A raíz de nuevos testimonios sobre los delitos sexuales cometidos por el exsenador nacionalista Gustavo Penadés, publicados en el libro Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder, de los periodistas Martín Tocar y Carolina Delisa, el senador Sebastián da Silva afirmó que siente “vergüenza propia” por no haber reparado en los actos de su correligionario.

El libro, publicado este lunes, incluye el testimonio de Javier Viana, quien relató abusos por parte del exdirigente del Partido Nacional (PN) a principios de la década de 1990, cuando tenía 17 años. Entre los episodios mencionados por Viana, se desprende que Penadés organizaba fiestas sexuales con menores de edad en su casa de veraneo en Punta del Este. Según informó El Observador, el testimonio de Viana será incluido en la investigación que lleva adelante la fiscal Alicia Ghione, y declarará de forma anticipada en el juicio.

Al respecto, Da Silva dio sus primeras impresiones: “Primero, vergüenza propia, porque las cosas pasaron por el costado nuestro y eso es así. Segundo, es una inmundicia. Tercero, ojalá que por estos testimonios tan dantescos, el tema no sólo quede en Penadés, sino en todos esos que participaban en esas fiestas donde usaban menores pobres como objeto sexual, disfrazándolos de perros, etcétera”, dijo el senador en una rueda de prensa consignada por Telemundo.

Sobre el testimonio de Viana, Da Silva dijo que “ojalá” aporte para que “todos esos degenerados tengan la justicia que corresponde. Y si la justicia no les llega, el escarnio público que corresponde”, afirmó.

“Yo tengo vergüenza propia por no haber visto eso. A todos nos pasó lo mismo”, reafirmó el senador. Consultado sobre si faltó autocrítica dentro de su fuerza política, respondió que no y agregó: “Estábamos frente a un degenerado que hacía las cosas de tal forma que engañó al presidente de la República”.

Sostuvo que Penadés también lo engañó a él, “pese a que cuando empezaron a aparecer las cosas, uno sumaba, usaba el sentido común y había cosas que nos cerraban”, aseguró. “Si tiene algo este episodio truculento es que ojalá no sólo quede en Penadés”, cerró.