Este viernes tuvo lugar la primera mesa de diálogo que forma parte del proceso de creación del Sexto Plan Nacional de Gobierno Abierto, que incluirá a representantes de instituciones públicas, sociedad civil, academia y sector privado, según informó Presidencia. La elaboración del plan comenzó en abril con propuestas de la ciudadanía e incluye acciones como políticas de transparencia, acceso a la información pública, rendición de cuentas, participación, colaboración e innovación tecnológica.
Según explicó en rueda de prensa el director ejecutivo de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y el Conocimiento (Agesic), Daniel Mordecki, el espacio busca “discutir qué acciones hay que tomar para ser más transparentes, para abrir el gobierno a la población, para tener más herramientas de control ciudadano”.
Al inicio, el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, quien encabezó la mesa de diálogo, señaló que el Frente Amplio llegó a la administración “con un programa de gobierno elaborado por técnicos, instituciones, por delegaciones de diferentes sectores, y con 15 años de experiencia”. “No somos nuevos en el ejercicio del gobierno y esta experiencia del primer plan del gobierno abierto que se inició en 2012 ha tenido una continuidad”.
Para Díaz, una de las cosas a “cambiar” y a “profundizar” es la “cultura del gobierno abierto”, ya que, “de alguna manera, tenemos una tradición de la cultura de la opacidad, sobre todo en la administración pública”.
“A mí me toca, por ejemplo, contestar los pedidos de acceso a la información pública en Presidencia de la República. En general, la primera reacción es no dar la información o ver qué me están pidiendo o por qué me lo están pidiendo, cuál es el cangrejo que está debajo de la piedra”, subrayó, y, por el contrario, afirmó que “la realidad es que no importa el cangrejo que esté abajo de la piedra, lo que importa es que si esa información es de acceso público, tiene que otorgarse [y] no pensar para qué me la piden, sino que, efectivamente, salvo que sea información sensible o esté a resguardo, hay que darla”.
En ese sentido, aseguró que para el presidente de la República, Yamandú Orsi, y “de ahí para abajo”, la transparencia “es un tema innegociable”, aun cuando “ser transparente implica, y perdónenme la expresión, quedar algunas veces, como decimos en el interior, con la cola al aire”.
De esa forma, afirmó que para el gobierno “es una cuestión de principios, porque están atados a todos estos conceptos [de que] si hay transparencia efectivamente tiene que haber rendición de cuentas, tiene que haber acceso, tiene que haber planificación, tiene que haber método y tiene [que], en última instancia, responder ante la ciudadanía, que es quien nos votó, que es quien nos paga el sueldo con sus impuestos”. “Muchas veces a la ciudadanía le podrá gustar la respuesta o no, pero lo importante es que esa información, de alguna manera, les pertenece”, remarcó.
Por su parte, Mordecki explicó que el objetivo es construir una hoja de ruta y “un plan con acciones concretas”, que se “miden durante la ejecución”. Así, Mordecki apuntó que a lo que quieren llegar es que el acceso a la información sea “mucho más fluido y más sencillo”, además de “avanzar en transparencia, control de lavado de activos y algunos aspectos que tienen que ver con el combate al crimen organizado”.
“Queremos avanzar en transparencia activa, en que los organismos del Estado brinden información sin que nadie se la pida”, destacó, y remarcó que la transparencia “trae democracia” y que ambas “van siempre juntas, crecen juntas y decrecen juntas”. Sin embargo, indicó que la transparencia de los organismos “deja al desnudo limitaciones, omisiones, cumplimiento de programas”, por lo que “hay una tensión fuerte entre el interés particular del organismo y el interés colectivo de la sociedad”. “Eso es lo que hay que manejar, hay que hacer que prime el interés colectivo de la sociedad sobre el interés personal o particular de cada uno de nosotros”, concluyó.