El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset reapareció este martes con un comunicado que envió a distintos medios de comunicación, en el que manifestó que no se entregará, si bien se mostró dispuesto a llegar un acuerdo para la liberación de su esposa, Gianina García Troche, quien actualmente está recluida en la cárcel militar de Viñas Cue, en Paraguay.

Consultado al respecto, el ministro del Interior, Carlos Negro, afirmó este martes en una rueda de prensa que desde “hace décadas el narcotráfico emite esos mensajes hacia los sistemas políticos y hacia los estados”. Señaló que actualmente existe “una disputa de poder entre las grandes organizaciones criminales vinculadas al narcotráfico por la gran disponibilidad de recursos y dinero con el que se manejan”. Y estos grupos, sostuvo, “llegan a disputar espacios a los estados”.

Sin embargo, Negro aseguró que en Uruguay “eso no ocurre”. “No obstante, sabemos que hay importantes figuras a nivel internacional que han salido de este país”, añadió. El ministro afirmó que “esta suerte de comunicados o amenazas en nada alteran el trabajo normal y cotidiano del Ministerio del Interior uruguayo”.

En la misiva, Marset cargó contra varios países, entre ellos, Bolivia, Paraguay y Estados Unidos. Este último país ofreció recientemente una recompensa de dos millones de dólares a cambio de información sobre el narcotraficante uruguayo. En el comunicado, Marset admitió que se encuentra en Venezuela, tal y como había señalado el gobierno estadounidense, y expresó: “A esos malditos gringos no les tengo ni un pelo de miedo, les dejo bien claro”.