En cumplimiento de la Ley 18.485 sobre partidos políticos, la Corte Electoral publicó recientemente las rendiciones de cuentas de quienes fueron candidatos a la Cámara de Senadores en las pasadas elecciones nacionales. Los balances, que muestran al detalle los ingresos y los egresos que tuvo cada lista, revelan diferencias considerables entre los distintos sectores políticos.
La lista al Senado que más gastó fue la del Movimiento de Participación Popular (MPP). El principal sector del Frente Amplio (FA) desembolsó 88 millones de pesos, según consta en la rendición de cuentas presentada ante la Corte Electoral. Prácticamente un cuarto de los egresos del MPP se destinó a la contratación de espacios publicitarios (23%), otro tanto a la organización de eventos y la locomoción (20%), y una menor cantidad a la impresión de listas y volantes (9%).
El MPP, que obtuvo ocho bancas en la cámara alta, declaró que 88% de su presupuesto provino de la contribución que realiza el Estado por cada voto válido; en el restante 12%, correspondiente al ámbito privado, sobresalen como principales aportantes Maltería Oriental, Prosegur y Zonamérica.
En segundo lugar, siempre de acuerdo a los balances presentados por los propios partidos, se ubicó la lista encabezada por Andrés Ojeda. El senador del Partido Colorado (PC) declaró egresos por 39 millones de pesos; a diferencia del MPP, más de la mitad del gasto se fue en publicidad (61%). En cuanto a los ingresos, Ojeda declaró que 70% provino de los aportes del Estado y 30% del ámbito privado. En tal sentido, las mayores contribuciones salieron de un par de eventos en los hoteles Radisson y Enjoy, por los que la lista de Ojeda recaudó alrededor de cinco millones de pesos. El senador aportó por su parte 436.000 pesos; el expresidente Julio María Sanguinetti, 332.000 pesos; y su hijo, Julio Luis, 661.000 pesos.
Por detrás de Ojeda, en el tercer puesto aparece Mario Bergara, quien lideró la lista al Senado de Seregnistas del FA. El sector del actual candidato a la Intendencia de Montevideo gastó 36 millones de pesos. Según la planilla de ingresos, 47% del financiamiento correspondió a los aportes estatales y 53% al ámbito privado. Allí figura desde una donación de cien pesos a nombre de Paola Florio, hasta un evento de recaudación a nombre de Los Cipreses —sociedad comercial de Buquebus— por el cual ingresó a la campaña de Seregnistas un total de 418.000 pesos.
En un escalón más abajo, con un total de egresos de 31 millones de pesos, se sitúa la nómina al Senado que fue encabezada por el líder de Vamos Uruguay del PC, Pedro Bordaberry. Su lista declaró que 94% del presupuesto provino de la contribución del Estado, en función de los “votos esperados”, mientras que el restante 6% del financiamiento fueron aportes privados. La red de cobranza Abitab, por ejemplo, aportó un millón de pesos. El propio Bordaberry desembolsó 200.000 pesos y un total de 321.000 pesos ingresó por concepto de “donaciones anónimas”.
Al respecto, la normativa vigente establece que ninguna donación anónima puede superar las cuatro mil unidades indexadas, o sea, unos 25.000 pesos a la fecha. Bordaberry cumplió cabalmente con la ley, dado que esos 321.000 pesos ingresaron a través de 16 donaciones anónimas diferentes de 20.000 pesos cada una. El otro límite que establece la ley es que el conjunto de las donaciones anónimas no puede superar el 10% de los ingresos totales; en el caso de Vamos Uruguay este porcentaje fue 0,9%.
Recién en el quinto lugar aparece un sector del Partido Nacional. La lista al Senado de Alianza País, que estuvo encabezada por Javier García, declaró egresos por 30 millones de pesos. En este caso, en el desglose de los ingresos sólo hay tres filas: dos correspondientes al financiamiento público, “adelanto votos” y “aporte fondos públicos a cobrar”, que suponen 99% del presupuesto, y una tercera correspondiente al financiamiento privado, que lleva como nombre “saldo inicial”.
Todos estos números surgen únicamente de las rendiciones de cuentas de las listas al Senado, sin considerar las listas a la Cámara de Diputados y las candidaturas presidenciales, que de acuerdo a la normativa vigente tienen sus propias rendiciones de cuentas.
Asimismo, la Ley 18.485 establece que, por una mayoría especial de seis votos sobre nueve, la Corte Electoral puede solicitar el apoyo del Tribunal de Cuentas “para auditar las rendiciones de cuentas presentadas por los comités de campaña de los partidos políticos”.
¿Cómo fue la relación entre gastos y votos?
Por otra parte, en la comparación entre los egresos declarados y la cantidad de votos que obtuvo cada lista al Senado, los números marcan que Seregnistas gastó aproximadamente 400 pesos por cada voto, mientras que, en el otro extremo, la lista de Carolina Cosse sólo gastó alrededor de 28 pesos por cada voto, es decir, 14 veces menos. A mitad de camino en este promedio se ubican Vamos Uruguay y el MPP con 208 y 200 pesos por cada voto obtenido, respectivamente.