“Una cuerda, un camino, un hilo dorado para poder salir a futuro y poder encontrar el camino”. Así describía Manuel al hogar Ariadna, ubicado sobre la avenida Lezica, durante el acto de inauguración del centro de estadía, celebrado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) este viernes por la tarde.
El proyecto, según describe un comunicado del Mides, es un hogar que será gestionado por funcionarios de la Fundación Crear y provee a “jóvenes de entre 18 y 20 años que han culminado su proceso de institucionalización en centros del Mides para mujeres con niños y adolescentes o del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU)”, como Manuel, de “una alternativa habitacional colectiva temporal”.
Un salón de música, cuya pared se encuentra decorada por una serie de cuadros elaborados por los diferentes residentes del hogar, marca el primer hito de la visita dentro del centro de estancia temporal. “Tenemos varios artistas en el grupo”, consignó entre sonrisas una de las encargadas del recorrido.
Un total de diez jóvenes, todos varones, algunos de ellos inmigrantes, residen y comparten tres de los cinco dormitorios que ocupan el segundo piso del hogar. Los otros dos se encuentran vacíos y esperan a otras diez personas, que se integrarán a la casa el próximo lunes. El recinto cuenta con un cupo máximo de 25 residentes.
Los jóvenes también disponen de un estudio, salón de cursos y parrillero, donde, según explica Sar, gracias a esfuerzos de coordinación entre el hogar y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), pueden participar en programas de formación. La idea es que finalicen la educación secundaria y se inserten en el mercado de trabajo, explican a lo largo del recorrido.
“Testeamos un poquito de todo, para abordar sus intereses”, explicó Adriana Sar, nutricionista del centro, quien también se autodescribió como educadora. Sar detalló que hasta el momento todos los residentes han participado en talleres de formación en nutrición, cocina y marketing, entre otros.
Asimismo, ellos se encargan de la limpieza de su dormitorio, así como de preparar sus propias comidas, detalla, bajo la idea de dotar a los jóvenes de autonomía para que, eventualmente, puedan dejar el hogar e integrarse a la sociedad.
Unos minutos más tarde, arribó el ministro de Desarrollo Social, Martín Lema, quien luego de recorrer el hogar recibió a la prensa. Lema explicó que los 25 cupos que ofrece el programa y hogar de estadía “están destinados a jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, sean personas en riesgo de terminar en situación de calle o que se encuentren institucionalizadas en el Mides o el INAU, “que tienen muchos riesgos de terminar en situación de calle”.
Asimismo, el ministro recalcó la necesidad de formar a jóvenes provenientes de diferentes contextos y situaciones, que caracterizó como “muy dramáticas”, en autonomía. Según explicó Lema, el éxito del programa no puede residir sólamente en la interrupción de sus “procesos de calles”, sino también en lograr que desarrollen “habilidades para poder armar el currículum”.
Por ello, Lema recalcó que no existe un tiempo predeterminado para la estadía de los jóvenes, ya que, según detalló, “la lógica no puede ser decirles que se terminó y que queden en situación de calle”. En su lugar, si bien “se busca que haya cierta celeridad”, la idea del programa es que sus beneficiarios desarrollen “una actitud proactiva”, y que de esta manera “en el correr del tiempo, decida[n] o pueda[n] tener herramientas para, por su propia voluntad, dejar la casa”, explicó el ministro.
En líneas similares, Lema declaró que entre los objetivos del Mides se encuentra “diversificar la respuesta para que cada vez el refugio nocturno tradicional esté menos, porque es una respuesta mucho mayor de emergencia”, y de esta manera, evitar la situación desde un principio.
Según expuso Lema, uno de los grandes problemas radica en el acceso a la vivienda, por lo que anunció que el Mides se encuentra coordinando junto con el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) la disposición de entre 50 y 100 casas pertenecientes a la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana (Dinisu), que permitan potenciar la red de respuesta y den un lugar donde vivir a personas en situación de calle. “El trabajo conjunto es lo que permite respuestas eficientes. Una sola institución no puede con un fenómeno tan complejo”, concluyó.