La Intendencia de Montevideo (IM) tiene previsto la apertura al público del espacio contiguo al dique Mauá, donde funcionaba la ex Compañía del Gas de Montevideo, a través de un acuerdo entre la comuna y el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), que es propietario del predio.

“Estamos planificando abrirlo para diciembre, como espacio público. Hoy estamos haciendo trabajos de limpieza y desratización de una zona que estaba con cierto abandono”, dijo la directora de Desarrollo Urbano de la IM, Patricia Roland, a MVD noticias.

El director de la división Espacios Públicos de la comuna, Marcelo Roux, explicó a la diaria que el futuro del espacio “no está definido aún; ahora lo que implica es que va a tener condiciones de un espacio público en proceso, donde se van a encontrar con lugares donde no se puede acceder, lugares donde sí se puede circular, espacios que tienen una condición natural y asociada a la biodiversidad también”, añadió.

“Lo que vamos a abrir ahora es el sector libre, al que se accede hasta el final [del edificio] de las carboneras, hacia el este”, dijo Roux; “no vamos a incluir en esta apertura el sector del edificio del reloj y otros edificios porque es un sector que posiblemente requiere más atención para abrirlo al público”, agregó.

“En ese sector hay una serie de edificios con altísimo valor cultural, patrimonial, que están obviamente afectados por el paso del tiempo y estamos tratando de consolidar también algunas estructuras para que no exista riesgo”, señaló Roux, como parte de los trabajos que está realizando la intendencia. Además, se colocará un sistema de vallas “para dirigir el recorrido de las personas, justamente para velar por la seguridad de quienes lo visitan”, aseguró.

Otro aspecto que prevén es “el contacto con el río en un lugar que hace mucho tiempo está totalmente cerrado, de una vieja instalación industrial que proveía, digamos, carbón para generar justamente alumbrado a la ciudad”, alegó Roux.

La fecha y los horarios aún no están definidos; “estamos pensando y queriendo que esto suceda en diciembre, pero tenemos algunas tareas que hacer, y eso depende del clima y de varias condiciones; si no es diciembre, será enero”, dijo Roux. En cuanto a los horarios, el predio abrirá “posiblemente desde la tarde hasta las 23.00 aproximadamente en días hábiles, en verano, y los fines de semana quizás el horario sea desde la mañana y se cerraría en la noche”, expuso.

“Seguramente tengamos actividades culturales o eventos que se puedan realizar en el lugar; también estamos pensando en tener visitas guiadas, de alguna manera hacer que las personas lo conozcan”, manifestó el director.

Por otro lado, se mantendrá la seguridad del espacio dispuesta por el MIEM. También habrá “personas que estén monitoreando el espacio y velando para que todo esté bien, que pueden ser de convivencia o eventualmente de otra fuente”, dijo Roux. El director destacó el trabajo conjunto con el Municipio B para la efectivización de los trabajos.

En los últimos años se han presentado distintos proyectos para el predio, que no tuvieron éxito. En 2007, cuando estaba en concesión de Petrobras, se solicitó como contrapartida la creación de un centro cultural, se realizó un concurso y fue ganado por los arquitectos Rafael Lorente y Fernando Giordano.

Luego, en 2014, se impulsó el Museo del Tiempo por parte del Ministerio de Educación y Cultura, pero no continuó la propuesta. En 2018, el empresario Juan Carlos López Mena presentó un proyecto de una terminal fluvio-marítima de Buquebus diseñada por Foster and Partners.

En 2019, la intendencia, el MIEM y la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República llevaron adelante un concurso de ideas; recepcionaron más de 50 propuestas y hubo una consulta pública con más de 830 aportes. En febrero de 2020, a raíz de ese concurso, se abrió el espacio pero sólo por un fin de semana.

“El lugar tiene que seguir siendo un espacio público, no queremos una rambla privatizada”

Consultado sobre si la IM se reunió con la Asamblea Permanente por la Rambla Sur –un colectivo de vecinos que nació en 2018 ante la posible venta del predio a privados, y que siguió de cerca los proyectos sucesivos que se presentaron para el espacio–, Roux manifestó que tuvieron un encuentro con el colectivo junto con el MIEM “en estos meses pasados; les transmitimos cuando tomamos la decisión de hacerlo, y fue muy bien recibido por parte de ellos, compartimos la alegría”.

Laura Alemán, integrante del colectivo, expresó a la diaria que “valoramos mucho y estamos muy contentos, porque entendemos que, en este caso, las autoridades involucradas, de algún modo, han tomado nuestro reclamo de que el lugar tiene que seguir siendo un espacio público, no queremos una rambla privatizada”.

La propuesta del colectivo para la recuperación del predio se basa “en un proceso progresivo gradual de tres etapas”, explicó Alemán; en un primer momento, abrir el predio al uso público, que es lo que se está planteando ahora; en una segunda etapa, recuperar los edificios patrimoniales a fin de que puedan albergar algún uso, y en un tercer momento, definir programas de uso, es decir, destinos posibles para ese predio, siempre en el entendido de que deben ser destinos públicos, abiertos a toda la población, alegó.

“Nuestra visión del asunto es que para abrirlo no es necesario hacer una inversión multimillonaria”, señaló Alemán, y agregó que “nos parece nefasta la idea inicial de venderlo, de ceder el control estatal sobre un sector de la rambla, que además fue pensada y construida como un espacio público, con unas ideas que vienen ya desde el batllismo”.

Desde la Asamblea Permanente mantienen “cierta cautela”. “En estos días seguramente tendremos una nueva reunión con las autoridades involucradas y vamos a tratar de poder incidir todo lo que podamos” para que “finalmente se concrete todo esto”, sentenció Alemán.