En el Palacio Legislativo, ante las cámaras reunidas en Asamblea General, este sábado 1° de marzo, el presidente y la vicepresidenta electos, Yamandú Orsi y Carolina Cosse, toman posesión de sus cargos, dando inicio al cuarto gobierno frenteamplista. Es así que Orsi se convierte en el 43° presidente de la República Oriental del Uruguay.
Sobre las 14.00, Orsi y Cosse llegaron al Palacio para ser investidos por el presidente del Senado, Alejandro Sánchez, quien posteriormente será nombrado secretario de Presidencia. El presidente y la vicepresidenta entrantes saludaron a las puertas del edificio a los representantes que esperaban su llegada e iniciaron, entre aplausos, su recorrido por el Salón de los Pasos Perdidos hacia la Asamblea General.
A las 14.15 inició formalmente la ceremonia de asunción con la interpretación del himno nacional por parte del Coro Nacional del Sodre. Ante senadores, diputados, exmandatarios, futuros ministros, dirigentes políticos de todas las fuerzas e invitados internacionales, Sánchez les tomó juramento a Orsi y Cosse.
Cerca de las 14.30, Orsi prestó el “Compromiso de honor y declaración de fidelidad” y pronunció la declaración: “Yo, Yamandú Orsi, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y a defender la Constitución de la República”, seguido de la pronunciación de la misma declaración por parte de Cosse.
Tras asumir como vicepresidenta, Cosse tomó el mando de la Asamblea General como su presidenta e invitó al presidente Orsi a dirigirse al público: “Una vez más como cada cinco años, [Uruguay] les demuestra al mundo y a nosotros y nosotras la salud de nuestra ejemplar democracia”, expresó la recientemente investida vicepresidenta.
Yamandú Orsi, Alejandro Sánchez y Carolina durante la ceremonia en la Asamblea General.
Foto: Alessandro Maradei
Los 40 años de la democracia y “mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”
Orsi abrió su discurso recordando que “un día como hoy pero hace 40 años Uruguay recuperaba su democracia y atrás quedaba el período más doloroso de nuestra historia contemporánea, marcado por la persecución política y la crueldad humana como método de gobierno y por el saqueo económico como parte central de ese proyecto político”. Recalcó que aún “hay secuelas que continúan hasta hoy”, por lo que “es tan justo como imprescindible mantener intacto el compromiso con la libertad, la verdad y la justicia”.
El presidente de la República se refirió al sistema de partidos políticos que impera en Uruguay, y afirmó que es un país en el que “la confianza sigue siendo un elemento central para su funcionamiento”, y por eso “Uruguay funciona”.
Agradeció a la democracia, la república y los partidos políticos por “hacer de este Uruguay una amalgama plural de convivencia que aún despierta asombro en el mundo”. “Sólo una síntesis de republicanismo con partidos políticos sólidos como la de nuestro país pudo lograr que alguien como yo, o como ustedes, legisladores electos, que venimos del interior o de un barrio de la capital, que somos trabajadores, profesionales o empresarios, podamos por decisión de la ciudadanía acceder a estos honorables cargos y podamos andar por nuestras calles libremente”, continuó.
Remarcó que es necesario “atesorar” la construcción del sistema político uruguayo “en tiempos donde proliferan las expresiones de antipolítica y las lógicas excluyentes”, y llamó a ser “siempre adversarios pero nunca enemigos”. “Alejémonos todo lo posible del cinismo y de la frivolidad para no tener que lamentar el descreimiento en la política y sus consecuencias”, planteó.
“Llego a la presidencia con la misma convicción y vocación de servicio de siempre”, dijo, y valoró sus años de experiencia al frente de la Intendencia de Canelones, así como las enseñanzas de sus referentes Marcos Carámbula, Tabaré Vázquez y José Mujica. El presidente agradeció a los partidos políticos del país por ser “estructuradores de los debates civilizados”, a los expresidentes presentes y al presidente saliente Luis Lacalle Pou por ser garantes de la democracia, que cumple cuatro décadas.
