio, que hasta ese momento había estado por fuera del FA. Hoy, en cambio, no se maneja la posibilidad de que ingrese un sector o personalidad de renombre como las de aquel entonces, por lo que hay quienes piensan que no amerita cambiar el lema, pero esa discusión comenzó a tomar forma y se sugirió en un documento interno una posible insignia que, más allá de las formalidades, podría utilizarse como paraguas.
Es que en la vuelta hay sectores como los del sindicalista Richard Read o el exdiputado del Partido Colorado Fernando Amado –quien de hecho planteó esta posibilidad en una carta que envió al presidente del FA, Fernando Pereira–, además de referentes locales que se verían interesados en integrar la alianza.
Tal como adelantó El Observador este jueves, Pereira presentó un documento en el que plantea algunas líneas para este debate, que probablemente se salde en el Plenario Nacional del 15 de julio, cuando también se conozca el borrador del programa de gobierno. la diaria accedió a un documento que sumó el aporte conceptual de algunos sectores en una reunión de la comisión interna el viernes pasado. Allí se indica que “luego de 15 años de gobiernos del FA donde se obtuvieron grandes conquistas que mejoraron la calidad de vida de los uruguayos, las elecciones de 2019 marcaron el inicio de una restauración neoliberal de la mano del herrerismo y sus socios de la coalición”.
Entonces, “de cara a 2024, cuando la ciudadanía deberá nuevamente elegir su futuro, la historia vuelve a llamar a las fuerzas de izquierda, progresistas y populares a construir una nueva síntesis, a elaborar una propuesta de transformaciones sobre la base de principios y valores comunes, a renovar votos para la forja de un país que retome el camino hacia el desarrollo con justicia social sobre la base de conjugar como gran objetivo estratégico y transversal la transformación de la matriz productiva, junto a una perspectiva ambientalista en la que el compromiso con el fortalecimiento democrático, con la protección de los recursos naturales y con el cuidado de la vida, sea un eje fundamental”.
El documento llama a “volver a ampliar” la “mirada” y “a convocar otra vez una nueva mayoría que pueda poner el foco y transitar un camino de unidad capaz de resolver los grandes dramas” del país.
Lo que se busca, en concreto, es “establecer un acuerdo programático y electoral que abarque a las distintas fuerzas políticas que se sumen a este proyecto político. Fuerzas políticas que coincidan en una misma perspectiva sobre los problemas del país y se planten como una alternativa de cambio de izquierda, progresista y popular para las próximas elecciones”.
Pero, a su vez, el documento indica que “este acuerdo programático y electoral deberá trascender más allá del acto electoral”. Es decir, los frenteamplistas se plantean que no deben caer en “el error” de “crear una estructura convocando personas de diferentes sectores ajenos al FA para luego agotar la alianza cuando se cumpla con el acto electoral”. “Debemos apostar a consolidar este espacio como un instrumento de diálogo, acuerdo, acción y cambio fundamental para el futuro de Uruguay”, apuntaron.
“Esta política de alianzas deberá ser representativa del ‘Bloque Social y Político de los cambios’ conformado por aquellos sectores que han sido perjudicados por las políticas neoliberales de este gobierno y deberá mantener estrecho diálogo con la sociedad civil organizada”, apunta el texto. Pero, a su vez, se indica que “este acuerdo deberá proyectarse más allá de lo nacional, llegando incluso a lo departamental y municipal”.
En el último punto se establece que “para la presentación jurídico-electoral del acuerdo se buscará la mejor forma de reflejar esta pluralidad política, debiendo en todo caso expresarse a dicha conjunción de fuerzas con una denominación propia que será la de Una Nueva Mayoría Por Uruguay”.
Consultada por la diaria, la vicepresidenta del FA, Verónica Piñeiro, dijo que, en el marco del plan político definido por la coalición de izquierda meses atrás, este es “un proceso interno del FA que se está trabajando en una comisión”, y que la fuerza política “está liderando el proceso colectivamente de cómo se construyen los acuerdos de cara al próximo período electoral, en el entendido de que hay que avanzar hacia amplias mayorías para poder alcanzar la victoria en las elecciones”.