Al llegar a la plaza Independencia en un auto eléctrico, acompañados por una multitud, Yamandú Orsi y Carolina Cosse fueron recibidos por el mandatario y la vicepresidenta salientes, Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón, para finalizar el acto de asunción presidencial.

En la ceremonia, que se llevó a cabo en el escenario, montado bajo el monumento a José Artigas para la ocasión, la escribana asesora de gobierno, Silvana Sena, pidió las firmas de Lacalle Pou y Orsi, y así se formalizó el traspaso de mando. El presidente saliente le entregó la banda presidencial a Orsi y ambos se abrazaron.

Posteriormente, también tomaron posesión de los cargos el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, el prosecretario, Jorge Díaz, todos los integrantes del gabinete ministerial y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Rodrigo Arim.

Después, en su calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Orsi dio la autorización para que comenzara el desfile militar.

El discurso inaugural de Orsi

“Evidentemente, la naturaleza, el clima tenía ganas de que la fiesta se realizara de esta manera”, al aire libre y en la plaza Independencia, dijo Orsi al comienzo de su discurso.

Recordó que con este acto se celebran 40 años de democracia ininterrumpida, “el período más extenso y que nos hace estar orgullosos y alegres”. Asimismo, mencionó que en los próximos cinco años se conmemorará también el nacimiento de Uruguay como Estado.

“Uruguay fue fruto de enfrentamientos y negociaciones, y fuimos hijos también de las controversias regionales, que hacían que este territorio fuera un territorio permanentemente de disputa”, continuó, y destacó que el proceso de fundación de la nación fue “complejo”. En ese sentido, consideró que “los uruguayos nos merecemos, en este período de cinco años, poder celebrarnos como Estado” y “repensarnos en un mundo impredecible, en una región que nos precisa más allá de nuestra dimensión y nuestra escala”.

Por último, manifestó que llegó a “esta instancia tan particular con una enorme gratitud”. Agradeció a sus antecesores y a los partidos políticos, “siempre cuidando de ese frágil cristal que es nuestra democracia”, a su esposa, Laura Alonsopérez, a sus hijos y a su hermana, “a quienes aceptaron la tarea de formar este gabinete”, al Frente Amplio y al pueblo uruguayo.

“Me siento muy orgulloso de pertenecer a esta sociedad, de pertenecer a este país, de ser del interior, de ser de mi Canelones, y vaya un saludo a todos los rincones del país, a ese interior profundo que a veces no parece que lo tengamos en cuenta”, expresó. “El país es uno solo y lo construimos entre todos”, dijo.

Planteó que “hay mucho trabajo, pero lo tenemos que hacer con el corazón y la cabeza puestos en aquellos que más nos necesitan. Tenemos un pueblo que nos espera, que tiene muchas expectativas en cada cambio de gobierno, y es lógico”.

“Nos espera un futuro con desafíos pero, sin duda, si tenemos presente siempre esa sensibilidad que hay que tener para estar aquí; esa sensibilidad que ustedes, quienes nos antecedieron, le han puesto –corazón y razón– a los destinos de nuestra patria. No tengan duda de que el futuro será muy venturoso”, cerró.