Este lunes expresidentes de América Latina y España exigieron al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “una actuación firme” para interceder a favor de los seis venezolanos que están asilados desde marzo en la embajada de Argentina -custodiada por Brasil- en Caracas, Venezuela, los cuales reciben un “trato inhumano y degradante” y están en “condiciones de aislamiento”. Entre quienes firmaron la declaración están los expresidentes Julio María Sanguinetti y Luis Lacalle Herrera.
Los mandatarios que integran la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) señalaron, en la declaración difundida en X, que a los venezolanos asilados se les impide “recibir los servicios vitales y médicos”. Indican que “todos son víctimas de prácticas de terrorismo de Estado tal como las ha calificado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, siendo ejecutadas por el régimen de Nicolás Maduro y su ministro del Interior, Diosdado Cabello”.
Después de que, en julio, Venezuela exigiera a los gobiernos de Uruguay, Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá y República Dominicana que retiren sus delegaciones del país, Brasil asumió la representación de Argentina en el país caribeño, y, por tanto, la embajada permanece bajo su protección.
En setiembre, los seis venezolanos asilados en la embajada argentina, que son colaboradores de la líder opositora María Corina Machado, denunciaron que el local donde están fue asediado por las autoridades venezolanas. En tanto, el gobierno justificó la acción alegando que hay “pruebas” respecto al “uso de las instalaciones de esa misión diplomática para la planificación de actividades terroristas e intentos de magnicidio” contra Maduro, y así resolvió retirar el permiso otorgado a Brasil para representar a Argentina.
En la declaración de IDEA, los expresidentes indican que observan “el intento de transformar la embajada argentina en una cárcel más del régimen venezolano, lo que atenta gravemente contra las bases del derecho internacional y humanitario”. En ese sentido, además de pedirle a Lula una “actuación firme”, también lo hacen a los gobiernos y organizaciones internacionales que tengan representaciones diplomáticas en Venezuela.
Entienden que, ya que las relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela están “rotas”, y Brasil “aceptó hacerse cargo de los negocios e intereses de aquella en Venezuela”, este “tiene el deber de respetar y proteger la sede diplomática en cuestión”.
Asimismo, solicitan al Vaticano, al Nuncio Apostólico de Su Santidad en Caracas y del Comité Internacional de la Cruz Roja, que asuman “los deberes de protección humanitaria que les corresponden en el caso, dado que los asilados en la embajada argentina están siendo tratados como prisioneros del Estado venezolano y de miembros de su régimen dictatorial”.
Además de Lacalle y Sanguinetti, también firmaron Óscar Arias, Rafael Ángel Calderón, Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís de Costa Rica; Eduardo Frei de Chile; Mauricio Macri de Argentina; Hipólito Mejía de República Dominicana; y Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares de Panamá.
Entre los países cuyas delegaciones no fueron retiradas por Venezuela firmaron Mario Abdo, Federico Franco y Juan Carlos Wasmosy de Paraguay; José María Aznar y Mariano Rajoy de España; Felipe Calderón y Vicente Fox de México; Iván Duque, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez de Colombia; Alfredo Cristiani, Osvaldo Hurtado, Guillermo Lasso, Jamil Mahuad y Lenín Moreno de Ecuador, y Carlos Mesa y Jorge Tuto Quiroga de Bolivia.