Eutanasia, del antiguo griego... Buen morir, muerte digna, es un derecho a decidir, no sustituye lo ya existente, no impone conducta”. Así comenzó a fundamentar a favor del proyecto de ley de muerte digna, este miércoles en la cámara alta, el senador frenteamplista Daniel Borbonet.

Está previsto que, luego de un extenso debate en el plenario, la Cámara de Senadores apruebe el proyecto con los votos del Frente Amplio (FA), de los senadores colorados Andrés Ojeda y Robert Silva y de la senadora nacionalista Graciela Bianchi. Y dado que el proyecto ya fue aprobado en la Cámara de Diputados, y este miércoles se votará sin modificaciones, la regulación de la eutanasia en Uruguay será definitivamente ley.

“Hoy nos convoca la enorme responsabilidad de legislar sobre un derecho: cómo transitar el final de la vida”, continuó Borbonet, y afirmó que “legislar o no legislar sobre este tema no es un dilema nuevo”, sino que forma parte de “un debate de larga data, nacido a partir de situaciones reales y concretas que han atravesado y atraviesan pacientes, familias, profesionales, legisladores y la sociedad toda”.

Al igual que el diputado del FA Luis Gallo durante la votación en la cámara baja, Borbonet compartió este miércoles en sala algunos testimonios de personas a favor del proyecto. “Venimos hoy aquí a pedirles que confíen en los que vivimos estas experiencias. No es necesario vivirlo para comprenderlo. No importa si somos profesores, abogados, contadores, escribanos, sociólogos o simplemente ciudadanos. Todos creemos y sentimos que vivir es un derecho, tanto en la salud como en la enfermedad, pero nunca debe ser una obligación porque otros no comprenden ese sufrimiento insoportable”, leyó.

El senador frenteamplista señaló que el proyecto tiene tres elementos centrales: la autonomía, la libertad y la dignidad. Dijo que la iniciativa es el resultado de “una sociedad que desde hace años reflexiona y reclama respeto por la autonomía del paciente para que decida en el final de su vida”, y reiteró que la legalización de la eutanasia “no obliga” ni tampoco “impone conductas”.

El proyecto tiene como principal propósito regular y garantizar el derecho de las personas a “transcurrir dignamente el proceso de morir en las circunstancias que ella determina”. En tal sentido, establece que “toda persona mayor de edad, psíquicamente apta, que curse la etapa terminal de una patología incurable e irreversible”, tiene derecho, a su pedido y bajo un determinado procedimiento, a que “se le practique la eutanasia para que su muerte se produzca de manera indolora, apacible y respetuosa de su dignidad”.

Borbonet sostuvo que en la redacción existe “un equilibrio” entre “las suficientes garantías” y el tiempo previsto para la aplicación de la eutanasia, “evitando muchas veces tiempos burocráticos de semanas o de meses”.

Por último, el senador del FA señaló que “los avances sociales más significativos” en la historia de la sociedad uruguaya “han estado siempre precedidos por intensos debates, resistencias profundas y por temores comprensibles frente al cambio”. A modo de ejemplo, mencionó las aprobaciones del voto femenino, la posibilidad legal del divorcio, la interrupción voluntaria del embarazo y el matrimonio igualitario. “Cada uno de estos pasos, en su momento, fue entendido por algunos como un retroceso, [pero] hoy con el tiempo sabemos que fueron derechos, conquistas”, afirmó.

Bordaberry: “Esta ley tiene problemas de redacción muy grandes y profundos”

Luego de Borbonet expuso, apoyándose en un powerpoint, el senador colorado Pedro Bordaberry, contrario a la iniciativa. “Hoy estamos aprobando de apuro una ley, sin cambios, cuando todos sabemos que tiene problemas de redacción muy grandes y profundos”, aseveró. Dijo que el proyecto está escrito “desde el punto de vista médico”, sin la perspectiva jurídica, con lo cual “incurre en una cantidad de problemas graves”.

Entre estos supuestos problemas de redacción, Bordaberry cuestionó el procedimiento para la aplicación de la eutanasia, que, a su juicio, contiene “un emporio de cosas complicadas y mal redactadas”. “Los viejos quedan incluidos acá, la vejez queda incluida acá, por mala redacción; estoy seguro de que nadie quiere incluirlos, pero los incluyeron”, alertó.

Por otra parte, el senador colorado criticó que en el artículo 4 del proyecto se disponga que a la persona solicitante de la eutanasia se le deberá “informar” sobre los cuidados paliativos disponibles. “No se le ofrecen los cuidados paliativos, no se le brindan los cuidados paliativos, sino que se le informa sobre cuidados paliativos”, subrayó, y agregó que el acceso a los cuidados paliativos no está garantizado en todo el país, porque “hay departamentos que no los tienen”.

Desde el punto de vista constitucional, en tanto, Bordaberry dijo que se está creando “un derecho a la muerte contra un derecho a la vida”. “Si quisieran ir por este camino, lo que tendrían que hacer es decir: 'Miren, respetando el derecho a la vida, yo lo limito para el caso de compasión o lo que sea', [pero] lo están logrando de una forma inconstitucional. Están creando un antiderecho”, afirmó.

Asimismo, Bordaberry mencionó que “el fundamento téorico de todo esto” proviene de “los autores alemanes de la década del 20” Karl Binding y Alfred Hoche, en quienes “se basó después el nazismo para la eugenesia, y después de la eugenesia para la eutanasia, para hacer casas donde matar. ¿A quiénes? A los viejos, a los débiles. ¿Y por qué? Porque querían ahorrar dinero, porque gastaban mucho dinero los que llegaban a esa situación”.

Por último, Bordaberry recalcó la dificultad que hay en el país para acceder a los cuidados paliativos. “Si solamente la alternativa es la eutanasia y lo único por lo que yo puedo optar es la eutanasia, no tengo libertad”, afirmó.