Este artículo forma parte del proyecto “Narrativas sobre denuncias falsas: una investigación sobre desinformación y violencia de género”, realizado por Mariana Cianelli, Stephanie Demirdjian, Marina Santini y Yamila Silva.
La Usina de Percepción Ciudadana (UPC) hizo la primera encuesta nacional para relevar las percepciones de la población uruguaya sobre las denuncias falsas por violencia basada en género entre el 18 y el 24 de abril de este año. Los resultados muestran que más de una de cada tres personas encuestadas (32%) dicen estar “bastante” informadas respecto de la temática y 14% “muy” informadas, mientras que un poco más de la mitad (53%) dicen estar “poco” (43%) o “nada” informadas (10%).
La percepción en cuanto al grado de información varía al desagregar por sexo: los hombres son quienes en mayor medida responden estar “muy” informados (casi dos de cada 10 contra casi una de cada 10 entre las mujeres). Si se suma a quienes responden estar “bastante” informados, se alcanza a más de la mitad de los hombres, mientras que las mujeres son 37%. A su vez, más de la mitad de las mujeres responden estar “poco” informadas sobre el tema, proporción que decrece a uno de cada tres para el caso de los hombres.
Ante la pregunta “¿Considerás que existen denuncias falsas por violencia de género en Uruguay?”, más de cuatro de cada 10 personas (42%) respondieron que existen y son “bastantes” y, una de cada 10, que son la “mayoría” de las denuncias. Esto implica que más de la mitad del total (52%) entiende que son significativas en el universo de las denuncias por violencia basada en género en nuestro país.
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Sólo 2% considera que no existen las denuncias falsas por violencia de género y 36% que sí existen, pero son la “minoría”. Cabe destacar que 10% de los encuestados se inclinaron en esta pregunta por la opción “No sé / Prefiero no contestar”.
Al analizar las respuestas por sexo, se observa que 15% de los hombres considera que la “mayoría” de las denuncias por violencia de género son falsas, mientras que sólo 5% de las mujeres se inclinó por esta opción, en tanto que 43% de ellos y 41% de ellas entienden que son “bastantes”. Por el contrario, cuatro de cada 10 mujeres y un poco más de uno de cada tres hombres (31%) respondieron que en Uruguay existen denuncias falsas por violencia de género, pero son la “minoría”. En esta pregunta también ascendió a 10% el grupo de encuestados que prefirió no responder.
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Venganza e indemnización económica como principales motivaciones
La UPC consultó a los encuestados que respondieron que sí existen las denuncias falsas por violencia de género qué consideran que las motiva, y más de la mitad (56%) respondió que la principal motivación es la “venganza hacia la pareja o expareja”. En segundo lugar, 21% consideró que las motiva la “indemnización económica” y, en tercer lugar, 12% mencionó la “obstrucción del vínculo con los hijos”. Por otra parte, 10% prefirió no responder y 5% contestó “otra”.
También se consultó a quienes respondieron afirmativamente a la pregunta de si existen las denuncias falsas por violencia de género en qué se fundamenta su opinión, ante lo cual casi un tercio (29%) respondió que en “datos sobre denuncias falsas en Uruguay”, pese a que no existen datos oficiales. A su vez, 18% basó su respuesta en “información en redes sociales”, 12% en “declaraciones de representantes políticos o expertos” y 6% en “trabajos académicos”. Un grupo no menor (24%) respondió “otro” y 10% prefirió no contestar.
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El principal objetivo: “Culpabilizar a las mujeres”
Para Teresa Herrera, socióloga, integrante de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual y coordinadora de la Cátedra de Género y Generaciones de la Universidad Claeh, no es “sorprendente” que 52% de las personas encuestadas entienda que las denuncias falsas por violencia de género son significativas, porque “hay un discurso hegemónico que dice que hay denuncias falsas, por lo tanto, la gente, sin tener evidencias, lo afirma”. La experta señaló, en diálogo con la diaria, que el único “sustento” que puede tener esto es el “archivo mayoritario de las denuncias, pero ese archivo no necesariamente obedece a que la denuncia sea falsa”. “Implica que no se encontraron pruebas o que no se pudo hallar las pruebas, pero no necesariamente que se haya mentido”, insistió.
Alicia Deus
Foto: Alessandro Maradei
Por eso mismo, a su entender, tiene sentido que las personas hayan respondido que sustentan su opinión en “datos” o en “declaraciones de representantes políticos”. Se refirió a esto último en particular: “Si tú tenés un proyecto de ley como el que presentó el expresidente [Luis] Lacalle Pou, que dice en su exposición de motivos que es ‘notoria’ la cantidad de denuncias falsas que hay, si vos confiás en el presidente y tú sos una persona común y corriente que no tiene por qué estar informada cabalmente sobre el tema, por supuesto… La gente hace confianza en sus líderes, en las personas referentes, y si esas personas aducen que es ‘notorio’, lo ponen por escrito y mandan un cambio al Parlamento... Es la típica de que una mentira repetida mil veces termina siendo una verdad”.
