Este martes, senadores del oficialismo y la oposición acordaron postergar hasta el lunes 30 de junio la votación del proyecto de ley destinado a atender la crisis que atraviesa la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (CJPPU), con el objetivo de prolongar un “análisis muchísimo más interno entre cada sector”, ya que la oposición entiende que no estaba en condiciones de votar, sostuvo la senadora del Frente Amplio (FA) Patricia Kramer.

En entrevista con la diaria Radio, Kramer afirmó que el FA “está pronto para votar” la reforma de la CJPPU y destacó que del trabajo de la comisión especial de la Cámara de Senadores surgieron “un montón de acuerdos”. La senadora sostuvo que, en un principio, la oposición pedía prorrogar la votación por 30 días, pero el oficialismo acordó extenderla sólo hasta el 30 de junio, es decir, 20 días, porque la situación “no se sostiene” y “la Caja, a fines de julio, se queda sin la posibilidad” de pagar las jubilaciones.

“Hay una realidad que requiere una responsabilidad de nuestra parte muy grande”, consideró la senadora, quien alertó sobre el “problema de tiempos” y el impacto económico para el Estado que supondría un rechazo del proyecto. Si el proyecto no se votara el 30 de junio, el Poder Ejecutivo deberá asegurar el pago de las jubilaciones, lo cual “requiere una ley, requiere unos tiempos, requiere resolver cuáles son las herramientas, requiere encontrar la manera administrativa en que eso suceda”, acotó Kramer.

En la medida en que no haya una solución, el desembolso del Poder Ejecutivo estaría en el entorno de los 15 millones de dólares mensuales. “Es mucha plata” y “empeora el año que viene”, advirtió la senadora. “Hay como una idea de que ‘el Estado pone la plata’, [pero] el Estado somos nosotros. O sea, el Estado es una plata que si va para ahí no va para allá”, aseveró.

Por otro lado, para Kramer “no es verdad que el proyecto que sale de comisión haya sido el proyecto del FA”. Sostuvo que el proyecto original enviado por el Ejecutivo fue transformado “interpartidariamente” en la Cámara de Diputados y, a su vez, sufrió modificaciones dentro del trabajo de la comisión, muchas de ellas “acordadas” y a partir de “aditivos de la oposición”.

Sin embargo, aún no se ha alcanzado un acuerdo respecto al grado de aporte de los activos y los pasivos, es decir, sobre el financiamiento de la Caja. Kramer discrepó con la postura que sostiene que esa discusión es el “corazón” del proyecto. En cambio, consideró que se trata del “corazón de sostener económicamente un problema que no es sólo económico”: “No es el corazón, es el desfibrilador. Lo que puede hacer un poco que el corazón funcione es como para ver qué hacemos con esto”, afirmó.

La legisladora consideró que el problema de la CJPPU es de diseño, pero también administrativo y de inversiones, “porque, en realidad, la Caja se quedó sin plata”. También apuntó a una responsabilidad de la baja participación en las elecciones de la Caja, ya que “es una mala decisión no elegir a quienes van a decidir”.

En ese sentido, valoró que el proyecto incorpore artículos que permitan “otro tipo de responsabilidades a la hora de tomar decisiones” en la CJPPU y, así, “achicar un poco la discrecionalidad con la que algunas cosas han sucedido, que son parte del problema de la administración de la Caja”, consideró. En tal sentido, el proyecto propone reducir de siete a cinco la cantidad de miembros en el directorio de la Caja, manteniendo los dos del Ejecutivo.

Además, señaló Kramer, “se incorporan algunos artículos programáticos que encomiendan un trabajo de análisis sobre los fictos” y que contribuyen a evitar una fuga de activos ante el incremento de los aportes propuesto. Para la senadora, “el mundo del trabajo ha cambiado mucho” y es necesario “buscar algún equilibrio” en el que los aportes a la Caja tengan en cuenta los ingresos reales y no sólo los sueldos fictos.

“Las profesiones que contempla la Caja han sido cada vez más, los tipos de trabajo de esas profesiones son una diversidad de profesionales muy grande y una diversidad de trayectorias profesionales muy grande que, de alguna manera, el diseño de la Caja no absorbió en su análisis”, señaló Kramer.

Al respecto de la discusión sobre el aporte de los pasivos (para los que se propone un impuesto de entre 2% y 11%), Kramer destacó que ahora los legisladores empezaron “a poder establecer una opinión respecto a cómo debe ser el aporte de los pasivos”, porque antes “no había un cómo” y estaban “más lejos” en ese punto.