La gigante empresa frigorífica brasileña Minerva evalúa apelar la decisión de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (Coprodec) luego de que esta no autorizara la adquisición de tres plantas que son propiedad de Marfrig. “La compañía destaca que se encuentra evaluando los términos de la decisión de Coprodec, la cual no es definitiva y queda sujeta a apelación tanto en sede administrativa como judicial, la cual debiera concretarse en los próximos días”, informó Minerva Foods en un comunicado, según consignó el portal especializado en agro Tardáguila.
En agosto del año pasado, Minerva anunció la compra de 16 plantas de Marfrig, que se repartían en 11 unidades en Brasil, tres en Uruguay, una en Chile y una en Argentina, por unos 1.500 millones de dólares en total. La empresa aclaró que la decisión de la comisión se restringe solamente a Uruguay y que esto no afecta la transacción en los demás países donde prevé operar.
Las razones que esgrimió el organismo que depende del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) son que la operación propuesta “daría lugar a la creación de una posición dominante, y a un mercado altamente concentrado”. Hizo referencia al artículo 9 de la Ley 18.159, que determina que “se prohíben las concentraciones económicas que tengan por efecto u objeto restringir, limitar, obstaculizar, distorsionar o impedir la competencia actual o futura en el mercado relevante”.
De la resolución se desprende que la “evaluación de impacto efectuada es concluyente en cuanto a que la operación daría lugar a la creación de una posición dominante en la que Minerva concentraría 43% de la faena de ganado bovino del país”.
Agrega que la operación proyectada supondría “un aumento sustancial en el poder de compra de Minerva en el mercado de compraventa de hacienda para faena y la limitación a la capacidad de competencia de Marfrig en dicho mercado”.
La comisión asegura que se concluye “con meridiana claridad y contundencia de la evaluación de impacto efectuada en los informes económicos producidos, que la operación daría lugar a la creación de una posición dominante y a un mercado altamente concentrado”. En el documento se fundamenta que una sola empresa tendría la “aptitud para limitar, distorsionar o reducir sustancialmente la competencia, existiendo, además, barrera a la entrada de nuevos competidores”.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, dijo en una rueda de prensa que es muy “exhaustivo y muy profesional” el análisis de la comisión. “La preocupación estaba vinculada a la ganadería y a la industria frigorífica respecto de si la predominancia de un grupo que estaría alcanzando cerca del 50% del mercado ejercía o no una posición dominante, o si eso le quitaba la transparencia a la formación de un precio de un mercado relevante como lo es el ganado”, indicó, aunque evitó opinar sobre la resolución en sí.
Mattos sostuvo que “no hay ninguna mercadería” en Uruguay que se comercialice más en materia de valor que el ganado. “Evidentemente, era una decisión importante, pero no contribuye nada que desde el Poder Ejecutivo dé mi opinión porque está en instancias de recurso. Todavía las empresas pueden argumentar frente a la Coprodec o una instancia jerárquica como un tribunal de alzada”, agregó.
El ministro dijo que al darse a conocer esta resolución no cree que haya retracción de inversiones porque el proceso fue “transparente” y se respetó la legislación. “No se transgrede ninguna de las normas y, por lo tanto, las reglas del juego estaban establecidas”, dijo.
Mattos apuntó que el negocio entre Minerva y Marfrig estaba sujeto a la aprobación de esta instancia, por lo tanto, la resolución “hay que respetarla y están las instancias de recurso, [que] podrán traer nuevas argumentaciones, nuevos alegatos; tendremos que esperar a que se agoten todos los plazos”.
Lo que se esperaba
Tras la resolución de la Coprodec, el diputado frenteamplista y expresidente del Instituto Nacional de Carnes Alfredo Fratti dijo que esperaba esa resolución y que, más allá de los análisis técnicos, “obedece” a un “sentido común”.
Dijo que haber habilitado la compra sería un “mal antecedente” como país. “Si con plata viene y compra lo que quiera, ¿qué va a pasar con el agua en el futuro? ¿Vamos a tener presiones? ¿Qué va a pasar con la tierra?”, se preguntó. De acuerdo con Fratti, “no había por qué esperar tantos meses” para tomar la decisión en este sentido, considerando “la implicancia que tiene para el país”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Patricio Cortabarría, señaló a la diaria que los argumentos que utilizó la Coprodec son “similares” a los que la gremial expresó en su momento. “Nuestra posición fue contraria a la decisión desde el día cero. La comisión tiene por objetivo estudiar la relevancia que tiene la adquisición, y el mercado de relevancia terminó siendo el ganado gordo en Uruguay, lo cual es lo importante”, dijo.