El 14 de marzo se conmemoraron los 40 años de la liberación de los últimos 52 presos políticos de la dictadura cívico-militar (1973-1985) y este miércoles hubo un homenaje en la Cámara de Diputados, en el que se destacó la resistencia de los encarcelados y se pidió “avanzar sin venganza y con todas las garantías” en la búsqueda de la verdad, memoria y justicia. Desde el Partido Nacional se marcó que los detenidos no son “monopolio” del Frente Amplio.
El homenaje inició con las palabras de Irma Correa, diputada suplente del FA por el Partido Comunista del Uruguay (PCU), quien agradeció la presencia de varios expresos políticos que estaban en las barras de la cámara. Destacó que resistieron a pesar de las “innumerables torturas físicas y psíquicas”, y de haber estado en “verdaderos campos de concentración en condiciones infrahumanas”.
Irma Correa.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Correa recordó que desde que el expresidente Julio María Sanguinetti asumió, a inicios de marzo del 85, se efectivizaron “urgentes diligencias” para que “quedara atrás” el terrorismo de Estado. “Es así que los últimos presos fueron liberados el 14 de marzo”, puntualizó.
Dijo también que tuvieron la “generosidad” de resistir durante la “larga noche de la falta de garantías individuales”. “Sabemos que esa resistencia y esa defensa les podría costar la vida, [pero] tuvieron la valentía y la consciencia de resistir y luchar”. “Nunca hemos agradecido como es debido, con políticas públicas que reparen integralmente la ofensa que perpetuó el Estado ante estos hombres y mujeres”, afirmó.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
Esto genera una “ofensa” a la democracia, aseguró, y por eso la “democracia no está del todo sana”. “La memoria para los pueblos es la ayuda para no repetir; la verdad nos dignifica y la justicia nos termina de sanar poniendo todo en su lugar. Sin venganza, con todas las garantías.Eso nos traerá un poco más de paz. Sabemos que los represores son ancianos, pero las víctimas también son ancianas. Podemos trabajar en pos de la memoria, la verdad y la justicia”, cerró.
El legislador frenteamplista Nino Medina comentó que durante la dictadura “miles de uruguayos fueron perseguidos por pensar diferente, soñar con un país más justo y organizarse”. Relató que fueron “estudiantes, trabajadores, militantes, periodistas, intelectuales y ciudadanos comunes”. “Sin embargo, ni la cárcel, ni la tortura, ni el exilio pudieron apagar la militancia y la dignidad de quienes resistieron”, rescató.
Por su parte, la diputada del Partido Nacional Mercedes Long también saludó a las barras y dijo que sabe, o se imagina, “por lo que pasaron”. “Yo también tuve familia y amigos detenidos. Lo viví de cerca también”, contó. Luego recordó que no acompañó el homenaje a Raúl Bebe Sendic porque “hay que tener memoria de todo lo que pasó, no sólo de una parte de la historia”.
Mercedes Long.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
“Y lo digo con mucho respeto. No todos los que estuvieron presos mataron a alguien, muchos fueron porque estaban en la agenda de alguien a quien llevaron o porque simplemente lucharon por ideales que tal vez compartimos todos. Lo digo con mucho respeto: no quiero que nunca pase ni de un lado ni del otro. 40 años de democracia, ojalá podamos seguir así”, dijo y le dio la palabra a su colega, la exintendenta de Lavalleja, Adriana Peña.
Peña dijo que se trata de una jornada de “silencio y escucha” de “relatos dolorosos” que atravesó el país. “No debe volver a pasar. Nunca. Como no debe pasar en los países hermanos. En este proceso en el que hoy se está recordando este alegre y duro momento de la liberación de los últimos presos políticos, tenemos que levantar la voz porque esto no es un monopolio del Frente Amplio. Hombres como [Héctor] Gutiérrez Ruíz, la persecución de Wilson [Ferreira Aldunate], la muerte de María Fontana de Heber, tener presos a amigos y conocidos, también nos integra en esto. No es monopolio de un sólo partido. Todos tenemos que entender que lo que hoy nos regaló la vida es lo que tenemos que tratar de preservar”, cerró.
Foto: Rodrigo Viera Amaral
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