El director y cofundador de Conexión Ganadera, Pablo Carrasco, finalmente mantuvo una videoconferencia con los inversores de la empresa, luego de cancelar esta instancia la semana pasada, al argumentar que discrepaba “en esencia” con “el mensaje que pretendía enviarse”.

En el encuentro virtual, Carrasco comenzó diciendo que “quería poner la cara” y aclaró que no se va a ir “a ningún lado”. “Eso es seguro porque yo soy el 50% de Conexión Ganadera y, por lo tanto, con una responsabilidad asumida”, sin importar “cuál era mi tarea en la empresa”, aclaró.

No obstante, precisó que la “responsabilidad total puede no querer decir que todos los problemas de la empresa se hayan originado en una sola persona”. En ese sentido, agregó que si bien asumía “la negligencia y la omisión de cosas que hicimos mal”, enfatizó que con Gustavo Basso, su socio, quien falleció en noviembre en un accidente de tránsito en la ruta 5, tuvieron “un acuerdo tácito durante 25 años en que yo era el hombre del terreno, de campos que crecieron hasta 75.000 hectáreas y que me demandaron mucho de mi tiempo, como lo de armar una marca de carne, y todo eso era lo que yo sé y sabía hacer”.

“Él tenía una habilidad comercial indiscutible y el manejo de las finanzas, al punto de que a mí no me interesaba demasiado, sabía que estaba en buenas manos y que ni siquiera tenía el acceso al día de hoy a ninguna cuenta de Conexión Ganadera”, resaltó.

Luego se dirigió a los inversores y manifestó que debían estar en la videollamada para saber “varias cosas”, entre ellas, “dónde está el dinero que se perdió”. Carrasco relató que la semana pasada postergó la videoconferencia porque quería tener información de una “auditoría profesional de prestigio” antes de hablar. Si bien aclaró que todavía no se realizó la auditoría, ya comenzó el proceso y “las primeras conversaciones” con RSM, quien se hará cargo al respecto.

“También están acá para saber cuál es el desfasaje de ese activo pasivo, que puede haber sido otro punto de discusión, pero mis números o lo que yo opine sobre ese desfasaje serán los que esta auditoría o la Justicia digan”, comentó, y agregó que también pondría a disposición las “empresas que integran o están respaldando detrás de esos desfasajes”.

Las propuestas

Carrasco también habló sobre los pasos a seguir y destacó que de eso iba a hablar el contador Ricardo Giovio, quien “fue contratado para hacer estos primeros números, que, por su magnitud, nos llevó a tomar la iniciativa de esta auditoría”.

“En cuanto a la salida, y esto es una opinión personal, se puede salir de este negocio de maneras muy diferentes. Un gran remate de nuestra ganadería implicaría millones de dólares en pérdida. Una liquidación inteligente, si ese fuera el camino, evitaría esas pérdidas. Y cuando yo digo una liquidación inteligente, estoy hablando de vender cada animal en su mejor momento”, apuntó.

Otra posibilidad, dijo Carrasco -y aclaró que es “más remota”, pero que estuvo en los planes de la empresa “desde siempre”-, es que se sume un socio a integrarse a Conexión Ganadera “que necesite 20.000 toneladas de carne por año o dos millones de toneladas de carbono secuestrado”.

Finalmente, Carrasco resaltó que, “en cuanto a la secuencia de las cosas, una vez muerto mi socio, y tomando conocimiento de esos primeros números, yo sentí la obligación legal de ir a un concurso”. “Eso creo que ya es bastante inevitable, pero les puedo garantizar que ese concurso no es para erosionar los activos que respaldan, sino para todo lo contrario”, añadió.

Aclaró que no conocía la presentación que iba a hacer siguientemente el contador Giovio, y concluyó: “Yo no tengo un problema económico, sino moral, y es el haber estado perjudicando a la empresa, a los inversores. Eso es lo único que me desvela. De manera que, como les decía, dejaré el pellejo y lo mejor de mí para que eso sea corregido”.