Adelantó que no llegan al gobierno “con la lógica de imponer” y que se revela en contra de “ese supuesto país de las dos mitades, donde la mitad que gana recurre al ordeno y mando y la otra mitad está condenada a obedecer”. “Sepan que nunca me llevé bien con los muros, tampoco con los ideológicos”, mencionó.
Se refirió a que llega al gobierno con “el mandato ciudadano de cumplir un programa” y “una orientación específica de gobierno que aspira a revertir los problemas urgentes que padecen nuestros sectores importantes de nuestro pueblo uruguayo”. De esa forma, aseguró que no llegan ni vuelven con “la verdad revelada” ni con “el afán de cobrar cuenta alguna”.
En ese sentido, insistió con la idea ya reafirmada en la campaña electoral de no llegar al gobierno con “un espíritu refundacional”, pero “sí con la certeza de que las causas de nuestro pueblo no admiten la menor demora”. “No comienza un tiempo de refundación, sino uno de nuevas propuestas”, agregó.
Algunas prioridades: pobreza infantil, ciencia y seguridad
“El país necesita recuperar la senda del crecimiento que permita generar, a partir del desarrollo más intensivo del conocimiento y de la inversión, no sólo mayor cantidad, sino también calidad de trabajo”, afirmó, e indicó que esta recuperación del crecimiento pueda permitir “un piso de dignidad salarial, y con eso, una mejor distribución del ingreso”.
Señaló al Uruguay ganadero, de la ciencia, la investigación e innovación así como la soberanía y sustentabilidad energética como “pilares para el desarrollo y su contribución a la economía basada en el conocimiento”.
En esa línea, Orsi habló del cambio climático que “advierte” la formulación de estrategias de desarrollo que tengan un enfoque sostenible y humano, y que respete los límites de la naturaleza para garantizar “un futuro mejor para las próximas generaciones”. “La preparación de nuestro país para eventos climáticos extremos es una necesidad ineludible”, planteó.
“Debemos fortalecer nuestra infraestructura, mejorar los sistemas de respuesta y priorizar políticas de mitigación y adaptación para proteger a nuestra gente”, afirmó Orsi, y agregó, en el mismo sentido, que “es imperioso avanzar en un Plan Nacional de Aguas para garantizar el abastecimiento, la producción y la protección de uno de nuestros recursos más valiosos”.
De esa forma, destacó que harán “todos los esfuerzos” para “ampliar y mejorar la producción de carne, de arroz, de soja, de madera y celulosa”, y que trabajarán para la consolidación del agronegocio, “a la vez que se fortalece la producción familiar y se protege adecuadamente la granja y la lechería”.
Sobre el sistema científico, el presidente afirmó que este “será jerarquizado” con la creación de una Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación bajo la órbita de Presidencia, con el objetivo de “consolidar a Uruguay como un referente en este campo y fomentar su desarrollo sostenible a través de su integración en la economía global del conocimiento”.
Por otro lado, se refirió a la seguridad pública y expresó que “no habrá contemplación alguna con el delito ni con la represión del delito”, pero que, sin embargo, saben que “la solución será insuficiente -y hasta demagógica- si no atendemos las múltiples causantes de la violencia”. “Sigue intacto nuestro compromiso con la lucha frontal contra el crimen organizado, el narcotráfico y el lavado de activos”. “Estamos convencidos de que un compromiso de tal magnitud sólo puede ser asumido con la colaboración y cooperación entre los países hermanos”, aseguró.
