“Yo siento la obligación de defender al gobierno porque lleva adelante los cambios, pero, ojo, también soy autocrítico: no todo lo hacemos bien, no todo lo hicimos bien”, fue una de las primeras cosas que dijo el martes el senador Jorge Gandini, líder del sector Por La Patria, del Partido Nacional, en un acto en el Centro Comercial de Colón. Gandini es uno de los virtuales precandidatos –porque aún no lo oficializó– de la interna blanca, y viene realizando una gira nacional para tantear la posibilidad de hacer carne su postulación.
En el acto, el senador dijo que “quizás” el presidente Luis Lacalle Pou “es el que tiene más mérito de haber hecho cosas bien”, porque “va para adelante, es un buen comunicador, encara todas, no les dice a los periodistas lo que le tienen que preguntar o no preguntar, la que viene la contesta, sea sentadito en Presidencia o en las ruedas que lo agarran donde lo agarran y como venga”. Gandini subrayó que “no todo el equipo tiene la misma solvencia” que el presidente y se han “cometido errores”.
Consultado por alguno de los presentes sobre la crisis hídrica, el senador dijo que “con el agua, hace muchos años que el país sabe que tiene que tomar algunas medidas de fondo para evitar un problema estratégico”, por eso era Eleuterio Fernández Huidobro, ministro de Defensa Nacional entre 2011 y 2016, durante el gobierno del Frente Amplio (FA), “el que hablaba del problema”, porque “los militares identificaban un problema estratégico, que es tener una sola fuente de agua”, el río Santa Lucía y Aguas Corrientes.
Gandini dijo que eso “se advirtió desde 2007, y se hizo un plan”, y se iba a hacer el proyecto de la presa en el arroyo Casupá, “pero cuando llegó el momento”, el entonces ministro de Economía, Danilo Astori, “confiesa que el dinero que estaba previsto para eso, 80 millones de dólares, se desvió para hacer el Antel Arena”. Finalmente, el FA en 2019 nos entrega una carpeta con el proyecto Casupá. Este gobierno tomó el tema y resolvió otro camino –sin descartar Casupá–, el proyecto Neptuno”, subrayó.
“Bebible” pero no “agradable”
Luego, Gandini siguió en el tema. Se refirió a la sequía, que “repercute en toda la cadena” de las actividades agropecuarias, “desde la leche hasta lo que vamos a ir viendo ahora, en los próximos tiempos, quizás un par de años, que es el ganado y las crías”, pero “nos toca lo del agua, para beber en la capital”. “Y estamos con dificultades, no como dice [el presidente argentino] Alberto Fernández, que no sale agua de las canillas, pero sí es verdad que tenemos que mezclarla, y que eso le ha bajado la calidad; y que hoy, si bien el agua es bebible, no es agradable beberla. Y algunas personas, con determinadas patologías, no la deben beber”, sostuvo.
Gandini subrayó que “si algo bueno deja esto, es que nos permite visibilizarlo”, ya que “habrá que tratar de hacer otras cosas, enterrar caños, que no se ven, hacer inversiones, que no se notan, que están en el medio del campo, pero que nos permiten eso de abrir la canilla, sale agua y la podés tomar”.
“Y con el tiempo, habrá que ir trabajando mucho más el medioambiente, y empezar a pensar en la arquitectura sustentable. Es decir, que haya normas nuevas que lleven a que, cualquier casa que se construya en adelante, tenga su línea de abastecimiento de agua potable y su línea de abastecimiento de agua no potable, para las cisternas. O la reutilización del agua, que toman los techos en la lluvia y se va por los caños, que perfectamente puede terminar depositada en algún lugar para ser reutilizada para riego, saneamiento u otros usos de baja calidad”, sostuvo.
Por último, el senador se refirió a la seguridad. Dijo que el gobierno resolvió “algunas cosas” pero se le han “generado problemas en otras”, porque “han bajado algunos delitos, pero estamos viviendo cada vez en una sociedad más violenta en general, la violencia doméstica, la violencia de género, la violencia vecinal, deportiva”, etcétera. Agregó que “hay un poco menos de hurtos y un poco menos de rapiñas”, y “una acción de la Policía más eficiente”, porque “está mejor equipada, más motivada y más respaldada”. Aseguró que, desde la aprobación de la Ley de Urgente Consideración, en julio de 2020, la Policía “tiene mejor actitud”.