Respecto de las razones que, según las personas encuestadas, motivan las denuncias falsas –venganza, indemnización económica, entre otras–, Herrera dijo que todas “forman parte del mismo paquete” de “culpabilizar a las mujeres”, quienes, bajo esa óptica, serían “una especie de ángeles vengadores que tratan de perjudicar a los varones”.
“Cualquier persona que haya hecho una denuncia de este tipo sabe perfectamente que el proceso es un calvario. No es que voy, hago la denuncia y ya está, sino que hay que transitar momentos muy dolorosos, muy difíciles, presiones, dificultades de todo tipo. Entonces, pensar que las mujeres van alegremente a hacer denuncias de este tipo es bastante difícil de entender desde ese punto de vista. Lo que pasa es que es el discurso que ha permeado. No hay vuelta de hoja. Y lo preocupante de esto es que, si sigue permeando, cada vez se va a descalificar más lo que significan este tipo de denuncias”, advirtió la académica, y agregó que “hay discursos que permean porque son verosímiles”. “La vieja ley de la comunicación”, enfatizó: “Un discurso no necesita ser cierto, necesita ser verosímil”.
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El argumento económico “no tiene asidero en la realidad”
Alicia Deus, abogada especializada en violencia de género y corredactora de la Ley 19.580, dijo que aducir que las mujeres hacen denuncias falsas para cobrar la reparación económica es “un disparate” porque “no tiene asidero en la realidad”. En primer lugar, porque esa reparación “es exclusivamente para los condenados por delitos de violencia basada en género y los delitos sexuales, es decir, en los casos donde hubo por lo menos dos instancias judiciales en que la persona fue encontrada culpable. Ninguna mujer va a denunciar para después ver si obtiene una reparación”, dijo a la diaria la letrada, recientemente designada para integrar el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará en representación de Uruguay.
Además, Deus aclaró que si el agresor “no paga voluntariamente”, la Justicia tiene que “ir a una ejecución de sentencia, y ahí se plantean un millón de cosas”. “En primer lugar, qué juzgado es el competente. Porque, como nunca se terminaron de establecer los juzgados especializados en violencia de género, es el juzgado penal el que condena en penal y establece esa condena, además de la condena de la privación de libertad. Y los juzgados de ejecución dicen que ellos no son competentes porque es una indemnización civil. Y vas a civil y te pueden decir que tampoco son competentes porque lo dictó un juzgado penal. Y ahí ya te pasás un buen tiempo hasta que la corte resuelve eventualmente una contienda de competencia”, explicó.
Una vez resuelto eso, “tenés que ejecutar esa sentencia y ver si la persona tiene bienes sobre los cuales ir, porque, si no los tiene, hacés embargo genérico y [el trámite] queda ahí por los siglos de los siglos”, apuntó, y agregó que, “en la grandísima mayoría de los casos, ninguna víctima cobró nada”.
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Casi seis de cada 10 afirman que las principales víctimas son los varones
Por otra parte, casi seis de cada 10 personas encuestadas (58%) consideran que las principales víctimas de las denuncias falsas por violencia de género en Uruguay son los hombres, mientras que menos de dos de cada 10 (19%) apuntan a hombres y mujeres por igual. En tanto, 14% de las personas encuestadas entiende que las principales víctimas son las mujeres.
Al desagregar por sexo se puede observar que siete de cada 10 hombres consideran que las principales víctimas de las denuncias falsas por violencia de género son los varones, mientras que casi la mitad (48%) de las mujeres coincide en esta afirmación. Sólo dos de cada 10 mujeres consideran que las víctimas son hombres y mujeres por igual, y esta proporción decrece a menos de uno de cada 10 hombres (8%). A su vez, 11% de las mujeres consultadas prefirió no responder esta pregunta.
Ante la pregunta “¿Quiénes son las personas que más realizan denuncias falsas?”, más de siete de cada 10 (72%) consideró que son las mujeres, 13% que son hombres y mujeres por igual, y 3% que las realizan hombres. En este caso, 12% se inclinó por la respuesta “No sé, prefiero no contestar”.
Por último, la UPC consultó a los encuestados si consideran que el sistema político tiene que adoptar medidas respecto de las denuncias falsas por violencia de género, ante lo cual más de ocho de cada 10 personas respondieron que sí, mientras que 18% contestó negativamente. A quienes respondieron que sí se les hizo una pregunta abierta: “¿Qué medidas debería adoptar el sistema político respecto a las denuncias falsas?”, y algunas de las respuestas más frecuentes fueron “penas”, “investigar”, “denuncias”, “cárcel”, “prisión”, “leyes”, “multas” y “sanciones”, entre otras.