Otra de las prioridades señaladas por el presidente es la pobreza infantil y, por tanto, aseveró que “se vuelve imperioso colocar todo el peso del Estado en combatir afrentas dolorosas que nos niegan como sociedad”. “Un país que no cuida a sus niñas y niños no se cuida a sí mismo. Es inadmisible que un país de renta alta como el nuestro tenga uno de cada cinco de sus niños y adolescentes viviendo bajo la línea de pobreza”, lamentó, y remarcó la necesidad de garantizar “un mínimo de dignidad” y así “lograr que cada niño pueda alimentarse en su casa”. “Tenemos que incentivar la feliz aventura del aprendizaje, asegurando que cuenta con las herramientas indispensables para empezar las clases”, agregó.
Asimismo, precisó que “no hay infancias pobres sin adultos pobres” y, por lo tanto, es necesario “garantizar el sustento de las familias que tienen esos menores a cargo, en especial el de las mujeres jefas de hogar”.
Además, dijo que es “urgente” atender los problemas de salud mental “que afectan de manera transversal e intergeneracional a parte de nuestra población”. De esa forma, afirmó que deben atacar la problemática “desde una lógica integral, entendiendo por esto el abordaje desde distintas ópticas: social, sanitaria, cultural y comunitaria”. “Debemos volver a los territorios, sea este un centro de salud, un centro educativo; debemos ir al encuentro de aquellos que quedaron olvidados”, reafirmó.
El presidente afirmó que buscarán “aportar a la construcción de mayores espacios de libertad” y, al respecto, sostuvo que “sobrevuela un concepto de libertad ultraindividualista que predica el predominio del más fuerte”. “Nunca será esta nuestra noción de libertad”, agregó.
“La libertad individual en la que creemos es en clave de convivencia e igualdad de oportunidades en los aspectos esenciales de la vida”, aseveró, y preguntó: “¿Cuánta libertad puede ejercer o gozar un compatriota que tiene que peregrinar semanas por un centro de salud para conseguir sus medicamentos? ¿Cuán libre es quien padece serios problemas de vivienda o de trabajo? ¿Cuánto las mujeres que se sienten violentadas en la calle o puertas adentro de su hogar?”.
Política internacional
Hacia el final de su discurso, Orsi se dirigió a los visitantes extranjeros que lo acompañaron en su asunción y sostuvo: “Desde un país como el nuestro, enclavado en el sur de América, queremos sumar esfuerzos para contribuir con la estabilidad y la paz en un mundo cada vez más complejo y cambiante”.
Destacó el avance de las acciones y acuerdos del Mercosur, el reforzamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y la participación cada vez más activa en la Organización de Estados Americanos. A su vez, adelantó que la profundización de las relaciones y la multiplicación de los acuerdos con “los grandes países de referencia de nuestro mundo en forma bilateral y multilateral” serán algunas de las “banderas” que llevarán en los próximos cinco años.
“Una de nuestras principales responsabilidades es que esta región siga siendo un continente de paz, con mayor estabilidad, equilibrio social y económico, y que seamos capaces de un mejor proceso de integración”, afirmó el presidente.
Al cierre, Orsi prometió honrar el juramento que tomó “con dedicación, con escucha atenta, con fervor y con trabajo incansable”. “No seré vacilante ni indiferente. Para algunas causas no hay tiempo que perder y las he colocado entre mis prioridades de gobierno”, aseguró, y agregó: “Es tiempo de abrir las puertas a la esperanza, con la convicción inquebrantable de un país que sabe cuál es el rumbo, con el legado de los que lucharon y nunca bajaron los brazos”.
“Hoy avanzamos con la fuerza del presente y con la mirada en el futuro. Vamos a construir un mejor Uruguay. Hoy comenzamos. Larga vida a la república, larga vida a la democracia, larga vida a los partidos políticos que garantizan el pluralismo y la libertad. Que nuestro país sea un faro de convivencia, de respeto y de desarrollo para todos los uruguayos y uruguayas”, pronunció al final de su discurso el presidente.
Yamandú Orsi, Alejandro Sánchez y Carolina Cosse, en la Asamblea General.
Foto: Dante Fernández, AFP
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