Uno de los temas centrales del último trimestre de 2023 fue el anuncio de Minerva Foods sobre la compra de tres frigoríficos que ahora pertenecen a la empresa Marfrig. A la espera de que la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (Coprodec) haga pública su decisión sobre la concentración o pida prórroga en el tratamiento del tema, ya son más de 2.200 los ganaderos que firmaron una petición, dirigida a Lacalle Pou, que se manifiesta en contra de la compra.

En los últimos días el expresidente José Mujica señaló que más allá de lo que diga Coprodec, “hay una decisión política”. En la línea de Mujica apunta la redacción firmada por los ganaderos, que comenzó a juntar apoyos el 19 de diciembre en Change.org. En el documento los ganaderos pidieron al Poder Ejecutivo que “tome cartas en el asunto y defina criterios” que impidan “que se verifique una concentración de la relevancia económica y social de la planteada”.

La expresión titulada “La amenaza inminente de Minerva Foods y la necesidad de proteger nuestro sector” recordó que, de confirmarse la compra, los tres frigoríficos se sumarían a los que ya posee Minerva en el país: PUL, Carrasco, Canelones y BPU. Con la autorización de Coprodec para adquirir este último, el grupo brasileño alcanzó la concentración de casi un 30 % del mercado de la faena cárnica bovina.

El documento también apuntó a que luego de la última compra de Minerva, Coprodec indicó “la necesidad de un monitoreo” de la situación, algo que según los productores no “consta que se esté haciendo”. Detallaron que de confirmarse la compra concentrada, Minerva se quedará con el 50% del mercado.

Con base en que creen que “las consideraciones técnicas deberían conducir a objetar la inconveniente concentración que produciría la reducción de operadores sectoriales”, los ganaderos aclararon que de darse el negocio serán “la variable de ajuste del mercado”. En ese sentido, explicaron que dado su poder económico, la empresa podrá “manejar los precios de los ganados, tanto para faena como para sus encierros”.

“Si con cuatro plantas la empresa tiene capacidad de faena ociosa, realizando varias paradas rotativas por año, en las que envían a sus trabajadores a seguro de paro, cabe preguntarse por qué quiere tres plantas más”, apuntó el comunicado. En este sentido, se entiende que lo que busca es “limitar aún más la competencia en el mercado, adquiriendo una posición de dominio que somete al productor y anula su ya reducida capacidad de negociación”.

Por último, agrega que, de acuerdo al posicionamiento que ha logrado Minerva a nivel regional en Paraguay, Brasil y Argentina, podría “operar desde el ámbito geográfico que le resulte más interesante en cada momento, el cual puede no ser el de nuestro país”. Esa situación hipotética implicaría “el desplome de precios del ganado”.