El Senado aprobó este martes, por unanimidad y con modificaciones, el proyecto de primera infancia del Frente Amplio (FA). La iniciativa, que ya tenía media sanción de la Cámara de Diputados, se trató en esta instancia con carácter de “grave y urgente”. Más allá de que el oficialismo se mostró de acuerdo con su espíritu, se propuso un sustitutivo para el artículo 20, entendiendo que no quedaba claro lo que podía suceder con algunas herramientas vigentes creadas en este período.
En el nuevo artículo se estableció que el proyecto “no podrá interpretarse como derogatorio del referido Programa de Atención Integral a la Primera Infancia ni del Fondo Infancia, debiendo armonizarse ambas legislaciones en su aplicación”. En esa línea, también se encomendó al Poder Ejecutivo como “ejecutor de políticas públicas y la aplicación armonizada de la legislación vigente, de forma tal de asegurar la continuidad de los proyectos actualmente en ejecución”.
En referencia a esto, el senador nacionalista Sergio Botana indicó que esto es necesario para “no distorsionar lo que se ha comenzado a hacer bien”. “Ese fondo de la infancia que se creó y que empieza con trabajos de coordinación, con la aplicación de algunos recursos y con posibilidades de medir el impacto, no debe desaparecer”, subrayó.
En la misma línea, la senadora nacionalista Carmen Asiaín aclaró que se compartía la “preocupación”, pero que es necesario tener en cuenta estas herramientas porque la iniciativa de la autoría de la diputada Cristina Lustemberg -presentada originalmente en 2018- era anterior a su aprobación, que fue en el marco de la Rendición de Cuentas en noviembre de 2023.
Asimismo, Botana planteó la necesidad de aprobar esta misma jornada la modificación para que pueda ser aprobada por la Cámara de Representantes este miércoles, antes del cierre de la legislatura, algo que fue compartido por la bancada opositora. “A nosotros nos quedará el orgullo político de la capacidad de generar políticas de Estado sobre la base de iniciativas de los partidos de la oposición; es el símbolo de cómo deben ser hechas este tipo de cosas”, manifestó Botana.
El tema de fondo
La frenteamplista Sandra Lazo recordó que la iniciativa ya “recibió una serie de devoluciones” por parte de “instituciones públicas vinculadas a las políticas de infancia como a organizaciones sociales nacionales e internacionales”, lo cual la ha posicionado como un instrumento que lo que hace es “reafirmar el respeto de los derechos y principios que ya están consagrados en las normativas vigentes”.
“La primera infancia como etapa inicial del ciclo vital, durante la que se estructuran las bases para el desarrollo neurofuncional de las personas y donde, además, se sientan las bases estructurales de una persona en la adultez”, valoró la legisladora. “Nos parece importante destacar el papel que debe desempeñar el Estado, porque si bien, por un lado, no sustituye al rol de las familias como primer centro de protección, sí tiene la responsabilidad de fortalecer a las familias y a las instituciones que trabajan con niños, niñas y adolescentes”, agregó.
“El proyecto de ley propone instaurar un cambio de paradigma en cuanto a la concepción de la política pública, dotándola de un enfoque transversal mediante la creación de un mecanismo que coordine, realice una correcta planificación, priorice la inversión, amplíe coberturas y mejore la calidad de los programas”, recordó Lazo.
La presidenta del Senado, Beatriz Argimón, hizo mención a su participación en la redacción del Código de la Niñez y la Adolescencia, y enfatizó que ese es otro ejemplo de “un cambio de paradigma notorio” en el que se cambió “la perspectiva del niño objeto de derecho al niño sujeto de derecho”. En referencia a esta nueva iniciativa, aclaró que “los cambios institucionales demoran”. “Quienes hemos sido ejecutores de políticas públicas sabemos, mucho más cuando es un cambio de paradigma, lo que implica visualizar cómo debemos proceder institucionalmente”, apuntó.
Si bien destacó que “institucionalmente es indispensable pensar que se precisa una coordinación”, Argimón resaltó que “decir que con esto (el proyecto de ley) se van a terminar muchas cosas es no saber lo que implica el funcionamiento del Estado en lo macro”.
En último término, la vicepresidenta de la República dejó constancia de una posición personal sobre el tema, alegando que la pobreza infantil “va a disminuir en el mundo cuando las mujeres jefas de familia tengan independencia económica”. “Me parece que, cuando se habla de pobreza infantil, nos olvidamos de que la abrumadora mayoría de los niños pobres se encuentran en manos de mujeres jefas de familia”, agregó.
Las visiones críticas
A pesar del voto unánime, hubo algunas posiciones críticas, como el caso del senador cabildante Guillermo Domenech, quien definió el proyecto como “un gran monumento a la vaguedad”. El legislador reconoció que si bien apoyaría la propuesta para “acompañar a la coalición”, desde su punto de vista en materia de pobreza infantil no se debe “coordinar nada” porque “ya debería estar todo coordinado”.
“Tenemos muchos años de institucionalidad como para darnos cuenta hoy de que no tenemos la coordinación necesaria para cumplir con los deberes del INAU, del Mides, de ASSE”, complementó. “En el fondo es una terrible burla a esos niños pobres, porque es una confesión de que no estamos haciendo lo que debemos, existiendo ya una profusa institucionalidad que debería atenderlos”, concluyó.
La nacionalista Graciela Bianchi, en tanto, planteó que el proyecto se trató en este momento porque “estamos en período electoral”. “No vamos a permitir que se instale el relato, justo en el período electoral, de que recién ahora en Uruguay nos preocupamos de la pobreza infantil y que no tenemos un proceso de funcionamiento para la distribución de los 50 millones de dólares anuales que este gobierno dispuso para la atención de la primera infancia”, agregó, en referencia a la partida que se asignó mediante Rendición de Cuentas.
Coincidiendo con Domenech, Bianchi también indicó que la iniciativa es “una preciosa expresión de deseo” que comparte, pero que se debe dejar claro el “cómo”.