En el marco del Mes de la Mujer, el Ministerio del Interior (MI) presentó en Florida, bajo la consigna “Cuando todas las mujeres avanzan, la sociedad avanza”, ocho compromisos a asumir desde la cartera en materia de género.

En la presentación estuvieron el ministro del Interior, Carlos Negro, la subsecretaria, Gabriela Valverde, el intendente de Florida, Guillermo López, el subdirector general de Secretaría, Ruben Amato, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Mónica Xavier, la directora de Políticas de Género del MI, July Zabaleta, y entre algunas de las autoridades policiales estuvieron el director de la Policía Nacional, José Manuel Azambuya, y el subdirector de la Policía Nacional, Alfredo Clavijo.

En su intervención, Negro apuntó que el gobierno nacional “puso como objetivo que la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género sean prioridad en la agenda de políticas públicas del país”, y que esta gestión “llegó para trabajar por un Uruguay integrador, seguro y que cuida”. Destacó la designación de Valverde como subsecretaria, ya que es la primera mujer en ocupar ese rol en la cartera, y afirmó que “es un paso más en la dirección correcta”. Sin embargo, señaló que cuando quisieron designar jefas de Policía tuvieron un impedimento, ya que “hoy sólo un 20% de nuestros oficiales son mujeres”.

“Se avanza, pero esto es un proceso, un proceso de todos. Debemos asumir que estos no son temas de mujeres, luchar contra esa cultura y cambiarla; no esperar que cambien las instituciones, sino cambiarlas nosotros, los que hacemos las instituciones. Debemos trabajar todas y todos siempre por la igualdad, los derechos y el cese de los distintos tipos de violencia”, expresó, y agregó: “Como dijimos ese 8 de marzo: que deje de ser un riesgo ser mujer”.

Por su parte, la subsecretaria enfatizó: “Las mujeres enfrentamos un escrutinio extra para ocupar ciertos cargos y ciertos roles, lo vivo a diario hoy como primera viceministra”. “Antes nadie se cuestionaba si quienes ocupaban este cargo estaban preparados o si llegaron allí por ser varones”, resaltó, y continuó: “La igualdad también debe reflejarse en la manera en cómo nos perciben, así que el primer paso para resolver un problema es reconocer su existencia”.

En ese sentido, remarcó la necesidad de “sensibilizar” al personal del MI sobre “los desafíos del género”, y apuntó que se trata de una institución con “diversas masculinidades que deben ser aporte y no una barrera para las compañeras de trabajo”. “Queremos una institución que abrace y valore a las mujeres que se incorporan, que reconozcan su vocación y orgullo de pertenecer a la Policía y al ministerio”, manifestó.

Compromisos a asumir por el MI

El primer compromiso son la mejora de atención en las comisarías y el fortalecimiento del monitoreo de tobilleras, y para eso, según indicó el ministro, “habrá más personal policial y becarios”.

La creación de una aplicación para víctimas de violencia de género “que facilite los trámites y la respuesta policial es el segundo compromiso, que tiene el objetivo de que “no haya que ir a ampliar una denuncia a la comisaría, sino que todo se pueda hacer desde el celular”.

El tercero es el fortalecimiento del acceso a la justicia para las mujeres del medio rural y así “eliminar los obstáculos que impiden ejercer los derechos”. El MI se propone, además, “trabajar fuerte en la prevención y el abordaje de las situaciones de violencia hacia las personas mayores”.

A su vez, la cartera busca incorporar la perspectiva de género en la educación policial, con miras a que en un futuro la Policía “sea integradora” y “que no cueste más llegar porque se es mujer”, indica la página web del MI.

Otros de los compromisos son “profundizar esas políticas de igualdad y no discriminación y fomentar el liderazgo de las mujeres en el MI, en la Policía y en el Instituto Nacional de Rehabilitación”. Asimismo, plantean el fortalecimiento de “la ayuda para que el personal pueda trabajar con la tranquilidad de que sus hijos e hijas están cuidados y creciendo en centros educativos”.

Por último, el MI se comprometió a crear un Monitor de Género “para evaluar, transparentar y mejorar la administración pública y la gestión humana del ministerio”, y que contenga “datos que alimenten la gestión basada en evidencia para las políticas públicas”.

Sobre las medidas, la subsecretaria se refirió a que en un año evaluarán lo “logrado” y “qué desafío aún nos queda”. “Cada paso que damos no es sólo avance para nosotras, sino para quienes vendrán después”, dijo, y concluyó: “Este ministerio tiene la responsabilidad y el compromiso de estar a la altura”.

“Como policías somos la cara visible del Estado en el territorio para las víctimas de violencia”, aseguró Zabaleta

Zabaleta, quien está al frente de la Dirección Nacional de Políticas de Género del MI, hizo hincapié en que continuarán “el camino del diseño, evaluación y monitoreo de las políticas con evidencia”. Es por eso que se refirió a que se proponen una “gestión de puertas abiertas” que no coordine únicamente dentro del MI o con otros organismos del Estado, sino que también lo haga con las organizaciones de la sociedad civil, que, según dijo, para la cartera significan “el termómetro de lo que está pasando realmente en cada territorio, además de ser muchas veces quienes impulsan los cambios desde la lucha en cada lugar”.

“Nosotros como policías somos auxiliares de la Justicia y tenemos el compromiso ético y humano de velar por el respeto innegociable de los derechos humanos con perspectiva de género e interseccional”, planteó.

Además, sostuvo que como policías son “la cara visible del Estado” en el territorio para las víctimas de violencia basada en género. “Está demostrado que en una enorme mayoría de los casos la población elige a la Policía a la hora de pedir ayuda y protección, aun cuando tienen la posibilidad de hacerlo ante el Poder Judicial y la Fiscalía si así lo desean”, comentó.

Zabaleta aseveró que desde el MI tienen “el deber de redoblar esfuerzos” y de “no sólo ser capaces de revisar los marcos teóricos y normativos, sino de conocer las situaciones que atraviesan las personas que requieren de nuestra ayuda, porque esa es la verdadera demanda de los derechos humanos”. “No podemos quedarnos únicamente de brazos cruzados ante la injusticia, hay que desafiarnos a más”, sentenció.