Casi dos años después de la aprobación en el Parlamento, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) reglamentó vía decreto la desmonopolización de la venta de combustibles en puertos y aeropuertos, que hasta el momento era una exclusividad de Ancap.
La liberación de ambos mercados fue incorporada en sendos artículos de la ley de presupuesto quinquenal, aprobada a fines de 2020. En aquel entonces, el cambio, promovido por el titular del MIEM, Omar Paganini, tuvo algunas resistencias por parte de Cabildo Abierto, pero este finalmente otorgó sus votos.
El artículo 321 de la ley presupuestal establece que el monopolio de Ancap, que data de 1931, “no regirá en cualquier aeropuerto internacional únicamente para la provisión de aeronaves con fines comerciales y con destino a aeropuertos ubicados fuera del territorio nacional”. El martes, mediante un decreto, el MIEM finalmente reglamentó este artículo tras varias consultas con “diferentes dependencias del Estado que tienen competencia de la materia”.
El decreto define como “fines comerciales” al transporte de pasajeros, carga y correo, así como “cualquier otra actividad comercial onerosa, entre otras, aerotaxis”. Asimismo, quienes ingresen al mercado de combustibles en los aeropuertos “deberán ajustar su infraestructura, medios de transporte y equipamiento a la normativa aplicable”. Desde el MIEM señalaron a la diaria que el decreto “armoniza” las diferentes regulaciones vigentes, como la Aduana, los depósitos y la admisión temporaria.
El MIEM también emitió un decreto el pasado 3 de julio para desmonopolizar la venta de combustibles en los puertos uruguayos operados por la Administración Nacional de Puertos.
Cuando esto se discutió en el Parlamento, Paganini argumentó a favor del cambio para promover el “negocio del búnker”, que consiste en el abastecimiento de combustible a los buques de carga, que normalmente consumen fueloil. “Es un negocio que el puerto de Montevideo tiene poco desarrollado porque depende estrictamente de la oferta de fueloil que tenga Ancap en su refinería”, señaló.
Desde la Federación Ancap (Fancap), que aún no analizó formalmente los dos decretos reglamentarios, señalaron a la diaria que, “en cualquier caso”, la importación de combustibles tanto para los aeropuertos como para los puertos “va a ser mucho más cara que refinarlo” en Ancap, porque los volúmenes de importación de Uruguay son “marginales” para el mercado internacional. “Para cualquier importador, así sea Disa o Axion, el costo de comprar combustible refinado y traerlo es exponencialmente carísimo por los volúmenes de venta que existen acá”, afirmaron.
En tanto, el senador frenteamplista Mario Bergara señaló a la diaria que la oposición no apoyó la desmonopolización y afirmó que no está “claro” si la modificación “va a tener un impacto material relevante”. De todos modos, expresó que en el Frente Amplio “lo ponemos como una alerta de lo que fue la verdadera orientación del gobierno, que fue la de la desmonopolización general de los combustibles en el Uruguay”.