Luego de tres reuniones que no terminaron de llegar a buen puerto y que aumentaron las expectativas, este miércoles, con la presencia del presidente Yamandú Orsi –quien intervino en la recta final de las negociaciones–, se anunció un acuerdo sobre las transferencias que el gobierno nacional otorgará a las intendencias durante los próximos cinco años. Incluye un nuevo fondo de 80 millones de dólares, distribuidos en 45 millones para los gobiernos de Montevideo y Canelones, y 35 millones para los 17 departamentos del interior, así como cambios en la incidencia de las intendencias en la administración de los recursos del Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), aspectos que fueron centrales en la discusión.

Entrevistados por la diaria Radio, dos de los protagonistas de las negociaciones, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Rodrigo Arim, y el presidente del Congreso de Intendentes e intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, destacaron el “valor político” del acuerdo alcanzado al ser suscrito entre actores de distintos partidos. Para Arim, es una señal que favorece a “la construcción de un clima político en donde nadie renuncie a sus posiciones ni a sus diferencias, pero en el que seamos capaces de construir puentes de encuentro y de asegurar la ejecución correcta de las políticas públicas en función del bienestar colectivo”.

El director de la OPP llamó a quitarle “dramatismo” al tono de las negociaciones, como si estas hubieran llegado a una “situación de bloqueo” antes de la participación del presidente. Sostuvo que se avanzó “muchísimo” durante los encuentros previos con los intendentes y, “finalmente –y creo que es correcto que así suceda–, el presidente de la República es el que tiene la última palabra y el que termina acordando con el Congreso de Intendentes”.

Por su parte, Olivera explicó que, “después de dos semanas de instancias firmes” entre la OPP y el Congreso de Intendentes se entendió que “ya no se podía avanzar en función de las posibilidades que unos tenían de conceder y otros tenían de reivindicar”. Ya en ese punto, y próximos a que se venza el plazo para las negociaciones, se le transmitió al presidente de la República “que, en esas condiciones, no había un acuerdo entre el gobierno y las intendencias, y ahí fue que aparecieron cosas arriba de la mesa, en donde se pudo poner un poco más de un lado y se pudo deponer un poco más del otro, y se llegó a un entendimiento”.

El director de la OPP señaló que “el grueso del acuerdo fue trabajado, discutido y dialogado a lo largo de distintas sesiones de manera intensa, pero en una negociación genuina”. “No fue un espacio en donde simplemente el Poder Ejecutivo planteó sus prioridades y su forma de ver el problema, y el Congreso de Intendentes un conjunto de reivindicaciones inalcanzables. No; fue una negociación genuina, consciente y seria”, aseguró.

Arim destacó que el acuerdo alcanzado tiene un “valor intrínseco” porque involucra un conjunto de “recursos muy relevantes para los gobiernos departamentales”, pero que también lo son para las políticas públicas en general de Uruguay. El director de la OPP reafirmó que en este quinquenio se concretará “un nivel históricamente alto de transferencias de recursos hacia los gobiernos departamentales”, lo cual, expresó, demuestra “una clara vocación y compromiso con el desarrollo en todo el territorio nacional y con la articulación con los gobiernos departamentales”.

Sobre el nuevo fondo de 80 millones de dólares, destinado a “atender las distintas asimetrías que tienen que ver con el desarrollo humano desigual en el territorio”, dijo que se trata de una “innovación institucional”. Señaló que, a lo largo de todo el quinquenio, “va a apalancar inversiones de carácter estratégico”, que definan las intendencias, y también se establecerán, en el marco del funcionamiento de la Comisión Sectorial de Descentralización junto con el gobierno nacional, los criterios de funcionamiento del fondo.

Además, Arim señaló que esto “les da certeza” a los departamentos de que esos “recursos van a estar disponibles a lo largo del quinquenio”, lo cual les permite planificar, mejorando “inexorablemente la calidad de la política”.

El director de la OPP reconoció el “compromiso” de los gobiernos departamentales con sus localidades y las competencias que asumen en ese marco. Sostuvo que desde la OPP se busca “mejorar las articulaciones de esas políticas” para que sean “complementarias” y que haya “sinergia” entre lo que el gobierno y las intendencias hacen en el territorio.

Olivera: “La política real es aquella en la que te peleás por hacer”

Según el intendente de Paysandú, la negociación “fue de todos los intendentes con el gobierno central”. Señaló que, por primera vez, los intendentes del interior del país dejaron de mirar “de reojo a Montevideo y Canelones” como los “privilegiados” o los que “siempre peleaban aparte”. “Estábamos todos abroquelados, peleando por recursos para todos”, aseguró.

En tal sentido, Olivera sostuvo que el Congreso de Intendentes “ganó al intendente de Montevideo”, ya que, a diferencia de la exintendenta Carolina Cosse –quien, según dijo, “no era muy afecta” a ese espacio–, el actual intendente, Mario Bergara, “fue alguien que estuvo en todo momento; es alguien que ha ido al Congreso y que forma parte de este concierto de 19 intendentes que tiene cosas para reivindicar de forma conjunta”.

A lo largo de la negociación, los intendentes defendieron la necesidad de contar con fondos para cumplir con las competencias de los gobiernos departamentales, las cuales se han ampliado en los últimos años. Olivera señaló que en determinado punto los intendentes pusieron sobre la mesa que, “si el gobierno nacional se hace cargo de todas las cosas de las que nosotros nos hacemos cargo y que no nos competen, no pedimos más, se termina la negociación y no queremos más dinero de nada”.

“Desde el fondo de la historia, nos venimos haciendo cargo de temas vinculados al empleo, a la vivienda, a las políticas sociales, a la salud, a la educación y hasta a la seguridad. Son competencias que asumimos, pero que no tiene su correlato en recursos”, expresó.

Olivera reconoció que el director de la OPP “hizo el trabajo que tenía que hacer”, un trabajo que quizás es el “menos simpático de todos”, ya que tiene que “cuidar el peso y hacer que rinda para todos”, consideró. En tanto, señaló que el presidente “tenía un rol a jugar porque entiende de este tipo de negociación”.

El intendente de Paysandú sostuvo que Orsi “se basó en cosas concretas para este quinquenio, pero también en reivindicaciones históricas del Congreso”, como un mayor porcentaje de las intendencias en la coadministración del FDI. “Nosotros sentíamos que teníamos que ganar participación porque somos los actores por excelencia que conocemos las necesidades de nuestro territorio. Bueno, la última bala que terminó destrabando el presidente fue una reivindicación nuestra”, dijo.

En cuanto a las señales políticas del acuerdo, el intendente nacionalista consideró que, cuando se está “mirando desde detrás del árbol a ver cómo el otro pisa el palito y tu único propósito es decir ‘cuando pise lo mato’, esa no es la política real; es una política de barricada, de trinchera. La política real es [aquella] en la que te peleás por hacer”.

En ese sentido, señaló: “Lo raro de la negociación es que estábamos de distinto lado del mostrador, pero peleábamos por lo mismo; cada uno peleaba por tener más recursos para hacer”. Acotó que en la “política real” “no importa con quién te peleás, importa por qué te peleás”.