Sin el presidente argentino, Javier Milei, con la novedad del ingreso de Bolivia como “estado parte” y con la asunción de Uruguay como presidencia pro témpore, culminó este lunes la LXIV cumbre del Mercosur. En el comunicado conjunto que acordaron los presidentes de la región, el bloque regional manifestó su voluntad de cerrar en el transcurso de este año el acuerdo comercial con la Unión Europea, siempre y cuando se alcance “un acuerdo que sea balanceado y mutuamente beneficioso” para las dos partes.
Asimismo, los países del Mercosur condenaron el intento de golpe de Estado que tuvo lugar recientemente en Bolivia, y expresaron su apoyo al Estado de derecho y las instituciones democráticas. En general, los integrantes del bloque regional “reafirmaron su firme compromiso con los objetivos y principios de los tratados fundacionales del Mercosur”, con el propósito de “fortalecer el proceso de integración regional”.
Fue la penúltima reunión del Mercosur para el presidente Luis Lacalle Pou, antes de entregar el mando el 1º de marzo del año que viene. En su intervención, el mandatario uruguayo cuestionó la ausencia de Milei, quien optó por reunirse con el expresidente Jair Bolsonaro. “Si el Mercosur es tan importante, acá deberíamos estar todos los presidentes”, sentenció; en referencia a la canciller argentina, Diana Mondino, que asistió a la cumbre en representación de Milei, sostuvo que “no sólo importa el mensaje”, sino que también “es muy importante el mensajero”.
Ausencia “grave”
Más allá de la crítica a Milei, en su discurso Lacalle Pou evaluó positivamente algunos aspectos de la relación bilateral de Uruguay con Brasil, como la inauguración del aeropuerto binacional de Rivera, y también con Argentina, como la autorización para dragar a 14 metros el puerto de Montevideo. En este último caso, sostuvo que hubo “una visión liberal y aperturista”.
En diálogo con la diaria, Nastasia Barceló, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República y licenciada en Relaciones Internacionales, señaló que se trata de “logros muy puntuales” y sostuvo que, “desde el punto de vista comercial, económico y de integración productiva”, el bloque regional está “cada vez más desintegrado”.
Barceló consideró que el cuestionamiento de Lacalle Pou a Milei fue “pertinente”, porque “no caben dos miradas distintas”. “La no asistencia de Milei es grave porque le quita importancia al bloque y a la integración regional”, expresó, y apuntó que, al mismo tiempo, el presidente argentino “está participando en un encuentro de exmandatarios y líderes vinculados a la extrema derecha”. “Lo que hay que destacar es que Milei no fue, que no estuvo, y eso es grave para el bloque y para las relaciones con todos los socios”, subrayó.
Con respecto a la importancia que Lacalle Pou le adjudicó al Mercosur, Barceló dijo que hubo “un mensaje contradictorio”, dado que “a lo largo de estos años Uruguay ha venido criticando fuertemente al Mercosur y ahora aparece en esta cumbre con una posición bastante distinta de la que sostuvo los últimos años”.
Por su parte, en una entrevista con radio Carve, Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales, consideró que la no participación de Milei en la primera cumbre del Mercosur desde que asumió la presidencia de Argentina “es muy grave”. “No ir a la cumbre porque tenés una diferencia con Lula es gravísimo”, resaltó. A su entender, “es una señal más del debilitamiento del Mercosur”.
Dicho esto, Bartesaghi sostuvo que, por intermedio de Mondino, Argentina transmitió “lo que está pensando el nuevo gobierno”, lo cual calificó como una “buena noticia”. “Hay una coincidencia muy fuerte con Uruguay, [que] ya no está solo, ahora está con Argentina”, afirmó.
El domingo, la canciller argentina abogó por “una actualización del Mercosur” y afirmó que hasta ahora el bloque regional no ha podido “facilitarnos el acceso a los grandes mercados extrazona”. Por el tratado de Asunción, que dio origen al Mercosur, los países que forman parte del bloque regional comparten un mismo arancel externo y una misma política comercial con relación a terceros países o agrupaciones de estados. “No es que no avance, pero el mundo va más rápido”, aseveró Mondino.
Para Bartesaghi, la posición de Argentina “favorece los intereses nuestros”, si bien puntualizó que, por la ausencia del mandatario argentino, “lamentablemente eso queda un poco postergado hasta una eventual reunión bilateral entre Lacalle Pou y Milei para hablar sobre este asunto”.
Caggiani: Lacalle Pou hizo “una de más”
Para el senador del Frente Amplio (FA) y miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado Daniel Caggiani, se trató de una cumbre “bastante pobre y deslucida en materia de resultados”. En diálogo con la diaria, apuntó que Lacalle Pou “intentó ser bastante enfático”, pero “terminó haciendo una de más”. “La diplomacia presidencial, desde mi punto de vista, debe ser utilizada para tratar de acercar las diferentes visiones que tienen los estados y los gobiernos, más que para ahondar las diferencias entre los países”, expresó.
El senador del FA consideró que fue “más equilibrado y compartible en general” el discurso del canciller uruguayo, Omar Paganini, quien el domingo pidió “encontrar mecanismos para avanzar a diferentes velocidades” en los vínculos comerciales con terceros países.
Para el senador del Partido Nacional Sergio Botana, el cuestionamiento de Lacalle Pou a Milei “está bien”. “Tenemos que estar agradecidos por la apertura de Argentina, por el cambio de cabeza, por dejar de proteger ineficiencias y por dejar de ser malos vecinos, pero a la reunión hay que ir; no se puede faltar”, subrayó en diálogo con la diaria.
Caggiani sostuvo que la cumbre del Mercosur evidenció “las diferentes tensiones que existen entre los diferentes países de la región sobre determinadas temáticas”, y consideró que, tras asumir la presidencia pro témpore del bloque regional por seis meses, Uruguay debería procurar “tener articulación con los dos principales socios regionales”.
En el caso de Argentina, el senador del FA sostuvo que “Uruguay debería, [pero] lamentablemente este gobierno no lo hizo, tener un grupo de alto nivel de negociación para poder tener un buen nivel de acercamiento en materia presidencial y, sobre todo, en materia del trabajo diplomático”. Dijo que el gobierno uruguayo “desaprovechó la oportunidad” de “elevar el nivel de relacionamiento” entre ambos países en este período de gobierno.
Con relación al distanciamiento entre Milei y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Caggiani consideró que Uruguay podría tener “una posición de ayuda” para “echar aceite en una situación que puede ser compleja”. “Creo que ahí también tiene que tener un papel mucho más importante; lamentablemente, Uruguay no lo hizo en este período de gobierno”, añadió.