Una oveja negra al poder. Confesiones e intimidades de José Mujica se editó por primera vez en mayo de 2015, unos meses después de que Mujica dejara la presidencia de Uruguay. Tras la muerte del histórico líder del Frente Amplio (FA), el martes 13 de mayo, los autores Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz reeditaron el libro, con un capítulo introductorio que incluye charlas con el exmandatario en los diez años posteriores a la publicación original, que se presentó en más de diez países, se tradujo a seis idiomas y vendió más de 220.000 ejemplares a nivel mundial.
En los encuentros de los autores con Mujica, cuando el expresidente ya estaba enfermo, les dijo que había sido “muy poco lo que pude hacer para terminar con las injusticias”. “Las vi todas desde mi lugar y la inmensa mayoría siguen ahí, incambiadas”, se quejó. “No supe cómo hacerlo. Me voy con eso atravesado”. “Hice apenas lo que pude y sirvió para muy poco”, son algunas de las citas de la reedición del libro, al que accedió la diaria.
También adelantó lo que sería su velorio, o cómo lo planificaba. “Mi último acto político va a ser mi muerte. ¡Sabés lo que va a ser ese velorio!”, les transmitió.
“La fama internacional para beneficiar a Uruguay”
En 2015, en sus primeras salidas internacionales después de dejar la presidencia, Mujica les había transmitido a Danza y Tulbovitz que quería “aprovechar esa fama internacional que he logrado para beneficiar a Uruguay”, y que se veía a sí mismo como un “predicador laico”. No obstante, en la reedición cuenta los viajes de Mujica por países como Turquía, Japón o México, presentando el libro o el documental de Emir Kusturica en el Festival de Venecia, y también el malhumor que le generaban los incesantes pedidos de autógrafos o fotos, o sentirse “como un payaso” en algunos de estos eventos.
Los autores cuentan que en el primer semestre de 2016 Mujica consideraba que el entonces presidente, Tabaré Vázquez, estaba haciendo “muy poca cosa” en el gobierno: “Su principal objetivo sólo era llegar por segunda vez” a la presidencia y después “se quedó sin libreto”, les dijo. “Si seguimos así, casi seguro que perdemos en 2019”, adelantó en aquel entonces.
Cuando Vázquez anunció que tenía cáncer y estaba recluido por estar muy afectado por su enfermedad, Mujica consideraba que debía hacer al revés. “Esconderse es lo peor en estos casos”, les dijo.
De esos momentos previos a la elección de 2019, en el nuevo capítulo cuentan que un año antes Mujica tuvo un “empuje” por hacerse estudios médicos y evaluar la posibilidad de volver a ser candidato. “Le duró apenas cuatro días ese empuje. Su esposa y algunos de sus dirigentes más allegados se encargaron de que lo descartara. ‘Si hago el esfuerzo de una campaña electoral, me muero en el camino y encima antes me tengo que divorciar’”, dice el texto.
También cuenta que años más tarde Mujica valoró como su principal “error político” no haber apoyado a Danilo Astori como candidato a la presidencia. “El Frente Amplio perdió las elecciones de 2019, como Mujica había pronosticado. El candidato fue Daniel Martínez, alguien por el que nunca tuvo simpatía, y su barra se negó a apoyar a Astori, por entonces ministro de Economía, como candidato. Él cedió, algo de lo que después se arrepentiría”.
Mujica sobre los sucesores en el MPP: “La barra está preparada”
En las últimas conversaciones con los autores, y con Yamandú Orsi ya investido como presidente, Mujica habla en el libro sobre los futuros líderes dentro del Movimiento de Participación Popular, el sector que construyó. En particular, mencionó a Alejandro Sánchez, actual secretario de Presidencia. “‘Está clarísimo que va a ser candidato en la próxima… Y lo bien que hace’, nos dijo, satisfecho por todo lo que estaba dejando. ‘Deber cumplido, la barra está preparada’”.