La Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) advirtió que el Aeropuerto Internacional de Carrasco presenta un faltante del 40% del personal necesario para cubrir los servicios de tránsito aéreo (ATS, por sus siglas en inglés) en las distintas dependencias, y “sin la disposición de personal que realiza horario extraordinario deberían cerrarse servicios”.
En un informe publicado por el periodista Eduardo Preve y compartido por la Asociación de Controladores de Tránsito Aéreo del Uruguay (Actau), la Dinacia señala que el aeropuerto cuenta con 79 funcionarios activos a la fecha, cuando, según el manual de la organización, requiere 121.
La falta de personal ha generado que se vieran “canceladas y recortadas”, “en muchas oportunidades”, las licencias solicitadas. Además, a la fecha se adeuda “un porcentaje del pago de horas extras realizadas en noviembre pasado y horas de instrucción de capacitación en el trabajo desde diciembre de 2023”, por lo que “se ha visto reducida la cantidad de personal voluntario a realizar horas extras” y “no se dispone de personal voluntario para capacitar en el trabajo”.
“La situación es crítica, puesto que no sólo no se dispone de personal suficiente, sino que además no es posible capacitar en los sectores donde es necesario multiplicar las habilitaciones”, explica el informe.
La Dinacia señala también la necesidad de supervisores y jefes operativos que no han podido ser delegados a nuevas funciones “por la necesidad de ocupar los puestos de control”.
Advierten también por “el deterioro de los sistemas de control”, que conllevan “a la activación del plan de degradación por fallas CNS (siglas en inglés del sistema de navegación y control)”.
“El estado del conmutador digital se encuentra degradado debido a su obsolescencia dado el funcionamiento continuo de 15 años, los 365 días desde 2010”, y “el Sistema de Automatización de Control de Tráfico Aéreo Aircon 2100 está mostrando una degradación importante, ocasionando un impacto negativo en el ATS”, manifestaron los profesionales-técnicos a cargo, según recoge el informe.
Controladores aéreos: el problema de la falta de personal se acrecentó con concesión de aeropuertos en el interior
Mario Librán, presidente de la Actau, explicó a la diaria que, a nivel país, son cerca de 80 los funcionarios, cuando se necesitan 210 controladores para el funcionamiento óptimo, según el cálculo de la Organización de Aviación Civil Internacional, utilizado también en el manual técnico uruguayo.
Según el dirigente, ya se están “resintiendo los servicios” y hay demoras en los tres servicios del aeropuerto de Carrasco: la torre de control, que controla la llegada y salida del aeropuerto; el Centro Control Montevideo, responsable de controlar todo Uruguay; y el control de aproximación, desde donde se guía a los aviones que están en el interior previo a su llegada a Carrasco.
El problema de personal se acrecentó “de la noche a la mañana” con la concesión de los aeropuertos del interior del país. “Como el Estado se compromete a brindarle servicio, hay mucho más problema de personal todavía”, indicó Librán. Se profundizó aún más con el incumplimiento del pago de las horas extras y por el propio límite permitido de horas extras para un controlador aéreo.
Librán expresó que el problema de personal es “ineludible”, porque si se hicieran efectivas las vacantes aprobadas por el Parlamento en el período anterior, “recién dentro de tres años lo podríamos tener como un trabajador completo, haciéndose cargo de una porción del espacio aéreo”, debido al tiempo que lleva el entrenamiento de “personal altamente calificado, como es un controlador aéreo”.
“No hay manera de que esto vaya a mejorar; va sólo a empeorar en los próximos tres o cuatro años”, expresó el controlador aéreo.
El dirigente explicó que la falta de personal para el control aéreo es una situación que afecta a muchos países, y “Uruguay está muy complejo”. La pandemia impactó en los proceso de contratación de personal, y el pico de crecimiento del tránsito aéreo al salir de la pandemia generó este desfase entre el personal disponible y los servicios aéreos a cubrir.
“En todos los países estamos por encima de los niveles prepandémicos de tránsito aéreo, pero con el retraso de cinco o seis años de toma de personal y entrenamiento”, sostuvo Librán.