Luego de 90 días de negociación entre el Poder Ejecutivo y el Consorcio Aguas de Montevideo, el gobierno definió no llevar a cabo el proyecto Neptuno, que buscaba construir una planta potabilizadora de agua en Arazatí, en el departamento de San José, que tomaría agua del Río de la Plata. En su lugar, fuentes de la negociación señalaron a este medio, luego de la reunión, que el gobierno propuso a los privados la construcción de una nueva planta potabilizadora en la zona de Aguas Corrientes, que produzca 200.000 metros cúbicos de agua potable por día.

Este anuncio causó celebraciones por parte de organizaciones de la sociedad civil, críticas y también algunas dudas sobre el futuro de estas obras. El senador y secretario general del Partido Colorado (PC), Andrés Ojeda, dijo este jueves que la decisión “llama la atención”. A su vez, sus correligionarios, el diputado Walter Cervini y el exministro de Ambiente Robert Bouvier -ambos del sector Vamos Uruguay- emitieron un comunicado en el que lamentan la decisión del gobierno, que a su juicio “representaba una solución concreta, planificada y aprobada para asegurar el abastecimiento de agua potable en el país”.

En su cuenta de X, Cervini apuntó que en los 15 años del gobierno del Frente Amplio (FA) “no hicieron nada para tener un rumbo con el agua potable”. “Dejamos una solución pronta y posible, volvieron al gobierno y otra vez estamos en foja cero. Tomemos en serio las consecuencias del cambio climático”, expresó.

Bouvier consideró que la solución propuesta por el gobierno “es una incógnita” y “se enmarcaría en una propuesta global que nadie conoce”. “Tranquilidad de conciencia por haber dejado una solución pronta y posible”, destacó.

Estas críticas derivaron en una convocatoria de Cervini al ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, a la Comisión de Ambiente de la Cámara de Representantes para el 4 de agosto. Consultado por la diaria, señaló que la citación es para que el secretario de Estado explique el “rumbo que van a tomar”, y que la intención es que “se defina si van a tener una hoja de ruta para seguir con el agua potable”. Apuntó que tienen “dudas” sobre el cumplimiento del contrato en lo vinculado a lo jurídico.

El diputado dijo que quieren conocer sobre “el proceso, el contrato y las negociaciones” que se mantuvieron con el grupo de privados en estos meses, e indicó que no descartan volver a citar a comisión “si no hay explicaciones suficientes o si los planteos no son claros”.

“No se construiría la planta en Arazatí, pero parece ser que se mantiene con vida el contrato”

En abril, 80 organizaciones socioambientales enviaron una carta a Orsi para solicitarle que anule el contrato del proyecto Neptuno, pedido que se arrastra desde el período de gobierno de Luis Lacalle Pou, cuando comenzaron las negociaciones con el consorcio privado. La Agrupación Tucu Tucu de San José expresó a través de un comunicado en sus redes sociales su “inmensa alegría” y agradeció “a cada persona, organización social y sindical, a la academia” que “desde un inicio se mostraron preocupados por el proyecto Neptuno, aportando investigación acompañada de charlas informativa”. “Saludamos cada movimiento que se negó al proyecto, siendo tolerantes con las diferentes formas de pensar y siempre respetando la autonomía de los grupos”, concluyeron.

Once días antes de enviada esa carta al presidente, este colectivo y la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida (CNDAV) anunciaron que presentarían una nueva acción judicial de nulidad contra la iniciativa. María Selva Ortiz, referente de CNDAD y de Redes-Amigos de la Tierra, dijo a la diaria que la decisión del gobierno de dejar sin efecto las obras en Arazatí “es un gran triunfo popular” y “de toda la resistencia que se ha venido haciendo durante todos estos años”.

Sin embargo, resaltó que desde el colectivo están en “alerta” debido a la “preocupación” de lo que se negocie con el consorcio. “Eso no queda claro, nosotros no tenemos ninguna comunicación oficial, ni en lo que se filtró a la prensa en el día de ayer surge nada con respecto a eso”, dijo, y por eso están “expectantes”.

