El 14 de mayo, mientras el féretro del expresidente José Mujica pasaba por la sede del MPP, el secretario de Presidencia de la República, Alejandro Sánchez, anunció que el Instituto Nacional de Colonización (INC) había comprado más de 4.000 hectáreas de campo en Florida. Apenas un día después, el senador nacionalista Sebastián da Silva anunció que convocaría a las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) al Parlamento al conocerse el valor de la compra: 32 millones y medio de dólares. Reclamó explicaciones técnicas y políticas de la “conveniencia” y la “oportunidad” de la adquisición.
Este lunes la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca del Senado –que preside Da Silva– recibió al ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, y al subsecretario Matías Carámbula. En la amplia delegación, integrada por otras autoridades de la cartera y asesores técnicos, también estaba el presidente del INC, Eduardo Viera. Este último, aunque anunció su renuncia al cargo la pasada semana, permanecerá en su puesto hasta que se designe a su sucesor.
Ya en comisión, entre la exposición de los representantes del Ejecutivo y las preguntas de los senadores opositores, el intercambio se prolongó durante ocho horas y se vivieron momentos de tensión. Con varios días previos de intercambio mediático, la larga comparecencia no parece haber modificado las posturas previas que de un lado y de otro se ponían sobre la mesa en relación con la estancia conocida como María Dolores.
“Creemos haber respondido; hubo una defensa muy sólida de Colonización”, planteó el ministro Fratti en una conferencia de prensa luego de la instancia. “El Ministerio de Ganadería reconoció que no tienen un plan”, indicó a la prensa, por su parte, el senador Da Silva.
Por parte del oficialismo, se remarcó la conveniencia de la compra en virtud de la ubicación estratégica del campo, que está “enclavado en una zona lechera” y que a su vez se encuentra “cerca de centros poblados”. Fratti destacó que la ubicación significa estar cerca de industrias lecheras y de centros educativos, lo que es relevante en lo productivo y en lo humano.
Para sustentar la conveniencia de la adquisición, se presentó en comisión un documento al que accedió la diaria, en el que se exponían los datos promedio de familias “aspirantes con propuestas lecheras” en el INC en el período 2015-2023. El promedio anual en esos años fue de 129 propuestas lecheras en la Cuenca Sur –donde está Florida– y 82 en el resto del país.
Fratti dijo además que esta decisión está enmarcada en la “promesa electoral” de comprar 25.000 hectáreas para el INC, con un fuerte foco en la lechería y los jóvenes. “De todas las actividades agropecuarias, no hay ninguna que radique más gente en la tierra que la lechería”, remarcó el jefe de la cartera. En la exposición ante los senadores se resaltó el papel del INC en la lechería dado que, si bien entre 2011 y 2024 la cantidad de explotaciones lecheras se redujeron 37%, las explotaciones lecheras colonas se incrementaron 43% entre 2005 y 2025.
Los cuestionamientos
Desde la oposición se cuestionaron elementos concretos de la compra. Da Silva dijo que los representantes del Ejecutivo plantearon que se espera tener una rentabilidad del 7% anual, algo que en opinión del senador no es posible.
En cuanto a la tierra, Da Silva volvió a referirse a la presencia de “campos bajos” en parte de las más de 4.000 hectáreas, espacios que a su entender no son aptos para la lechería. También puntualizó que, teniendo como referencia “las últimas 14 operaciones de compra y venta de inmuebles rurales” en Florida, el precio por hectárea que se pagó en María Dolores es “55% más elevado que el promedio”.
Carámbula, contrariamente a la falta de “plan” a la que hizo referencia Da Silva, habló de la existencia de un proyecto con “contenido” y “solidez técnica”, aunque también reconoció la existencia de “la flexibilidad necesaria” para trabajar en lo que es una iniciativa “en construcción”.
El subsecretario explicó que el campo tiene características “agrícola-lecheras” y agregó que las “zonas inundables” a las que se hace referencia tienen dificultades sólo en “alguna época del invierno”. A su vez, enfatizó que esas mismas zonas son muy buenas para el “engorde”, por lo cual se utilizarán para los tambos como “banco forrajero” y “campo de recría”.
En cuanto al precio, se presentaron en comisión informes técnicos en los que se hace referencia al valor agregado que representan los embalses (395.000 dólares), los sistemas de riego con equipos de pivotes móviles y fijos (2.800.000 dólares) y los sistemas de distribución de agua para abrevadero (110.000 dólares). Carámbula también explicó que para la tasación del campo se tomó como referencia la información de la Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), que indica que la variación para la zona oscila entre 6.500 y 10.000 dólares por hectárea. “Hay una variedad importante de precios, pero en ese promedio está bien en el medio el precio de este campo”, indicó el subsecretario.
El senador colorado Tabaré Viera también dijo que no hubo “respuestas satisfactorias”. En su caso se detuvo en que no hubo “un informe técnico” antes de la compra. “Lo puede haber ahora –habría que ver también lo completo que pueda estar ese informe–, pero en el expediente ese informe aparece mucho después del acta de decisión de la compra”, remarcó el exintendente de Rivera.
Viera también hizo referencia a “cláusulas concretas” en las que queda en evidencia que el riego “no integra el valor de tasación del campo”, lo que implicaría no contar con los 2.800.000 dólares a los que hace referencia el Ejecutivo. “Todos estos son aspectos reglamentarios que todavía van a dar mucho que hablar en este proceso de compra”, concluyó el legislador colorado.
El futuro del campo
Carámbula explicó que en el corto plazo se viene un período de “transición” en María Dolores, en el que el campo va a tener un “movimiento productivo” a partir de la coordinación con “actores del territorio, organizaciones productoras o privados”. Se va a llevar adelante “producción agrícola” mientras, en paralelo, se inicia la “etapa de colonización” con los necesarios acondicionamientos para que en 2027 puedan entrar las 16 familias que están previstas para trabajar en la producción de leche. Entre reparaciones y caminería nueva, entradas y rotondas, alambrado, viviendas, tambos, efluentes, electrificación y pozos semisurgentes, se espera que el estimado en inversión sea de algo más de 5 millones de dólares.