La obra, que fue definida como un “hito en la historia del país” y que consiste en la construcción del primer edificio de madera a nivel nacional, aún no ha comenzado, a pesar de que el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) había anunciado, a mediados de 2023, que estaría lista en el tercer trimestre de este año. Otro anuncio realizado semanas después por Uruguay XXI hablaba, concretamente, de octubre de 2024.
El subsecretario de la cartera, Tabaré Hackenbruch, confirmó a la diaria que la obra hasta el momento no comenzó. Según explicó, esto tiene que ver con que el proyecto se encuentra en una “etapa de ajustes” frente a “observaciones” realizadas por técnicos filandeses contratados por la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), técnicos chilenos que llegaron de la mano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y especialistas del propio ministerio.
Las recomendaciones fueron transmitidas a la empresa ganadora de la licitación, Arboreal. Además, según confirmó a la diaria la coordinadora interinstitucional de la hoja de ruta para la construcción de vivienda social en madera, Marcia Croci, estas sugerencias se encuentran también en la órbita de la Dirección Nacional de Vivienda (Dinavi). Según explicó, para construir por el Sistema Público de Vivienda “los sistemas constructivos no tradicionales tienen que pasar por la aprobación de desempeño técnico”, lo que implica la aprobación de una oficina especializada de esta dirección.
“Está en esa etapa de ajuste para poder tener la habilitación del sistema constructivo y poder pasar a construir”, comentó Croci, que prefirió no ahondar en los detalles técnicos y variantes que se manejan, dado que se encuentran aún en una etapa preliminar. “Al ser el primer edificio en altura en madera, lógicamente, quizá ha llevado un tiempito más, porque hay que prever cosas”, remarcó la arquitecta.
“Nosotros tenemos mucha expectativa de que esto se pueda comenzar antes del cambio de gobierno; si no, dejaremos todo pronto para que el próximo gobierno -sea cual sea- pueda continuar con esa obra”, apuntó Hackenbruch. “Es preferible ir lento pero a paso seguro. Un error puede terminar siendo contraproducente para todo este esfuerzo que se ha hecho en la hoja de ruta de la madera y en la construcción en madera en el país”, resaltó.
Según se había destacado en el portal oficial en el momento de su anuncio, se trata de un proyecto “muy significativo dentro del Plan Quinquenal de Vivienda”, ya que tenía un rol clave en la intención de “suavizar impactos ambientales y generar puestos de trabajo relacionados a la madera”. En aquel momento se había detallado que la inversión a realizarse rondaría los 3,2 millones de dólares.
Si bien se reconocía que esa cifra representaba “un valor similar a los [edificios] que se construyen de forma tradicional”, gracias a la “modalidad constructiva” se podría reducir “el tiempo de obra de 15 a diez meses”. También se había adelantado que la estructura contaría con siete plantas, que darían lugar a un total de 24 las viviendas de uno, dos y tres dormitorios.
La discusión sobre la pertinencia de fomentar este sistema
El oficialismo incorporó un artículo a la Rendición de Cuentas de 2022 que establece que 20% de las viviendas del Estado sean de madera de orígen silvícola, tanto para la inversión pública como para vivienda promovida. Desde su anuncio, la enmienda despertó críticas de la oposición, por entender que era "innecesario" y sin "antecedentes", y que se beneficiaría directamente a Arboreal, por ser la única empresa que contaba con este tipo de tecnología. En ese momento, la diputada Lucía Etcheverry llamó la atención sobre el hecho de que el llamado de la Agencia Nacional de Vivienda para viviendas en altura en Durazno fue adjudicado a Invercinco SA, asociada a Arboreal: "Llama un poco la atención", sostuvo en diálogo con la diaria.
Más allá del edificio
En 2022 se puso en marcha la denominada hoja de ruta para la construcción de vivienda social en madera, luego de un trabajo realizado con distintos organismos gubernamentales, la academia y actores de la cadena forestal. La incorporación de estos últimos, según recordó Croci, tuvo que ver con la búsqueda de “llevar la madera a su transformación para el sistema constructivo”.
El MVOT promovió tres llamados internacionales a comienzos de 2023. Uno de ellos tenía que ver, justamente, con el “diseño y construcción de un edificio en altura con sistema estructural en madera de entre 24 y 30 viviendas, en la ciudad de Durazno”. En tanto, había otro que, gestionado por Mevir, preveía el desarrollo de un “anteproyecto arquitectónico para el desarrollo de nuevas tipologías de viviendas en extensión con tecnología de madera”. Concretamente, en ese caso, se hablaba de 20 viviendas a desarrollarse en la ciudad de Tranqueras, Rivera.
Por último, se abría la puerta al diseño de una “tipología de policlínica de salud de tres consultorios con tecnología de madera” para desarrollarse en el barrio Cauceglia, en Montevideo. En este caso, la ejecución sería gestionada por ASSE y el Programa de Mejoramiento de Barrios del MVOT.
Según comentó Croci, hay avances en estos dos últimos proyectos. En el caso de las viviendas de Tranqueras, más allá de que estaba previsto que fueran 20, se llevó esa cifra a 60. “Va a haber 24 casas en entramado ligero de madera, que son las que se entregan la semana próxima [14 de noviembre], y 36 en CLT [sistema de madera contralaminada], que vienen a buen ritmo, pero como iniciaron el proyecto después están un poquito desfasadas”, explicó la arquitecta. En cuanto a la policlínica, se espera que quede lista para finales de noviembre.
“Estamos haciendo un documento de balance de estos primeros dos años. La hoja de ruta estaba pautada en cuatro años iniciales para así ver el proceso, pero al finalizar un período de gobierno también importa hacer esta presentación de avances hasta el momento”, apuntó Croci.