Lo mismo entiende Raúl Viñas, integrante del Movimiento por un Uruguay Sustentable, que también emitió un comunicado en el que expresa que ven con “beneplácito” la noticia de que no se tome agua del Río de la Plata, “en especial en la zona de Arazatí técnicamente cuestionada por temas de salinidad y contaminación”. En diálogo con la diaria destacó que “se dice que no se construiría la planta en Arazatí pero parece ser que se mantiene con vida el contrato, y ahí nosotros nos encontramos con un problema”.

En ese sentido, subrayó que si la iniciativa no se realiza en Arazatí, y que “sólo con cambiarlo de lugar”, esta “ya deja de ser la iniciativa privada del consorcio y pasa a ser otra cosa”. “No entendemos cómo una empresa que supuestamente tenía para hacer una determinada obra terminaría haciendo otra que se le asignaría directamente, sin licitación; entendemos que no es aceptable”, remarcó.

El comunicado de Movus también subrayó que “nada de esto hubiera sucedido sin la movilización social que, con apoyo técnico y académico, puso en evidencia los problemas legales, ambientales, sociales y económicos del proyecto”.

Por su parte, el presidente de la Federación de Funcionarios de OSE (Ffose), Carlos Larrosa, dijo a la diaria que, en primer lugar, la decisión “es un gran triunfo” para el sindicato y el resto de las organizaciones sociales. De todas formas, apuntó que “hay dudas sobre las obras” y que “falta la información de hacia dónde se reorientarían las obras, por lo menos en forma oficial y bajo qué modalidad de contrato”.

“Hoy festejamos, pero mañana ya nos vamos a poner celosos del cumplimiento del artículo 47 de la Constitución, que es que no impliquen estos nuevos contratos nuevas formas de privatización, que cambie también el modelo económico”, enfatizó.

“Estamos volviendo al curso que las cosas tienen que tener en Uruguay”, dijo Cosse

La vicepresidenta de la República, Carolina Cosse, se refirió al tema en rueda de prensa este jueves y dijo estar satisfecha con la decisión. Además, habló sobre la construcción de la represa en Casupá y señaló que “es un compromiso que se ha expresado más de una vez”, y que de esa forma se queda “mucho más tranquila”.

Afirmó que la resolución tiene que ver con “lo natural en el decurso de lo que ha sido la política con respecto a los recursos naturales y el agua del Uruguay”, y destacó que “lo que pasó fue algo que se salió de eso y estamos volviendo al curso que las cosas tienen que tener en Uruguay”.

En la misma línea, el presidente del FA, Fernando Pereira, señaló a la prensa que tomar agua del Río de la Plata “había sido la última posibilidad”, con base en “todas las investigaciones que había hecho OSE sobre cuáles eran las mejores formas de contribuir al agua en el área metropolitana. “Estábamos convencidos de que este no era el camino; el gobierno decidió descartar, no va a haber plan Neptuno y siguen las negociaciones en estas horas para obras alternativas que garanticen el agua potable”, remarcó.

Manini sobre Neptuno: “Nació herido” y “no cabe duda que si no hacemos algo, tarde o temprano vamos a colapsar”

Este jueves, el presidente de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, fue consultado sobre la decisión del gobierno de poner fin al proyecto Neptuno, y consideró que “nació herido [y] cuestionado por buena parte de la sociedad”. “Supongo yo que los estudios habrán arrojado que es conveniente dejarlos sin efecto e ir por otro proyecto”, evaluó, aunque dijo carecer de “los elementos para decir si era lo mejor para el Uruguay o no”.

De todas formas, remarcó que “no cabe duda que si no hacemos algo en materia de agua potable para el agua metropolitana, tarde o temprano vamos a colapsar, y va a ser gravísimo para todos”. “Creo yo que no podemos seguir en discusiones porque tarde o temprano, la naturaleza nos va a pasar la factura”, concluyó.

Respecto a si entiende que fue conveniente que la administración pasada haya optado por concretar el proyecto a meses de finalizar el período de gobierno, valoró: “Si ahora se cancela y genera algún tipo de multa al Uruguay, uno puede decir que no fue oportuno”.